CAPÍTULO 25

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CONNOR

Llegó el sábado, estuve debatiendo entre contestar a Emily o no, pero de verdad que desde la anterior vez nos vimos tenía muchas ganas de verla, aparte de que necesitaba asegurarme de que estuviese bien. Necesitaba verla. Ansiaba tenerla cerca y escuchar su risa. Deseaba más que nada que hoy no derramase ni una sola lágrima. Anhelaba verla.

Quería organizar una cita o quedada, ya no sabía ni cómo llamar a lo qué teníamos, más especial. Quería que recordara esa noche toda su vida, que quedara marcada para ella. Y bueno, pensé que sería buena idea llevarla al muelle que se encontraba frente a su casa y con suerte desde lejos podría ver qué hacía April.

La gente me tachará como acosador, controlador o adjetivos similares, pero April ha sido de las pocas personas que me mostró algo de cariño en mis peores momentos.

Cuando me fui de casa de mis padres, o más bien cuando huí de ella, April me brindó todo lo necesario para sobrevivir, como por ejemplo una cama en la que dormir o un techo en el que vivir durante los días de lluvia.

Ella fue capaz de convencer a sus padres de que me dejasen quedarme en su casa solo durante unos días, aquellos en los que granizaba o había tormenta y hasta día de hoy sigo agradecido por ello.

Aunque hubo una temporada en la que tuvimos un distanciamiento porque no fui capaz de decirle la verdad cuando me preguntó. Aquel día que se cuestionó su existencia lo único que hice fue levantar los hombros. Así se lo pagué, mostrándome indiferente cuando ella más necesitaba una respuesta de mí, en realidad, en esos momentos, ella era la única persona a la cuál le tenía cariño, pero siempre fui un cobarde al cual no le gustaba mostrar sus sentimientos, ni mucho menos admitir que hay algo en su vida de valor que le aterra perder.

No es todo tu culpa. Gran parte sí, pero ellos te criaron así. Te criaron para que fueras así, y ahora tienes miedo a que a la mínima que tengas algo que te importe venga alguien y te lo arrebate.

Por una vez, mi conciencia tenía razón.

En cuanto a los enfrentamientos que tuve con Liam no me sentía para nada orgulloso de ellos, estaba fuera de sí, no controlaba mis impulsos, no pensaba, estaba tan destrozado tanto físicamente como mentalmente que no era consciente de mis actos.

Lo único que necesitaba era arreglar las cosas con April, la quería, la quería muchísimo, pero la cosa no iría a más. Ella era más que feliz con Liam, como nunca la había visto, y debería alegrarme por su felicidad, pero todavía no había sido capaz de sentirme así.

*conversación a través de mensajes:

Connor (yo)

¡Hey!

¿Te parece que quedemos hoy a las 20h en el muelle?

El que está al lado de tu casa.

Emily

Sí, sí, perfecto, tengo muchas ganas de verte.

¿En el muelle?

Mierda, ese mensaje de <<Tengo muchas ganas de verte>> me había dejado K.O. Estaba empezando a sentir cosas por mí y eso no podía pasar, no iba a traer nada bueno y no podía destrozarla más de lo que estaba. A decir verdad, yo ya sabía lo mal que estaba, y no me enteré por otras personas, me enteré por ella, ella fue quién me lo contó entre sollozos y yo lo único que hice fue darle falsas esperanzas y aumentar sus adicciones, no le paré, simplemente le brindé lo que ella me pidió hasta que llegó a un punto en el que estaba completamente ida, dijo cosas que, bueno, no sentía. Y que yo no podía ofrecerle.

Todo era demasiado bonitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora