— Entonces... ¿Fracasaste?
— Podríamos decir que si. –sonrió el héroe junto a la rubia
— Claro...
La rubia lo miró de reojo y comenzó a dudar de ella misma, ya que hasta ese día estaba segura de recordar a los portadores de los miraculous pero gracias a Viperion... todo parecía un pequeño recuerdo creado.
— Bueno, entonces... ¿Podrías darme tu número?
— No lo sé... Que tal si descubro tu identidad secreta.
— Te aseguro que eso no sucederá. –sonrió con ternura– Aunque eso podría ayudar a saber si me considerarías digno de hablarte...
— Descuida, eso no sería tan influyente; todos los días hablo y convivo con personas que no son dignas –dijo apoyándose en sus codos, sobre el barandal del balcón.
— Entonces... ¿Te daría igual quien fuera?
— De cierta manera –dijo mientras en su mente veía una y otra vez los rostros de los que, se suponía, eran los portadores.
— En ese caso, ¿Puedes darme tu número?
La rubia sonrió y entró a su habitación, acercándose a una pequeña mesita en la que tenía una pequeña libreta.
— Procura no molestar muy tarde. –sonrió y al terminar de anotar su número en una hoja, quitó la misma y se la entregó al héroe.
— Lo prometo Queen. –sonrió y tomó la hoja– Ahora si te dejo descansar, de seguro mañana tienes clases o cosas por hacer
— Tienes razón. Debo terminar mi equipaje
— ¿Tae vas de viaje?
— Si, debo ir a New York por algo para mí graduación.
— Bueno... En ese caso dejaré que termine sus cosas. Hasta luego Queen.
La rubia sonrió y se dió vuelta para regresar a su habitación, segundos después volteó a ver hacia su balcón, confirmando la retirada del héroe.
Por su parte, Viperion fue a un callejón cercano a su hogar para destransformarse y descansar.
Después de una noche sin lograr dormir, Luka se levantó de su cama y comenzó a prepararse para comenzar su día.
Una hora después ya se encontraba con Juleka, cerca del instituto. En cuanto llegaron, su gemela se despidió del azabache para acercarse a Rose
— Couffaine
El ojiazul volteó a ver a quien lo llamaba, encontróandose con Félix quien era acompañado por Zoé.
— Hola, ¿Cómo están?
— Bien, ¿Y tú? –notando las ojeras del azabache, Félix arqueó una ceja– ¿Trabajaste hasta tarde?
— No, simplemente no pude dormir.
— No deberías salir en ese estado. –Zoé sonrió y sacó una botella de agua.
— Gracias. –correspondió con una pequeña sonrisa– Solo espero no quedarme dormido en el autobús
— Descuida. –se acercó a la limosina que la trajo y después de unos segundos regresó con ellos– El chófer de Chloé te llevará.
— Hey... No es necesario, yo puedo...
— Nos vemos más tarde. –dijo la rubia ignorando las palabras del guitarrista.
— Ja, ya veo quien manda –dijo burlón mientras Félix se sonrojaba.
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Te Haré Mi Reina / Chloé Y Luka
FanfictionUn sentimiento comienza a surgir, algo que podría durar mucho o quizás poco tiempo.