Parte 238: Prueba de contacto

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Mientras Esther y compañía se encontraban en Nueva York tratando con el policía maníaco de turno... otros sucesos tenían lugar en un par de condados cercanos.

Una chica de pelo castaño y ondulado se acercaba a un edificio lleno de trasteros en renta.

"Buenos días"

"Buenos días" - le respondió una mujer más mayor - "¿En qué puedo ayudarle?"

"Llamé para alquilar un trastero"

"¿Nombre?"

"Pfeifer Brown..."

Pfeifer muchas veces se asombraba de cómo podía ocultarse tan fácilmente en la sociedad. Simplemente usaba el apellido Brown en lugar de Ross.

Y nadie sospechaba de ella...

"Todo el regla" - dijo dándole la llave - "Número sesenta y seis"

"Muchas gracias"

"Dispone de él hasta final de mes"

"Intentaré recordarlo"

La chica fue hasta el trastero en cuestión con una mochila a cuestas.

Se aseguro de que la puerta estuviese bien cerrada una vez entró y luego hizo una llamada con su teléfono móvil, conectándolo a un altavoz.

El resultado fue una voz femenina algo menos raspada que la suya.

"¿Hola? Buenas tardes, ¿con quién..."

"Soy yo, Pfeifer"

"Pfeifer, me alegra escucharte, ¿cómo estás?"

"Mal..."

"Como todos por aquí... ¿surtió efecto tu plan?"

"Lo he probado por el método tradicional, pero nada... me queda la invocación..."

"¿No crees que puede ser peligroso?"

"Si funciona será más peligroso para ellos que para mí"

"¿Qué hay de la cuarta en discordia?"

"Le llamaré después del ritual... si todo sale de acuerdo al plan..."

"Todos saldremos ganando"

"Luego hablamos"

Pfeifer sacó de su mochila una velas negras así como una tiza con la que empezó a dibujar símbolos en el suelo del trastero.

Luego sacó un pequeño libro y comenzó a hablar en un idioma extraño, decepcionándose cuando vio que no había pasado nada.

Cogió el teléfono móvil y marcó otro número.

"Pfeifer, cielo, ¿cómo andas?"

"Mal"

"¿No ha surtido efecto el hechizo?"

"¡No!" - respondió enojada - "Esos desgraciados... le han hecho desaparecer..."

"Pfeifer, ¿estás bien?"

"........"

"Pfeifer, quizás no puedas ver más a tu padre..."

"........"

"Pero eso no quita que no puedas vengarlo"

"........"

"Eres una chica muy lista, seguro que tu plan puede seguir adelante con estas modificaciones..."

"Claro... claro que puedo..."

"Genial, respecto a lo que me pediste..."

"¿Lo lograste?"

"Sí, ya te contaré todos los detalles"

"Mientras les mantengamos separados tenemos oportunidades..."

Pfeifer parecía haberse tranquilizado un poco, sacando un pañuelo de su mochila con el que secarse algunas lagrimas.

"Aunque... siendo sinceras..."

"........"

"Lo mejor sería poder vernos en persona"

"Sí, no es mala idea..."

"Tu padre no está para darte esos poderes... pero yo sí..."

La joven morena pensó en ello por algunos segundos antes de empezar a recoger sus cosas.

"Bien, tenemos que aprovechar la ventaja..."

"¿Recuerdas con quién hablas?"

"........"

"Yo siempre aprovecho todo..."

"........"

"Y no voy a desaprovechar una oportunidad como Carrie White..."

"Prepara a tus chicos"

"Lo estarán..."

La llamada se cortó y a los pocos minutos Pfeifer salió del trastero solo para encontrarse nuevamente con la encargada del lugar.

"Disculpe, señorita Brown"

"¿Ocurre algo?"

"Nos han informado de que olía algo raro proveniente de su trastero..."

"He encendido unas velas aromáticas"

"¿Velas?"

"Sí, ¿por qué? ¿hay algún problema?"

"No está permitido el uso de objeto inflamables, fumar o..."

"Lo siento mucho" - le interrumpió con una sonrisa - "No volverá a pasar"

"No pasa nada, señorita Brown"

Pfeifer se marchó allí pensando que no tendría que volver en mucho tiempo.

Cogió su número de teléfono y volvió a marcar a la primera persona con la que habló. Tenía una buena oportunidad para matar a Carrie White.

Detectives del Miedo Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora