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—Mi reina, Sarah no quiere irse —Asmodeus llegó.

—¿Como que no quiere irse? —pregunto Mattheo.

—Dice que quiere quedarse con su hijo —contestó y suspiré.

—Bien, que se quede si es lo que desea, no tengo tiempo para lidiar con esto —respondí y Asmodeus hizo una reverencia para luego retirarse.

—¿La vas a dejar aquí? —pregunto Mattheo una vez comencé a caminar.

—Ella se quiere quedar, y no se lo negare —respondí.

—Dania, sabes como es este lugar, no puede quedarse aquí, tenemos que sacarla.

—Si quieres sacarla, hazlo, tu tienes el mismo derecho de mandar como yo, no tienes que pedirme permiso para todo —solté con exasperación y Mattheo bufo para luego irse.

Con Draco volvimos a Hogwarts y ya era de noche como suponia, yo fui a tomar una ducha y me vestí con una camiseta grande y volví a la habitación.

Draco estaba sentado contra el respaldo de la cama leyendo un libro, yo me acerque, me subí a sus piernas y le quite el libro, él me miró y yo deje el libro en la mesa de noche para luego mirarlo.

Tomé su rostro con ambas manos y lo acerque a mi para luego besarlo, él me correspondió enseguida poniendo sus manos en mi cintura y apegándome más a él.

Unos segundos después me separe de él juntando nuestras frentes respirando aceleradamente a causa del beso.

—¿Estas bien? —me pregunto y me aparte un poco para verlo.

—Si ¿Por qué?

—Por qué viste a Marcus.

—¿Y? Es solo una persona más, da igual —respondí y soltó un suspiro, yo lo abrace recargando mi mentón en su hombro— estoy bien, te lo prometo —murmure y Draco acarició mi cabello.

Luego de un rato de estar abrazados y hablando cosas triviales, me baje de su regazo y me metí bajo las mantas.

Draco se levantó, yo tomé mi celular y abrí la camara, él se quito la camiseta y lo apunte con la cámara.

—Hey, chocolate blanco, mirame —le dije y volteo a verme, le saque una foto y se rio.

—A ver —dijo acercándose y se la mostre— Dani, siéntete afortunada.

—¿Por qué?

—Por qué estas conmigo —yo me reí.

—Eres un idiota —él rodo los ojos.

—El idiota que más te gusta —yo me arrodillé en la cama y avance hasta él, pase mis manos por su abdomen sintiendo el relieve que causaban sus abdominales y bese su pecho.

—Mi chocolate blanco —murmure y rio levemente, yo comencé a bajar con mis besos hasta su abdomen besando cada abdominal.

—¿Chocolate blanco? —pregunto con voz ronca.

—Por los cuadritos —respondí y se rio, yo subí a sus labios y los roce sin llegar a besarlo y bese su quijada.

Deje varios besos pequeños y suaves en su quijada y él tomó mi mentón alzandolo con sus dedos haciendo que lo mire.

Sus ojos grisáceos oscuros me veían fijamente, su mirada era indescifrable y penetrante que me hacía sentir pequeña y con su toque podía sentir como si estuviera en el cielo aun que perteneciera al infierno.

Sus labios rozaron los míos suavemente hasta unirse en un beso lento como una danza erotica saboreando el dulce sabor de la lujuria.

Con mi lengua roce su labio inferior pidiendo permiso para adentrarme en su cavidad bucal y accedió, mis manos ascendieron desde su abdomen hasta sus hombros pasando mis manos por estos.

𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 [𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚] +𝟏𝟖 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora