𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 [𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚] +𝟏𝟖

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Ya me había levantado y había terminado de vestirme por lo que me senté en el piano para tocar una melodia antes de ir con las porristas para la primera clase.

Cuando iba a la mitad de la melodia, siento como me levantan de la cintura haciendo que quede de pie y comenzó a jalarme para caminar.

—¿Pero que mierda? ¿Que te pasa? —bufé soltandome y me miró serio.

—Vamos a ir al comedor y vas a tomar desayuno —ordeno y arquee una ceja.

—Ya tomé —él soltó un suspiro de frustración.

—No mientas, se que no haz comido, anda, camina —tomó mi brazo.

—Malfoy, no tengo hambre.

—Camina —ordenó y lo mire fulminante pero lo ignoro.

—Te digo que no tengo hambre, además tengo que ir a entrenar a las porristas —me queje tirando de mi brazo y paro de caminar.

—Dania, te juro que si no me haces caso, te llevo a rastras y haré que te comas todo lo que hay en la jodida mesa de Slytherin, y sabes que soy capaz, ahora camina —yo rodé los ojos y camine con él tirando de mi brazo.

—Draco, no tengo hambre, y llegare tarde, soy la puta entrenadora —me queje.

—Me da exactamente lo mismo, si no comes, no iras y punto —respondió con tono severo y molesto.

Siguió tirándome del brazo hasta llegar al gran comedor y sentarme en la mesa sirviendome desayuno.

—Come —ordenó— no me hagas repetirlo.

Yo lo mire molesta con destellos rojos chispeantes y comencé a comer bajo la atenta mirada del rubio junto a mi que no se fiaba de dejarme sola ya que sabía que saldría corriendo.

Cuando termine de desayunar, obligada por el oxigenado Malfoy, me levante aún molesta y comencé a caminar saliendo del comedor.

—Me da igual que te enojes, pero no permitiré que te saltes las comidas, y si no vienes a la hora de almuerzo iré por ti y te traeré a rastras si es necesario para que comas —soltó siguiendome pero lo ignore— ¿No me hablaras? —yo no dije nada, aun molesta y con los ojos rojos como llamas— bien, si así lo quieres, pero te iré a buscar para que almuerces —dijo obstinado y lo mire.

—No molestes —bufé parando de caminar y enfrentadolo mirándolo directo a los ojos— si quiero, comeré, y si no, no, punto, odio que me den órdenes y lo sabes bien.

—No me importa, vas a comer si o si, aun que tenga que dártela en la boca, comerás —respondió molesto y apreté la mandíbula con los ojos aún rojos destellando— no me das miedo.

—¿Crees que trato de darte miedo? —solté una risa absurda— si quisiera que me temieras, haría cosas mucho peores que cambiar de color mis ojos —conteste con tono agrio y me di media vuelta para continuar mi camino.

Al seguir caminando, me encontré con Pansy y me siguió.

—Dani ¿Donde entrenaremos? —pregunto Pansy cuando íbamos camino a juntarnos con el equipo.

—Pedí un aula vacía para entrenar y la remodele un poco —conté entrando a las mazmorras donde todas esperaban.

—¿La remodelaste?

—Hm-Hm —afirme— las paredes son de espejos.

Llegamos con las demás chicas que esperaban ansiosas y nerviosas y me miraron.

—Bien, los uniformes están listos, necesito que se los pongan y luego vuelvan, hoy comenzamos los entrenamientos, serán cuatro veces a la semana y durarán tres horas ¿Alguna pregunta? ¿No? Bien, pónganse los uniformes, todos están con sus nombres —hable sin dejar que me interrumpan y les lance el bolso donde comenzaron a buscar sus uniformes.