Algunos aburridos tips para escribir fanfics y más bla bla bla

Estereotipos y clichés de los fanfics

Una selección de los estereotipos y clichés más repetitivos que he visto. No tengo nada en contra de estas dos cosas, pues para algo existen; pero seguir haciendo siempre lo mismo, sin cambiar al menos ciertos detalles, es aburrido.

1. Mujeres inútiles

Es, probablemente, el único estereotipo que odio en realidad por ser denigrante y machista. Esas protagonistas sin personalidad que no aportan nada a la historia, solo se la pasan llorando o sufriendo, siempre tienen que depender de un hombre (pues su historia individual no sería ni medianamente interesante sin sus contrapartes masculinos) y que su única función es tener sexo con los protagonistas e inspirar compasión en el resto de los personajes deben desaparecer. No estoy diciendo que todas las protagonistas femeninas deban ser rudas guerreras súper poderosas que destrocen mundo y medio, porque tampoco hay que irse al otro extremo y masculinizarlas; pero sí tienen que ser emocionalmente fuertes; capaces de ser un pilar de apoyo, no solo para los protagonistas masculinos ligados a ellas, sino también para los demás personajes que la rodean. Se vale que se quiebren de vez en cuando, sí; que muestren la sensibilidad característica de las mujeres. Que lloren, pero que se levanten con renovada fuerza y muestren su inteligencia emocional. ¿Quién dijo que las mujeres son siempre buenas amas de casa? Renoven, cambien, rompan estereotipos.

2. Hombres que solo piensan en sexo

Sí está demostrado científicamente que los hombres piensan en sexo 7 veces más que las mujeres, pero eso no significa que sean unos insensibles sin corazón. Por cuestiones culturales, a los hombres les es más difícil expresar sus emociones; pero eso no quiere decir que solo les interese satisfacer sus necesidades biológicas. Al igual que crear personajes femeninos sin personalidad y dependientes de los hombres es un acto machista y una forma de violencia, medir a todos los hombres con la misma vara llamada "todos buscan lo mismo" es también un modo de violencia contra ellos. Ambos sexos deben ser tratados equitativamente y no se diga más.

3. Rayita.

Ya he hablado de ella antes, así que no tengo mucho que decir; excepto que, al que inventó esta cosa, le quedó el alma ardiendo.

4. Famosos criminalizados

No entiendo por qué ciertas/os escritoras/es dicen ser fanáticos de determinado artista y en los fanfics lo retratan como: violador, secuestrador, mafioso, pandillero. Si eso es ser fan, no me gustaría tener ninguno. ¿Dónde queda el prestigio de esas personas? No son gente de ficción, existen y tienen una reputación que los fanfics se empeñan en estropear. Esa no es manera de expresar admiración por un ídolo. Definitivamente, el mundo necesita un cambio.

5. Gente perfecta

Esos personajes más buenos que el pan, que nunca rompen un plato y a los que siempre los demás terminan por abusar de su bondad, son menos creíbles que los twits de Donald Trump. Todo el mundo tiene un lado oscuro, nos guste o no. Para crear un personaje verosímil, hay que dotarlo de defectos. Sobre todo, esta gente perfecta nunca sufre las consecuencias de sus errores. Los autores ignoran olímpicamente la ley de causa y efecto, que debería ser la base de toda historia.

6. Brujas sin sentimientos

Otro estereotipo femenino que odio es el de la chica que es mala por el simple hecho de molestar a la protagonista porque sí (o por razones cliché súper triviales, en el mejor de los casos). Detrás de cada personaje malvado debe haber un motivo y una virtud. Tal vez la otra chica molesta a la protagonista por pura envidia, pero es una buena hija o hermana. No todo puede ser tan plano. Además, tachar de "puta" a una mujer porque es coqueta y promiscua (ese es el término correcto para decir que mantiene relaciones sexuales con varios hombres casi al mismo tiempo) es degradante y machista, puesto que es su vida, su cuerpo y puede hacer lo que quiera con eso (incluso si no se respeta a sí misma, la escritora no debería emprenderla contra ella por esto y tampoco las lectoras). Y una infidelidad es culpa de todos los implicados en el triángulo amoroso, no solo del hombre o la mujer (la sufrida "cornuda" no siempre es la víctima de la historia).