Parte 204: La vieja universidad

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Los detectives del miedo se habían dividido por equipos, siendo uno de ellos el conformado por Esther, Marybeth y Nicolás Zemo.

¿Problemas? Que se toparon con un zombie de camino a la universidad.

"Vale... ¿de dónde habrá salido?"

"No hay cementerio cerca..."

"Ni vehículo, lo más cercano que hay es la universidad abandonada"

"Suena al típico sitio donde un científico loco crearía zombies"

"Bien pensado, Dunston"

Ambos regresaron al vehículo, donde Esther parecía no estar de buen humor.

"¿Pasa algo? Enana"

"Vete a la mierda..."

"Esa boca..."

"No soy una cría, imbécil"

"Eso no quita que no debas ser educada, Esther"

Marybeth hizo un esfuerzo enorme por no burlarse de toda esa situación, principalmente porque no quería ser asesinada mientras dormía.

"¿Qué vamos a hacer ahora?"

"Ir al edificio más cercano a investigar"

"Ojalá os muráis..."

"Nicolás, ¿es normal que me amenace de muerte?"

"Ocurre todo el tiempo"

"Veo que te has acostumbrado"

"Después de algunos meses..."

"Callaos... de una... vez..."

Había algo en esos dos que realmente ponía a Esther enferma, aunque no terminaba de entender qué era. Tras algunos minutos llegaron a la universidad abandonada.

"Bien... ¿qué perseguimos?"

"Zombies..."

"Rectifico, ¿a quién perseguimos?"

"No tengo ni idea, podría ser cualquier cosa como... un meteorito, un arqueólogo imprudente, una maldición, científicos locos..."

"No creo que una horda de zombies cuente como un Terror"

"Ya, de ser así el libro sería más grande"

Esther bajó del vehículo con ellos, resoplando al ver el edificio casi en ruinas.

"¿Desde cuando lleva este sitio abandonado?"

"Mediados de los ochentas, tengo entendido"

"Si alguien lo está habitando, ¿no debería haber un vehículo o algo así?"

"Bien pensado, Esther"

"Sí, no creo que se pegue a andar tantos kilómetros cada vez que venga..."

"Sita Esther, ¿alguna deducción más?"

"Qué idiota..."

La asesina revisó un poco el lugar desde fuera, notando que estaba a oscuras, demasiado si alguien habitaba allí.

"¿Seguro que buscamos a una persona?"

"Tal vez... pero sin coche..."

"Las luces están todas apagadas"

"Entonces no es un humano si un virus o una..."

"O usa un poco la cabeza y piensa que podría haber un sótano"

El periodista ya tenía asimilado que dijese lo que dijese iba a recibir desprecio.

Nunca se consideró alguien conformista y podía molestarse, pero al final del día eso no cambiaría nada. Además, la mayoría era fachada.

"Bueno, coged un arma y entremos"

"Adelántate Nicolás, sé un hombre y haznos de guía"

"Claro, voy abriendo las puertas del Instituto Satánico para Señoritas"

"Friki..."

Marybeth recargó su arma y cogió una pistola, mientras que Esther cogió un revolver y su clásica navaja.

"Dime, Esther, ¿a veces no te pasas un poco con Nicolás?"

"¿Con él?"

"Sí, siempre lo tratas fatal"

"Me irrita simplemente"

"¿Por qué? No es mal tipo"

"Siempre está con bromitas, tomándose todo con humor y tonteando por ahí con mujeres"

"Emm... ¿cómo?"

"Si no suelta un chiste cada cinco minutos..."

"Eso no, lo de las mujeres"

"Cállate..."

"Espera un momento, ¿tienes celos de nosotras?"

"Evidentemente no"

"Los tienes" - no pudo evitar reírse - "¿De verdad te molesta que hable con nosotros?"

"Cierra la maldita boca"

"Guau, esto es lo más..."

Su frase se cortó cuando ambas escucharon un disparo procedente del interior del instituto.

Detectives del Miedo Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora