El principal problema a la hora de crear un personaje, es que los autores no saben qué ingredientes añadir a su receta y los dejan más planos que una pizza y tan sosos como un huevo sin sal. He aquí unos cuantos detalles que todo personaje con un mínimo de profundidad debe tener para cumplir con el más indispensable de los requisitos: ser verosímil.
– Proporciónales miedos. No importa cuán valiente proclame ser un personaje, sea un héroe o no. Para calar en los lectores, estos deben sentirse identificados con él o ella en algún aspecto; y esto se logra haciéndolos parecer personas reales. Las personas reales y ordinarias tenemos miedos, así que haz que tu personaje también los tenga. Ya sea una fobia a las alturas, a las ranas o a las arañas, no importa cuán absurda parezca mientras haya una razón para su existencia. ¡Incluso podría temerse a sí mismo!
– Propíciales defectos. Todo personaje debe tener debilidades. Tal vez sea egoísta, huraño o agresivo por algo que le sucedió, o simplemente que es así. Un personaje perfecto no es real y causa rechazo. No temas darles defectos, incluso físicos: una cicatriz, un lunar feo, una discapacidad... El lector siempre agradece ver algo diferente.
– Haz que fallen. Los personajes infalibles carecen de evolución y, por lo tanto, de interés en una historia. Para añadirle una cuota de emoción extra a tu historia, es imprescindible que tu protagonista bueno/a fracase de vez en cuando y aprenda de sus errores. Jugar con las emociones del lector es el gran secreto de todo escritor.
– Que evolucionen. El personaje no debe ser igual al principio que al final; aprenderá algo durante su camino, sobre todo de sus errores. Un claro ejemplo de lo anteriormente expuesto es Yūgi Mutō, de Yu-Gi-Oh!, quien en el manga comenzó siendo un niño tímido y solitario que dependía de la ayuda de Yami Yūgi, y terminó mostrándose como un joven determinado e independiente en la película El lado oscuro de las dimensiones.
– Dales un pasado, no necesariamente traumático, pero sí capaz de explicar sus defectos y conducta actual. Ejemplo de esto sería Ichigo Kurosaki, de Bleach, cuya conducta arisca e irreverente se debe a las burlas y los malos tratos que sufrió por parte de quienes se metían con él a causa de su inusual color de cabello.
– Huye de los estereotipos. No encasilles a los personajes por su género o edad. No lo limites a un rol plano con la excusa vana de “lo que debería hacer un hombre” o “lo que tiene que hacer una mujer”. Existen muchos estereotipos, como el heroico protagonista que siempre salva el día, la co-protagonista damisela en apuros, los amigos de cartón, los villanos sin personalidad que solo son maldad pura, el viejo sabio oportuno en el guion, la rubia villana hueca, entre otros. Todos tienen en común pecar de intolerantes, sosos, machistas o sin diversidad alguna. Añádele algo de tu propia cosecha, que rompa con los estereotipos. Si hasta la mayor fábrica de clichés y estereotipos del mundo, Disney, pudo hacerlo bien con Mulán, tú también puedes. Otro ejemplo de personajes que rompen estereotipos serían Shrek y Fiona.
– Ten en cuenta la época. Lo que era socialmente aceptado siglos atrás no se parece en nada a lo que parece correcto ahora. Si una mujer se mostrase en escote durante el Medioevo, sería quemada en la hoguera o, cuando menos, tachada de prostituta y rechazada por la sociedad. No obstante, que un personaje viva en una época de ideas atrasadas no significa necesariamente que sea alguien retrógrada. Existen personas con pensamientos adelantados a su época; de no ser así, nunca habríamos evolucionado tecnológicamente. Tal es el caso de Jo, en la película Mujercitas, quien creía que las mujeres debían votar porque era su derecho como seres humanos y ciudadanas de su país en el Estados Unidos de 1869.
Los personajes femeninos
Esto casi merecía un apartado propio, pero al final me decidí a incluirlo aquí. A decir verdad, hay un gran problema con la creación de los personajes femeninos. No creo que tenga nada que ver con si son escritos desde un punto de vista masculino o no. El problema está dado más bien porque casi siempre terminan cayendo en cientos de estereotipos. Puede que sea inevitable caer en un par de ellos, o incluso tiene su atractivo hacerlo a propósito; pero de ahí a reducir a las mujeres de las historias a ser meros adornos, apéndices del protagonista masculino para que este se luzca rescatándolas, objetos de deseo o el interés amoroso del personaje varón, es pasarse de la raya. La culpable de esto es la sociedad, por otorgarle más valor a la belleza de la mujer, que a su inteligencia o a sus cualidades. Y es que no importa realmente que ella sea una Miss Universo que pasea en cueros por la calle, mientras tenga una personalidad definida y un valor argumental; pero si su único propósito es excitar a los personajes masculinos, ahí falla algo.
Incluso cuando son protagonistas de sus propias historias, su construcción como personajes suele ser fallida, porque están excesivamente sexualizadas o romantizadas, y lo único que hacen es pasarse la trama entera tratando de llamar la atención de un hombre. Ese es el caso de Sakura Kinomoto, de Sakura Cadcaptor, quien tiene tanta personalidad como una piedra y está primero tras Yukito y luego tras Shaoran. En contraposición, tenemos a Carmen Sandiego (la de la serie homónima de Netflix, 2019), una mujer fuerte, independiente y femenina cuya belleza no es lo más destacable en ella, sino que lo son su inteligencia y audacia, cualidades que no van reñidas con el aspecto físico; tanto es así, que no está sexualizada (ni siquiera sutilmente) ni muy romantizada.
A continuación, algunos tips para crear buenos personajes femeninos.
– No la cosifiques ni deshumanices. No importa si es la villana; ella no está ahí para que los hombres babeen al verla ni la acosen con la mirada. Es un ser humano, no un objeto de deseo. Eso se llama “cosificar” y es la mejor manera de destruir a cualquier personaje, femenino o no.
– ¿Cuál es su valor? Mi pregunta se refiere, no a cuál es su papel dentro de la trama, sino a qué objetivo quiere alcanzar como individuo, de manera personal. Hay personajes que, si bien hacen avanzar la trama, no poseen ningún valor por sí mismos. Otros son simplemente meros estorbos. Haz que tus personajes femeninos tengan siempre un objetivo, más allá del protagonista. Un ejemplo de esto es Li Luo, de la serie china Ice Fantasy, una mujer ruda, divertida y una fuerte guerrera que se ha jurado a sí misma que no seguirá siendo inferior el resto de su vida y siempre encuentra la manera de demostrar que merece ser algo más que una mortal. Ella tiene un objetivo, además de ser el interés amoroso del protagonista y la co-protagonista de la serie. En contraposición, tenemos a Lan Shang, en la misma serie, una princesa sirena caprichosa, malcriada e irritante, la cual es cosificada repetidamente a lo largo de la serie, es la causa de problemas (guerras) de modo constante y solo es un estorbo argumental.
– No hagas a un hombre con ovarios. Las mujeres de tu creación pueden ser rústicas y con ciertos comportamientos masculinos; pero tienen que ser mujeres. Por razones biológicas, sí, lloramos con más frecuencia y facilidad que los hombres, somos físicamente más débiles (aunque esto puede ser superado de algún modo); la conducta maternal y la ternura también son rasgos propios de la mujer. Los personajes femeninos deben poseerlos en mayor o menor medida para lograr que sean completamente creíbles.
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Algunos aburridos tips para escribir fanfics y más bla bla bla
RandomConsejos sobre: ⏫¿Por qué escribir fanfics? ⏫Creación del título. ⏫Hacer una buena portada. ⏫Crear la mejor sinopsis. ⏫Tener una correcta ortografía (Imprescindible). ⏫Idea, trama y estructura. ⏫La narración. ⏫Los diálogos. ⏫Los personajes. ⏫OC's y...