sɴᴀᴋᴇs [ᴢᴏᴅɪᴀᴄᴏ]

Capítulo 20⚔

LIDYA.

Miro hacia mi madre y sonrío. Luce tan relajada y feliz junto a Robert, ambos están en el balcón charlando y riendo. Jamás creí ver a Robert de esta manera, tan sonriente la mayor parte del tiempo tiene cara de ogro.

—¿Acosas a tu madre?

—Que te importa, momia — el sonríe y se acerca —¿quieres café?

Valentín asiente y le paso una taza con su café. Son las ocho de la mañana y somos los únicos despiertos, a excepción de mi madre y Robert.

—Linda mañana — comenta y lo miro con una ceja arqueada —¿que pasa?

—Fue un comentario nada normal en ti, ¿te encuentras bien? — toco su frente con mi mano y el la aparta riéndose — y ahora sonríes en la mañana, Dios este día comienza muy bien.

—No exageres — aclara su garganta y da un sorbo a su café — ¿qué haces despierta a esta hora?

—No tenía sueño — digo con simpleza y lo miro — ¿qué tienes en la mejilla?

Su mano se dirige a la mejilla derecha y frunce su ceño. Sonrío levemente y sacó la mancha de pasta dental que tiene cerca de su boca. Sus ojos miran atentamente mi cara y no puedo evitar morder mi labio. Sus ojos color miel me analizan, eso provoca nervios en mi y aparto mi mano.

—Listo — sonrío y doy un sorbo al café con el cual me quemo — mierda — chillo y evito mirarlo.

—Estas nerviosa — concluye — ¿tanto te provoco?

Lo miro sorprendida.

—No provocas nada — dejo la taza — absolutamente nada.

—Claro, como digas — sonríe y se acerca — pero se analizar a las personas y tu estabas demasiado nerviosa, ahora estás a la defensiva y pronto estarás enojada.

—No digas estupideces — lo miro con el ceño fruncido. El tiene una sonrisa burlona y me está mirando fijamente — no me mires, se que estás analizándome.

—Bien — deja la taza de café y se acerca demasiado — dejo de analizarte si admites que te pusiste nerviosa.

—No admitire una mierda — espeto y el se ríe — prefiero a tu lado amargado, este lado tuyo me cae mal.

—Ya estas enojada — concluye.

Bufo y me alejo de el. Detesto que me analice, pero lo que más detesto es que tenga razón en todo lo que diga.

Ingreso a la habitación y me lanzo a la cama. Gisel quien duerme conmigo esta en el baño, es raro que esté despierta a esta hora. Ayer estuvo muy pensativa, incluso habló conmigo y Paula preguntando que se siente que alguien te guste. Sinceramente ninguna pudo contestarle, pero lo que llamo mi atención fue su extraña pregunta.

—Hija — mamá ingresa y sonríe.

—Creí que seguías con Robert.

—De hecho estaba con el, pero te vi discutir con ese chico — se sienta a mi lado — ¿qué pasa?

—Se llama Valentín, mamá — bufo — y no pasa nada, es normal que tengamos peleas. Siempre logra sacarme de quicio.

—¿Solo eso?— indaga con una mirada preocupada.

—¿Que otra cosa sería? Sólo son tonterías, nada de que preocuparse— veo la duda en sus ojos — ¿en qué estás pensando?

—Nada, solo que al principio los vi muy bien y luego tu te enojaste.