Todo era demasiado bonito

EXTRA CONNOR Y EMILY

Pequeña notita:)

Primero que todo, agradecer las 10k lecturas. Todo esto ha sido gracias a los que seguís aquí, gracias por apoyar esta historia desde sus comienzos hasta día de hoy. Ojalá que este extra os haga tanta ilusión y lo améis tanto como yo lo he hecho al escribirlo y al leerlo posteriormente <3 "Cheri Cheri Lady", "Be My Lover", "What Is Love"...son algunas de las canciones que os recomiendo que escuchéis mientras leéis este capítulo. Y sin más dilación, os dejo con el capítulo...

— ¿Connor? —dice Ben al otro lado del teléfono. Con sus brazos apoyados sobre el mostrador de la barra. Se encuentra en la esquina de la barra de un bar, uno en el cual lo tienen más que fichado. En este los dueños dejan que Ben venda droga, a cambio de que los clientes se queden y gasten su dinero en cualquier consumición. Les sale rentable, e incluso ellos también hacen uso de los servicios de este. Por lo que todos salen ganando, excepto por el momento en el que Ben debe salir del bar por la puerta trasera para que no le detengan. Lleva tanto tiempo huyendo, que aún se pregunta cómo ha sido posible que no haya acabado entre rejas.

Incluso Connor había pisado la trena antes que él.

¿La causa...?

El motivo de que lo detuviesen tanto a él, como a Emily —exacto, a Emily también—, fue un tanto peculiar.

Algo predecible viniendo de ellos.

Siendo específicos..., no, no los detuvieron por la escena que protagonizaron cuando la rubia se subió sobre la moto. Que probablemente era lo que el resto hubiese pensado. A ciencia cierta, podrían haberles detenido por eso, sí, pero suerte que nadie los vio.

La verdadera razón por la que ambos acabaron en el calabozo —tan solo por unas horas— fue porque pararon en el arcén de una carretera poco transitada para... Para algo, que según ellos, era de "absoluta necesidad". Por surrealista que parezca, esa fue la declaración que dio Connor cuando le preguntaron por qué habían hecho lo que habían hecho. Ello mientras Emily apoyaba su cabeza sobre el hombro del pelinegro, escondía su rostro en él mientras se reía tímidamente por lo previo dicho.

La verdad era que la carretera estaba ubicada entre pequeños pueblos casi abandonados, por lo que apenas pasaban más de diez coches al día. Desgraciadamente, detuvieron el coche en el arcén por el que tiempo después pasaría la policía.

Connor, puso todo su esfuerzo para frenar sus impulsos, pero Emily no ayudaba. Fue entonces cuando el primero paró el coche en seco. Acto seguido, Connor se giró hacia ella, Emily desocupó el asiento del copiloto y con ayuda de las fuertes manos del pelinegro, este la tomó de un impulso por la cintura y la colocó sobre sus caderas. Connor, sin poder contenerse más, abrió sus labios y antes de que la rubia reaccionase siquiera, la estaba besando, lentamente. Sus manos sobre el rostro de Emily, descendiendo después sus pulgares sobre su cuello, su clavícula... Acariciando cada parte de ella, mientras ya sofocado, hundía su rostro sobre el cuello de Emily y rodeaba el torso de ella por sus musculados y tonificados brazos.

Junto a ella, abrazado a su mujer. Ese era el lugar en el que se sentía seguro y el hombre más afortunado de la Tierra.

Emily, se decidió por ir besando a Connor desde sus hombros hasta su cuello, mientras que dejaba sus manos sobre el pecho de él. Cuando llegó a su marcada mandíbula, mordió esta, y antes de que llegase a la comisura de los labios del pelinegro, el mismo la había tomado del rostro y había acariciado el labio inferior de la rubita para después morderlo con delicadeza, mirarla a los ojos por unos escasos segundos antes de besarla de nuevo.

La ropa comenzó a sobrarles. Ambos acaloradas y con las hormonas por los cielos, Emily ruborizada cada vez que Connor acariciaba sus caderas, ladeaba una sonrisa mientras elevaba su ceja derecha y permanecía mirándola así como si fuera la única persona del planeta. Esta aún se ponía igual de nerviosa que la primera vez que sus cuerpos se tocaron.