𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 [𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚] +𝟏𝟖

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—¿Y hablaron? —le pregunté a Cedric y me miró asintiendo— ¿Que te dijo?

—Qué estaba confundido pero que yo... Yo le gustaba un poco —yo abrí los ojos.

—¡Al fin! Mi hermano al fin no es un idiota —solté y rio— ¿Y que harán?

—Pues vamos a salir un poco y ver que sucede —yo asentí.

—Como le rompas el corazón, te corto las pelotas, lo digo en serio —él trago saliva y asintió.

—Pero ¿Y si él me lo rompe a mí? —yo suspiré.

—Pues se las cortare a él —Cedric rio.

—Nos vemos luego, debo ir a clase —dijo y asentí.

Cedric beso mi mejilla y se fue, yo fui a mi clase y me senté junto a Draco que estaba escribiendo palabras sin sentido en una hoja.

Yo tome su pluma y la hoja y escribí mi nombre para luego devolvérsela y rio levemente.

—Me gusta tu letra —comentó y luego escribió su nombre, yo mire la hoja y reí.

—Me quedo mejor a mi —él rodó los ojos.

—La mía es mejor —yo negué divertida y saque mi pluma y una libreta.

Mire a Draco que estaba con los brazos arriba de la mesa cruzados y miraba todo a su alrededor con un gesto de molestia.

Medí su rostro con la pluma y comencé a hacer un boceto, luego fui haciendo los ojos, la boca y la nariz, lo comencé a detallar poniendo sombra en algunas partes dando un efecto de profundidad y en otras dibujaba un brillo.

Un rato después hice unos últimos detalles y puse mi firma en la parte superior de la hoja.

—Toma —dije y le di la hoja, Draco miró el dibujo y luego me miró sorprendido.

—No sabía que dibujabas tan bien —comentó mirando el dibujo.

—Hay muchas cosas que no sabes de mi —él sonrió.

—Me di cuenta.

El profesor entró y la clase comenzó, yo tomé la mano de Draco y comencé a jugar con sus anillos, estaba demasiado aburrida.

—Señorita Morningstar ¿Tan aburrida le parece mi clase que no está prestando atención? —Snape me miraba fijamente, yo lo mire conectando su mirada con la mía y me recargue en la silla.

—Si le soy sincera, si, su clase es demasiado aburrida, su voz es demasiado lenta y huele a chivo y amargura —conteste y frunció el ceño.

—Mocosa insolente, no permitiré este comportamiento en mi clase, hagame el favor de retirarse y vaya al salón de castigo, a ver si ahora tiene de que quejarse —dijo y me levante tomando mi bolso.