Capítulo 16⚔

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AXEL.

Lidya, Gisel y Alina ingresan corriendo al hospital, nosotros las seguimos. Le pidieron a la chica de mesa de entrada información sobre Paula y nos indicó que estaba en una cirugía. Nos indicó que en la sala de espera estaban los familiares, así que deducimos que eran los chicos.

Fuimos hasta allá y encontramos a Erika sentada en un sofá, sus piernas estaban pegadas a su pecho y eran abrazadas por sus brazos. Estaba mirando un punto fijo y el maquillaje estaba corrido por todo su rostro.

—¿Como está? — pregunta Alina.

—No lo sabemos, nadie nos dijo nada solo la llevaron a una cirugía — explica Tyler.

Lidya maldice.

— Esa maldita Mila va a sufrir por hacerle esto.

—De eso no hay duda, voy a destruirla — asegura Erika sin mirarnos.

Está totalmente desaliñada y su cuello tiene una marca roja. Quisieron ahorcarla. Está envuelta en enojo y en venganza, la impotencia de no poder hacer nada es mucha y eso la llena más de ira y tristeza.

Gisel recibe una llamada y sale. Miro a Valentín y tiene la mirada perdida, no hemos hablado desde el puñetazo que me pegó. No sé disculpo y yo tampoco lo haré por las cosas que le dije, a veces el orgullo me domina, pero no dije nada que no fuera cierto.

Lucas llega con un taza de café y se lo da a Erika, ella lo recibe y bebe. Ambos se quedan en el sofá en silencio.

—¿Hace cuanto ingresó?— cuestiona Valentín.

—Hace una hora y nadie vino a decirnos nada — murmura Tyler con fastidio.

Salgo de la sala y camino hacia Gisel que está apoyada contra una pared. Corta la llamada y me mira.

—Era Carol, ella y Simón tienen información valiosa.

—¿Como la consiguieron?

—Resulta que el jefe de la mafia alemana les contó algunas cosas — explica y se sienta en el piso. Me siento a su lado por impulso y la miro curioso — no me mires.

—Tengo derecho a mirar a quien quiera.

Ella gruñe y me mira. Tiene el labio partido, su ojo está rojo y pronto se pondrá morado. Además de que su atuendo está lleno de sangre y sus nudillos están lastimados. Golpeo a Hans con mucha ira y eso me sorprendió.

—Me dan ganas de golpearte — confiesa.

Sonrío y asiento.

—¿No tuviste suficiente esta noche? Golpeaste a todo guardia que se te cruzó.

Ella baja la mirada. ¿Esta avergonzada? Esa faceta nunca la vi y menos en ella que tiene un ego hasta por los cielos.

— No te avergüences, estuvo estupendo.

Ella me mira y suelta una risita llena de ironía.

—No es nada lindo, créeme — mira sus manos — es horrible.

—¿Eres la única de ustedes que le pasa eso? — cuestiono y ella frunce su ceño confundida — que se pone en blanco y mata sin control y que tiene una técnica de combate muy....

—Salvaje — completa ella y asiente — entrene desde los cinco para ser la luchadora. Aprendí con las mujeres de la base, entrene por mi cuenta viendo vídeos de técnicas y pasaba todo el día practicando. En las misiones me acostumbre a ser la asesina sin corazón.

—Aparte de ser la asesina sin corazón en las misiones, también lo eres cotidianamente — ella me mira y asiente — te acostumbraste a serlo y no puedes cambiarlo.

sɴᴀᴋᴇs [ᴢᴏᴅɪᴀᴄᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora