𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 [𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚] +𝟏𝟖

62

Luego de un arduo trabajo para entrar en Gringotts, conseguimos la copa y la llevamos a Hogwarts, Potter llegó también junto a Ronald y Hermione a mi habitacion, el guardapelo estaba destruido y la copa la destruí al llegar a mi habitación, ahora solo quedaba un Horrocrux por destruir y era la serpiente que siempre estaba con él.

—¿Como lo haremos? Para encontrar a la serpiente —pregunto Harry.

—Lo mismo me pregunto, no sabemos dónde está —siguió Hermione.

—Yo digo que esta con él, escondida —soltó Ronald.

—Efectivamente está con él, oculta —respondí— debemos ir a donde esta y yo lo distraere mientras que los Malfoy se encargan de los mortifagos y ustedes matan a la serpiente —me miraron.

—Pero es demasiado peligroso exponernos así —dijo Granger y suspiré.

—Lo es, pero es un riesgo que debemos correr si quieres salvar a tus padres muggles —la mire con desprecio y apretó los puños.

—¿Tu aprovecharas para matarlo ahí? —pregunto Potter.

—Sería alucinante —soltó Ron sonriendo como idiota.

—Es lo que planeo —respondí la pregunta de Harry.

—Bien, haré lo que esté en mis manos para protegernos ¿Están conmigo? —les pregunto Potter a Hermione y Ronald.

—S-si... —dijo Granger.

—Por supuesto amigo —dijo Ron y sonrieron.

—Entonces ¿Cuando quieres hacerlo? —pregunto Draco quién se había mantenido en silencio.

—Lo más antes posible, así no tendrá mucho tiempo para ocultar a la serpiente —dije y asintió— pero primero vayamos con Zabini.

—Bien, entonces al volver comenzaremos con todo el plan —dijo Draco y asentimos.

—Nos avisan —Dijo Harry y los tres salieron de mi habitación.

—¿Vamos? —pregunté y asintió.

—Voy por mis cosas —salio de mi habitación y mientras yo empaque un poco de ropa para terminar el fin de semana en casa de Blaise.

Cuando teníamos las cosas listas, visualizamos la mansión Zabini y llegamos. Tocamos la gran puerta y nos abrió un elfo, nos llevó a la sala de estar y ahí estaban los cinco.

—¡Llegaron! —Blaise y Pansy se nos abalanzaron y nosotros los apartamos.

—Antipáticos —soltó Pansy bufando.

—Dani, Draco, bienvenidos —Beatrice nos abrazo brevemente sonriendo.

—Gracias —dijimos la unísono.

—Le diré a un elfo que lleve sus cosas a sus habitaciones, ya regreso —dijo sonriendo y se fue.

—¿Como estas? —pregunto Mattheo y me abrazo por los hombros llevándome hasta el sofá.

—Viva aún —respondí y rio.

—Hola Dani —saludo Ced y revolvió mi cabello.

—Diggory —solté en forma de saludo.

—Toma —Blaise me entrego tazón con gomitas de color verde y rojo— le dije a mamá que comprara para ti ya que son los únicos dulces que te gustan.

—¿Como sabes que son las únicos que me gustan? —pregunté.

—¿Como no saberlo? Draco siempre habla de que los únicos dulces que te gustan son las gomitas pero solo verdes y rojas, sin azúcar por encima y que mientras las comes no dejas que nadie más saque, el chocolate suele ser una excepción a veces —contó— dice que cuando piensas mucho, fumas o tocas el piano, también que te gusta leer pero te gusta más cuando él te lee un libro, te gustan los deportes extremos pero tus favoritos son los que tienen que ver con motocicletas, cuando estas aburrida comienzas a jugar con tus anillos o garabatear una hoja, odias con todo tu ser ser una persona cariñosa o melosa, lo odias de sobremanera y es por eso que cuando Draco te pidió ser su novia por primera vez, le dijiste que terminarían si te decía algo cursi —Draco tenía una expresión de querés matar a Blaise— y también dice que terminó odiando las cosas de pareja gracias a ti y que le dan repulsión, también dice que eres muy inteligente y le haces ver el mundo de otra forma o lo haces dudar de sus creencias, también... —Draco le tapó la boca.