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Nota: Matt & Theo en multimedia

11 de noviembre, 2013.

Megara

No puedo apartar mi mirada del rubio que está sentado a mi costado mientras mastico lentamente un pedazo de pan con mantequilla, me observa de reojo bebiendo su jugo de naranja antes de soltar un suspiro. Regresa la atención a sus huevos revueltos ignorándome por completo como lo ha estado haciendo desde que se sentó a desayunar. Todavía no asimilo la idea de que ellos realmente estén aquí, aun siento que estoy durmiendo y que en cualquier momento sonará mi alarma para sacarme del hermoso sueño que creo tener, a pesar de que no he podido dormir en lo absoluto.

Ellos simplemente llegaron con todas sus pertenencias y se instalaron en sus antiguas habitaciones, como si solo se hubieran ido de campamento y estuvieran volviendo de sus largas vacaciones; cuando le pregunté a mi padre, él solo dijo que a partir de ahora vivirán con nosotros, que no haga más preguntas al respecto y que sea feliz con la idea ¿Qué clase de explicación era esa? Mentiría si dijera que no me quedé con la curiosidad carcomiéndome por dentro mientras limpiaba mi rostro que aún seguía húmedo por lo llorona que había sido minutos antes al salir corriendo escaleras abajo para lanzarme sobre los brazos de mis hermanos.

Joder, habían pasado siete años.

Tenía diez años, cuando mis padres se separaron y Megara se los llevo muy lejos; un día llegué de la escuela ansiosa por mostrarle a mi madre lo que hice para ella pero ellos ya no estaban en casa, no estaban los autos de Matt ni los rompecabezas complicados de Theo, su ropa había desaparecido de sus pequeños armarios mientras que papá me esperaba sentado en la sala con la mirada perdida y un álbum de fotos en el regazo, debí suponer que algo malo estaba pasando cuando fue el abuelo Travis quien me recogió de la escuela, era tan inocente que nunca se me pasó por la cabeza que mi madre se iría sin despedirse de mí. Lloré por horas en los brazos de Lucas, preguntándole una y otra vez porque mamá no me quería, sentía que se le quebraba la voz cada vez que me respondía que eso no era cierto, y que volverían pronto, pero eso nunca sucedió. Luego de una semana, recibí una llamada de Theo diciendo que Megara era una bruja y que en cuanto pueda, se escaparía para volver con nosotros.

Quizá ya lo había conseguido.

Estoy tan sumida en mis pensamientos que no me percato que mi padre acaba de entrar a la cocina, hasta que escucho el sonido de la bolsa de comida para Padfoot, lleva un pantalón de vestir negro, con zapatos muy bien lustrados del mismo color, su camisa blanca la cual está remangada hasta los codos tiene los primeros botones desabrochados, y su corbata negra sin anudar cuelga de su cuello.

—¿Pa? — lo llama Theo, sin dejar de observarme —Tengo una pregunta.

Él se sienta a su costado, con una taza de café en la mano y alza una de sus cejas para invitarlo a continuar.

¡Respóndeme Grey! - Saga RG #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora