𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 [𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚] +𝟏𝟖

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—¿Sigue en la doncella de hierro? —pregunté a Asmodeus y asintió.

—Si, sigue ahí como usted lo ordenó.

—Mi padre no permitió que desterrara a Marcus al lago de fuego —conté y Asmodeus suspiro.

—Tranquila mi reina, algún día lo permitirá —yo asentí y fui hasta donde seguía Marcus.

Mire a la doncella de hierro, era una especie de ataud con agujas que perforaban la piel sin llegar a profundidad pero hacia que la persona dentro de ella se desangrara.

Abrí el "ataud" y ahí estaba Marcus, débil y con sangre por todos lados y al momento de abrirlo Marcus cayó encima de mi y yo reaccione y lo agarre.

Lo lleve hasta la mesa donde comenzó su tortura y lo deje ahí, estaba desmayado por la falta de sangre pero sus huesos ya estaban casi como antes, lo note al tocar su pierna.

—Confiaba tanto en ti... —solté un suspiro y luego de unos segundo pensando en si seguir con la tortura, Marcus abrió los ojos.

—Dani —murmuró débilmente y lo mire sin una pizca de sentimiento— lamento todo lo que hice, y se que merezco todo esto, pero por favor, te lo suplico, no me envíes al lago de fuego —pidió tratando de sentarse.

—No iras, mi padre no lo permitió, pero no por eso te quedaras sin sanción —él asintió— como ya te mencioné antes, tu magia fue revocada y no podrás ser invocado, por lo que te quedaras en una celda vigilado por alguno de mis carceleros —Marcus me miró.

—Gracias Dani —contestó tratando de tomar mi mano pero la aparte.

—No fue por que quise, si fuera por mi, ya estarías en el lago de fuego, y aún soy tu reina, tu superior, dirígete hacia mí con respeto —solté y salí de ahí— llevalo a una celda del exilio —le dije a Belial y asintió para luego hacer una corta reverencia y se fue.

—Mi reina, volvió —dijo Azazel.

—Si, sólo venía a decir que mi padre no me permitió desterrar a Marcus al lago de fuego, pero si quieres puedes divertirte un poco con él —Azazel asintió y sonrió.

—Gracias mi señora —luego de una reverencia se fue.

—¿La acompañó? —pregunto Asmodeus y asentí.

—Si, vamos —él tomó mi mano y fuimos a Hogwarts, hablamos un poco en mi habitación y luego se fue.

Me di una ducha de agua caliente para relajarme y luego me puse una camiseta tipo musculosa gris corta para dormir.

Salí del baño y ahí estaba Draco recostado contra el respaldo de la cama leyendo "Romeo y Julieta"

—¿Te gusta esa novela? —pregunté sentandome a su lado.

—Más o menos, si lo piensas, es muy retorcido, la niña tiene como 13 años y el tipo tenía como 17 o 18 y ambos se enamoran, al final Julieta se mata con un puñal cuando ve que Romeo murió envenado al creer que ella estaba muerta —yo reí levemente— es una tontería trágica y retorcida.

—¿Por qué retorcida? Solo se amaban, el amor no es un pecado —conteste.

—Ya pero la niña tenía 13 y él tipo tenía como 18, son varios años de diferencia y además, a los 13 no se diferencia bien entre el amor y el capricho —yo negué.

—Desde que una persona tiene uso de razón ya es capaz de amar de forma real, y a pesar de que ella era una niña, amaba a Romeo y él a Julieta y soportaron a sus familias que se odiaban entre sí, y si eso no es amor no se lo que es, pero en lo que a mi respecta, a pesar de ser un amor prohibido por varias razones, es una obra muy interesante desde el punto de vista que decidas verla —exprese mi opinión.