Parte 349: Generaciones

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Siglos... he vivido por muchos siglos... he vivido oculto de todos y del sol mismo, como si de un recluso fuese... pero... ¿y si cambiase ese paradigma?

¿Cuántas derrotas hubiese evitado? ¿Cuántos enemigos hubiesen muerto al intentar enfrentarme? 

Soy un monstruo, lo reconozco... y me gusta serlo... quiero serlo... pero también busco lo que la escoria humana puede, caminar y gobernar bajo el sol...

¿Acaso eso es un crimen?

"Señor Van Helsing..."

"........"

"¿Acaso querer vivir no es suficiente para haber removido cielo y tierra?"

El cazador, con estaca en mano, crucifijo y la mirada fija en el vampiro no se inmutó ante sus intentos de empatizar.

"Vivir con la meta de subyugar es simplemente abominable"

"¿Los granjeros no hacen lo mismo con sus puercos?"

"Son personas... sienten... viven... aman..."

"Yo siento... pena por vosotros... y amo... cómo os postráis ante mi..."

"Y también podemos vivir"

"Pero no para siempre" - puntuó mientras se acercaba - "No como yo..."

"Ahí está la gracia de la vida, en que es efímera"

"........"

"Sino no sería tan valiosa"

"........"

"Tú no tienes vida, Drácula"

"A mi..."

El monstruo se convirtió brevemente en una niebla negra que avanzó rápido hasta Anthony para luego cobrar su forma real.

Le estaba agarrando del cuello con fuerza y odio.

"Me hablas de usted..."

"........"

"Y me vas a llamar Conde... ¿entendis..."

Pero Van Helsing no iba a dejarle terminar su arrogante parloteo.

Rápidamente intentó atravesarle el pecho con su afilada estaca, solo para ser detenido por la otra mano del vampiro.

"Tengo dos manos, Van Helsing"

"Yo... yo..."

"¿Tú qué?"

"Yo también... idiota..."

Con su otra mano el profesor le atacó con otra estaca, clavándosela en el cuello.

Esto le provocó un fuerte daño que lo hizo retroceder, solo que segundos después se la quitó notablemente enojado.

"Miserable..."

"Soy un Van Helsing... arf... podremos ser idiotas, pero también perseverantes..."

"Tu antepasado fue un necio con suerte..."

"Arf... arf..."

"Tú no contarás con ella..."

Anthony desenfundó su pistola, pero falló en su primer disparo.

Drácula dedujo que debía contener balas de plata que si bien no lo matarían sí le producirían dolor... él no sentía dolor...

Él causaba dolor...

"Trucos baratos..."

"Arf..."

El vampiro en su forma de niebla comenzó a rodear a Anthony, quien portaba la pistola en una mano y la estaca en la otra.

"¿Merece tanto la pena? ¿Dar la vida por unos tristes humanos?"

"Los humanos somos ruines... vengativos... codiciosos..."

"Me das la razón..."

"Pero al igual que todo ser tenemos el derecho a vivir... ser libres..."

"Yo busco esa libertad..."

"Pero a costa de vidas... de familias..."

"........"

"Quieres matarnos porque tienes envidia... ¡mi bisabuelo lo sabía!"

"¡Cállate!"

La respiración de Van Helsing de cortó en el momento en que Drácula emergió a sus espaldas y le atravesó la espalda para llegar a su corazón.

"Tu bisabuelo era un necio..."

"........"

"Y tú también..."

"No... no..."

"........"

"No ganarás..."

Mientras Drácula observaba a su oponente caer inerte no pudo evitar escuchar un fuerte ruido proveniente de la puerta.

El Santo apareció, golpeándole en la cara y haciéndolo retroceder.

Detrás de él fueron apareciendo sus compañeros, siendo que Tina corrió hacia el cuerpo del Profesor Van Helsing.

"Profesor... profesor, conteste..."

"Un puñetazo..."

"........"

"Cuán ridículo creéis que estáis haciendo... ¿cómo os atrevéis a atacarme con un simple puñetazo?"

"Tina" - le habló Judy a su compañera - "¿Cómo se encuentra?"

"Está... está..."

"Muerto"

Con esta palabra el vampiro volvió a ganarse las miradas y la atención de su público. Uno especialmente descortés con él.

"Con el corazón roto... je..."

"........"

"Y pronto os reuniréis con él..."

Detectives del Miedo Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora