Algunos aburridos tips para escribir fanfics y más bla bla bla

IX. OC's y su correcto uso y creación

¿Qué es un OC?

Un OC (Original Character o Personaje Original) es un personaje inédito insertado por el autor en la trama para darle coherencia a esta o simplemente para representarse a sí mismo o a un personaje de su creación, ya sea masculino (OMC) o femenino (OCF).

En pocas palabras, son personajes creados por el autor del fanfic, inexistentes en la obra original.

  Siete pasos para crear a un OC

1-. ¿Es realmente necesaria la introducción de un OC? Plantéense esta pregunta antes de comenzar. Tal vez la trama no tenga una necesidad argumental de introducir más personajes y la estemos sobrecargando de elementos que después pueden ser un estorbo que no sabremos cómo eliminar, sobre todo si son OC's secundarios.

2-. ¿Cuál será el rol del OC? ¿Será el protagonista de su propia historia? ¿Un nuevo villano? ¿El interés amoroso del protagonista (sea nuevo o no)? ¿Mejor amigo o familiar inédito de algún personaje? Cuidado a la hora de asignarle más de un rol a un OC (por ejemplo, ser la hermana de un personaje y el interés amoroso de otro). Puede resultar un buen gancho, pero es complicado.

3-. Háganlo encajar dentro de la historia. Que su apariencia, personalidad, gustos y forma de ver la vida no se contradigan con la esencia de la obra o el mensaje que transmite.

4-. Preparen cuidadosamente su apariencia y personalidad. De qué color son sus ojos, su pelo, su piel, la forma de sus labios y su cuerpo, modo de vestir, algún detalle que resalte de su aspecto (lunares, cicatrices, pecas, arrugas, entre otras cosas); los valores morales por los que se rige (dígase su código de honor personal), su temperamento, carisma y manera de comportarse. Así a ese chico de ojos azules no le cambiarán a verdes a medio fanfic, ni esa dulce muchachita soltará cien palabrotas en el capítulo 20 sin explicación aparente.

5-. Tomen en consideración los datos personales y los detalles. Dónde nació, en qué fecha, cuánto mide y pesa, su ocupación, manera de caminar, postura, tono de voz... Son cosas pequeñas que enriquecen a los personajes. Recuerden que, si para la única cosa que nos sirven un OC es para ser la novia de Petronilo, es un personaje flojo y, por lo tanto, sobrante.

6-. Denles una motivación que encaje con el argumento de la obra. Si es una trama de venganza, hacer un OC que busque venganza o quiera detener una es la mejor idea. Pero recuerden que la motivación de un personaje debe ser solo una (aunque por el camino aparezcan alicientes secundarios) y ha de ser lo suficientemente poderosa como para impulsarlo a evolucionar. No hay nada más satisfactorio que ver a ese chico que empezó siendo una liebre asustadiza convertirse poco a poco y justificadamente en una persona valiente hasta llegar a ser un héroe (poco a poco, tampoco puede ser de golpe).

7-. Por último, un buen personaje es el que puede parecer una persona real; y las personas reales tenemos fallos y defectos. No teman darle imperfecciones bien reconocibles a sus personajes. Hagan que se equivoquen y echen a perder las cosas en alguna ocasión.

Todos estos aspectos deben concentrarse en las famosas fichas de personajes.

Recordatorio: Los mejores personajes tienen dos cualidades: profundidad y matices.
Profundidad comprende el que no sean tratados como elementos frívolos o superficiales en la trama. Los personajes son lo más importante dentro de la trama y así debe considerarlos el autor.
Matices significa decir no a los personajes en blanco y negro. Debemos enriquecer, darle virtudes al villano y defectos al héroe.

Nota oficial: Los nombres de los personajes son un tema muy importante, pues deben adaptarse a la personalidad, contexto y época en que viven, pero sobre todo al país del que proceden. No es lo mismo ponerle Sinfreno López a un chofer de ómnibus, que Eustaquia Prieto a una joven del siglo XXI o Juana Ramírez a una rusa.