Aku Gaki

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La presente historia es una colaboración entre autoras.

Gracias Nezumi_HanHan por trabajar conmigo en esta linda historia.

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El timbre suena y la sangre de Katsuki hierve enormemente.

—¡Hey, tío Katsu! —la joven voz suena fuera de la casa mientras los golpes y el timbre no paran de sonar.

Que se jodan todos.

Los ignorará. Claro que sí. No tiene (ni quiere) lidiar con los hijos de los bastardos de Deku y IcyHot. Los cinco son un dolor grande de culo, más que los tres callos que tuvo hace dos meses justamente en el ano. Sí, claro que son insoportables.

Se coloca los audífonos, si no responde, creerán que está haciendo un turno de héroes.

—Tío Katsu, abre, la tía Ochako dijo que hoy estarías libre. —escucha la voz de Hime. Mierda, cómo quería follarle a veces la boca a Ochako por hablar de más.

Igual se quedará callado y no les abrirá.

Coloca el metal más pesado que tiene y continúa con el papeleo del villano que atrapó ayer. El reporte tiene que estar listo y si las ratas de los Todoroki están en su casa, no logrará terminarlo.

La música se detiene y en la pantalla aparece el nombre de Haruki. Oh, el bastardo mayor de los cinco. No le contesta, que suene todo lo que quiera, no les responderá.

En algún punto tiene que tener el celular en silencio para poder seguir trabajando; alrededor de quince minutos entre llamadas perdidas de los malditos engendros.

Desde que el bastardo de IcyHot está en el ranking de los primeros tres y Deku se ha vuelto un gran doctor, Katsuki se ve forzado a cuidar de los demonios del matrimonio Todoroki. También la bruja de Ochako lo ha amenazado y no quiere lidiar con el malhumor de la misma.

Ahora su relación con Deku ha mejorado y los dos son buenos amigos. Se ha disculpado por los maltratos de la infancia y ahora cuida de sus demonios.

Otro timbre más, pero la pantalla no dice el nombre de algún Todoroki. Esta vez se trata de Ochako y Katsuki masajea su cabeza para encontrar la paciencia —que no tiene— para lidiar con la situación.

—¡Katsuki, abre la puerta!

—Oblígame. —él gruñe. Ella no puede hacerle nada desde donde trabaja.

—Abre la puerta o sabrás qué pasará con ya sabes qué. —ella amenaza y la vena en la frente de Katsuki palpita. Mierda, malditos niños.

Maldito Deku por fijarse en IcyHot y tener mocosos con él, como conejos. Cuando abre la puerta ve la sonrisa malévola de Haruki. El diablo vino a la tierra y nació bajo el nombre de Todoroki Haruki.

Los niños entran saludándolo de la misma manera “Hola, tío Katsu”, excepto Haruki.

—Gracias por nada, Bastardo Tonkatsu. —quiere tomar a este niño y explotarlo en pedazos, pero no puede, hay algo en él que frena a Katsuki de todo. Es un quirkless, como Deku, pero es diferente. No se deja arrollar por nadie y tiene la maldita mala actitud de IcyHot de cuando estaba en el primer año en la UA.

La puerta se estrella y los pantalones de Katsuki se van bajando más rápido de lo que él puede comprender. Las dos mellizas, Sana y Yuri están trepando por sus pantalones, mirándolo con sus brillantes ojos verdes y turquesas. Demasiado inquietas para sus seis años.

—Mierda, bájense de mí. Mocosas.

—Qué ruidoso eres. —Hime dice con sus piernas en el sofá mientras lee un nuevo libro. El Corazón de las Tinieblas. Katsuki jura que la vio llegar con su cabello blanco de puntas rojas en una cola, pero ahora lo tiene suelto.

Katsuki intenta caminar mientras sus manos sostienen el pantalón que se le cae, quiere llegar hasta Hime y matarla por comer encima de su sofá y dejarle las migajas. Diez años y es la principal consentida de IcyHot.

Luego, sin esperarlo, hay un par de cubos de hielo estrellándose contra su cabeza. Ellos están llegando a su límite.

—Mira, Tonkatsu, Ryuu-chan y yo podemos lanzar hielo. Los dos tenemos don de hielo. —bromea Haruki mientras sostiene a Ryuu en su brazo y le lanza los cubos de hielo con la otra.

Ryuu, el pequeño de tres años, ríe. Katsuki solo desea que no sea un dolor de cabeza como sus hermanos.

Mierda. Mierda. Mierda. Mierda.

Ochako y su boca tendrán una follada increíble esta noche.

El resto de la tarde es Katsuki tratando de lidiar con los cinco niños. Hay bromas contra él, Haruki es el principal culpable y Hime se encarga de que las bromas perduren.

Katsuki se agota justo cuando Shouto y Deku aparecen para llevarse a sus demonios. Como siempre, estos niños se transforman desde que saben que sus padres están al otro lado de la puerta.

—¡Gracias por cuidar de nosotros! —los cuatro niños mayores se inclinan mientras agradecen al mismo tiempo.

—Muchas gracias, Kacchan, siempre sé que puedo contar contigo.

Katsuki solo gruñe, no le dirá nada sobre la fuerte mordida que recibió de Sana en su espalda. Cuando todos se van a casa, Katsuki empieza a recoger el gran desorden que hay.

—Kats, ya lleg… —Ochako llega con su hija dormida en brazos y se queda en blanco al ver su casa completamente desordenada, incluso hay comida tirada en el piso.

Katsuki pone los ojos en blanco mientras gruñe justo cuando Ochako comienza a gritarle por el estado de su casa.

Odia a los demonios.

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La publicación será semanal.

Espero les halla gustado y puedan darle amor a la historia.