𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 [𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚] +𝟏𝟖

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Dos semanas después.

Dania.

El sonido del ascensor sonó dando a entender que alguien había llegado a este piso, yo aun algo dormida, me levante y camine hasta mi closet para tomar una bata y salir para luego ir a la sala.

—¿Dani? Ya lleg- —ahí vi a Mattheo junto a un rubio mirando los varios cuerpos de hombres y mujeres semi desnudos y algunos desnudos por completo solo con algúna especie de arnes decorando su cuerpo— ¡¿Que mierda Dania?! —volteo a verme y él rubio aun miraba con los ojos abiertos la escena.

—No avisaste que llegarías hoy —conteste como si nada y fui hasta la cocina por un vaso con agua.

—¡Dania limpia esto ya! —bufo— ten un poco de respeto por la casa.

—Mattheo, no estoy de humor para tus sermones, tengo sueño y me iré a dormir, no me molestes —bufé pasando junto a ellos tratando de ir a mi cuarto pero Mattheo lo impidió.

—Dania, limpia esto ahora —demandó apretando mi brazo y tire de el para luego rodear los ojos.

—¡Se acabó la fiesta! —grite y las personas que dormían plácidamente, se despertaron y comenzó a levantarse quejándose, yo con mi magia comencé a limpiar todo el desastre mientras ellos se iban y cuando quedó todo impecable voltee a ver a Mattheo— ya esta, ahora deja de joder.

—¿Hiciste una maldita orgia en nuestra casa? Dania, estas jodidamente loca —bufo.

—¿Y que? Agradece que no me metí con ellos. Mattheo deja de joder, ni a papá le importa lo que haga aquí —bufé— ¿sabes que? Me canse, me voy, a ver si tienes algo de que quejarte cuando no esté —solté y fui a mi habitación para luego armar mi maleta y cambiarme de ropa.

Cuando termine de hacer mi maleta y vestirme, salí de la habitación y ahí estaba Mattheo y Malfoy.

—¿Es enserio? Dania, te estás comportando como una niña pequeña —yo solté un suspiro de frustración.

—No molestes.

—Dania... ¿Podemos hablar? —pregunto Draco y lo mire.

—No —Respondí tajante.

Camine hasta el ascensor y entre en el, y antes de que se cerrarán las puertas, Draco entró conmigo y las puertas se cerraron.

—Dania, mirame —yo no lo hice— Mírame —yo rodé los ojos y lo mire.

—¿Que quieres? —pregunté de mala gana, cortante.

—¿Como estas? —pregunto.

—Fuera de tu alcance —contesté y las puerta del ascensor se abrieron.

Yo salí y Draco me siguió, camine hasta el estacionamiento y abrí el maletero de mi auto, ahí dejé la maleta y abrí la puerta del auto pero Draco la cerró evitandome entrar y acorralandome.

—Quítate —traté de empujarlo— ¿no dijiste que me dejarías en paz si te rompía el corazón?

—No me lo rompiste, por que se que no lo dijiste en serio —yo rodé los ojos y lo empuje pero no se quito— Eres una necia, escuchame idiota —bufo y me cruce de brazos.

—Dejame en paz ¿tan dicifil te es entender esas tres palabras? ¿Tan bajo es tu coeficiente intelectual? —pregunté despectiva.

—Callate —bufo— Dania, por favor, arreglemos esto, han pasado tres putas semanas en que no he sabido casi nada de ti.

—No es por mi culpa —rodé los ojos— tu fuiste el imbecil que quiso quitarme la inmortalidad. ¿Que creías? ¿Que te perdonaría así de fácil luego de lo que intentaste hacer?