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Esta historia es una colaboración entre autoras.

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Katsuki recuerda la primera vez que Deku tiene a su primer hijo, el pequeño bastardo de Haruki, las desagradables lágrimas que soltaba al tener al pequeño bastardo y futuro dolor en el culo. Cuando no supo cerrar la boca sobre lo que hizo a la madre del enano, este se empezó a comportarse como un infeliz con él, una vez que el anciano padre del bastardo de IcyHot se largó con su mujer en un viaje extenso por el mundo para arreglar su desagradable matrimonio más muerto que el mar con el mismo nombre. 

Aunque eso era debatible porque Rei y Enji llamaban a sus hijos y sabían de cada uno de sus nietos que los amaban a pesar de que sabían del triste pasado familiar —al menos en el caso de los hijos de Izuku y Shouto—.

Si él pudiera regresar en el tiempo, jura por la vieja bruja de su madre que le hubiera tapado la boca a la loca de Ochako que se ofreció a cuidar a Haruki y luego a la rata doble cara de Hime, seguidas de las dos chocantes gemelas que eran el aire acondicionado averiado de su hogar y finalmente a Ryuu el pequeño IcyBaby.

Al principio fue pasable, luego llegaron las molestias del mocoso mayor que le pateaba bajo la mesa a pesar de que Ochako estuvo ahí para luego abandonarlo como un puto perro; y cuando Hime dejó de usar pañales la maldita se convirtió en una patada en los huevos junto a las gemelas que dejaron de joderlo un poco cuando Ochako se embarazó y ella se volvió una patada en los huevos y en el culo.

El embarazo ponía más insoportable, castrosa y tragona a su mujer que pedía consejos al maldito de Deku que en un futuro no muy lejano tendría a Ryuu.

Katsuki realmente pensaba mandar a castrar al bastardo de IcyHot, sobretodo desde la desastrosa cena donde le embarraron crema batida y de afeitar en la cara, además de escuchar como los malditos conejos follaban; dejar viudo a Deku era seductor, pero implicaba que los mocosos lo mataran a punta de palos como si fuera una maldita piñata, como casi lo hicieron la última vez.

—¿Seguro que te encuentras bien para cuidar a Ryuu? —preguntó Izuku con un gesto preocupado que Katsuki quería quitarle a punta de explosiones solo que todavía tenía la pierna enyesada y eso involucraba mucho movimiento.

—¡Ya te dije que si maldito inútil!, solo es uno de tus bastardos hijos y es el menos molesto.

Izuku miró a Haruki que apretaba su mirada a Katsuki que se la regresaba notando que la pequeña bestia cargaba una mochila que debía tener las cosas de Ryuu y unos cuadernos para él, porque desde su incidente la maldita rata piensa ser doctor y cuidarlo en el futuro. Pero ni de joda se tocaría por ese monstruo, capaz que lo mataba como creyó que le pasaría.

Ese pequeño bastardo se iría a aprender un poco de Izuku al hospital donde hablarían con los doctores, enfermeras y los demás extras, mientras la princesa de los demonios fue a ver si se inscribía a unas clases de gimnasia rítmica con su bastardo padre y las gemelas se hallaban con la hermana de IcyHot, por lo que no serían su maldito problema. Bueno no todos.

Izuku murmuraba y Haruki afirmaba lo que sea que en ese momento de locura atacaba al quirkless mayor.

—¿Estas seguro?

—Sí, ya vámonos. Estoy muy emocionado de aprender para cuidar al tío Katsu en el futuro.

—¡No me vas a cuidar!

Aku GakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora