Narrador
La angustia estaba en sus pecho, el miedo salía disparado por sus poros y sus mentes estaban maquinando algún plan que los mantenga libres o aunque sea vivos.
Mientras Alina luchaba por sus vida, llorando por el dolor y sintiendo como trataban de sacar un fierro de su pierna, Simón sufría con cada intento, no quería que la rubia perdiera su pierna o aún peor, su vida. Las chicas vigilaban que nadie se acerque, lejos de los llantos de agonía de Alina, pues escucharla así las llenaba de impotencia hasta que la pelirroja decidió tomar el control. Las cuatro mujeres se acercaron a Alina y ahí la voz de Lidya se hizo oír.-Basta, iré por un médico al hospital.
-¿Estas loca? Si sales de aquí te van a atrapar - dice Erica
-Voy a arriesgarme.
-No, pueden atraparte y nos quedamos sin ti y sin doctor para Alina -habla Carol y cierra sus ojos cuando Alina agarra su mano, sabía que la rubia no resistiría y esta entre la vida y la muerte - ¿Tu que dices?
Alina asiente lentamente, quizás muy en el fondo ella sabía que moriría sin un cirujano o un médico profesional, Simón sabía de medicina, pero no lo suficiente.
-Te acompaño, ustedes cuídense - dice Carol agarrando su pistola y saliendo del escondite junto a la pelirroja.
-Revisen en la ambulancia necesito darle morfina, solo había una dosis de anestesia y ya se le pasó el efecto - avisa Simón - solo necesita mantenerse consiente hasta que regresen.
Ambas hermanas revisaron toda la ambulancia y por fin, encontraron una dosis de morfina. Paula miraba con horror esa escena, si bien han tenido estas experiencias, nada quita el hecho que Alina quizás muera.
-¿Dónde estarán los demás?-indaga Paula angustiada tocando su abdomen
-Estarán bien.
-La reina mandó al FBI para atraparnos, ella no pudo y mandó a otros a hacer su trabajo -concluye Simón.
-Es un hija de puta -gruñe Erika apretando sus puños.
Mientras ellos platicaban, en otro lado de la ciudad los chicos se movilizan para llegar junto a ellos y en camino a un hospital, totalmente encubierto sin levantar sospechas, iba Lidya y Carol.
-Al regresar tomaremos una ambulancia
Carol la mira y asiente. La pelirroja estaba decidida en buscar un doctor o un cirujano, al mejor del hospital para salvar a Alina, pero con lo que no contaban era que alguien más sabría que movimientos harían.
Al entrar al hospital ambas caminaron hacia la recepción, donde una dulce mujer rubia estaba atendiendo una llamada. Carol le muestra la pistola que tenía en su bolsillo y le hace una seña para que no grite. La mujer asintió levemente temblando, mientras que ambas amigas tenían un rostro siniestro que temías que te puedan matar. Lydia agarra el brazo de la mujer con fuerza pero disimulando para que no noten nada fuera de lo normal.
-No digas nada, solo guianos con el mejor cirujano de este mugriento hospital - ordena Carol y la mujer asiente.
Caminaron por el hospital en dirección a un consultorio, justo donde estaba un hombre canoso no más de cincuenta años
Y con un bata blanca. Al ingresar cierran la puerta y Lidya camina hacia el dándole un golpe con la pistola dejándolo inconsciente y la mujer chilla llorando.-¿En serio? - la mira Carol -¿porqué lo golpeaste?
-No iba a colaborar para ir con nosotras - responde Lidya.
-¿Como lo llevamos ahora genia?- se burla Carol.
-Una silla de ruedas, sácale la bata, los lentes y ponle otra cosa - sonríe Lidya
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sɴᴀᴋᴇs [ᴢᴏᴅɪᴀᴄᴏ]
AcciónSeis chicas criadas en una base de espías, una base dónde solo habitan mujeres criadas para matar y realizar misiones peligrosas. La vida las llevará a conocer a seis chicos criminales, unos chicos que viven de estafas y carreras ilegales. Seis chi...