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-Narrador omnisciente-

[Con Mori en la Port mafia].

Oda: aquí está lo que me pidió señor- en sus brazos tenía a un niño con un cabello peculiar, este estaba dormido y sucio.

Mori se emocionó, pero no tanto como cuando ve a niñas pequeñas. El pelinegro se acercó y tomó en brazos al niño.

Mori: buen trabajo Oda, te puedes retirar- le dijo con una sonrisa.

Oda: con su permiso- hizo una reverencia y paso a retirarse.

El de ojos morados tenia planeado utilizar el poder sobrenatural que se rumoreaba del pequeño, para fines de la mafia y el crecimiento de la misma.

Niño: hmm?- comenzó a abrir sus grandes ojos, dejando de lado su cabello, sus pupilas sin duda alguna eran lo más llamativo de aquel menor- ...hola- dio un sonrisa inocente y con confución.

Mori: hola, como te llamas- le dijo sonriente.

Niño: Yumeno Kyusaku...

Mori: bien Kyusaku-chan~ partir de ahora eres de la Port mafia- le dijo aún sonriente.

Yumeno aún adormilado, no entendió lo que estaba pasando y lo que el mayor decía, lo habían segado para poder traerlo a la mafia, pues él no quería dejar a su supuesta familia aunque esta lo tratará como escoria.

Típico de los niños pequeños y manipulables, sin embrago, aún que Yumeno quiera estar con su "familia" también hay cierto odio dentro del menor por lo que le hacían constantemente.

Kyusaku: Port mafia?...- cada palabra se iba apagando con el tiempo, el pequeño estaba cayendo en sueño otra vez.

Mori solo se quedó viendo cómo se quedaba dormido; el pelinegro llamo a personas para que se encargarán de el aseo y cuidado físico del niño.

Mori: cuando esté listo y despierto completamente, me lo entregan de nuevo- dicho esto, las personas se fueron junto al niño.

El nuevo jefe se acomodó de nuevo en su asiento, ser la cabeza de una mafia le caía como anillo al dedo pero a la vez era cansado y algunas veces iba a ser aburrido, era consciente de ello, sin embrago, él quería que aquella mafia prospere y cubrir todos los baches que dejó el antiguo jefe y vuelva a estar en la cima donde debería estar.

En ese momento era su deseo.

Pasaron unos cuantos minutos en tranquilidad y completo silencio, hasta que el sonido vibrante de su teléfono le hizo dar un leve salto en su asiento, con tranquilidad contesto.

Mori: Dazai-kun? Los chicos ya están allí?- hablo tranquilo.

Pero no sé espero que aquel joven que siempre aparenta serenidad y seriedad contestará de manera desesperada, por así decirlo.

Dazai: Mori-san, aliste una camilla de emergencia!, ______-san está al borde de la muerte- hablo rápido y luego corto.

El pelinegro se quedó unos segundos asimilando la situación, para luego llamar a unos de la s hospitales privados que en ese momento la Port mafia resguardaba. Espero con intranquilidad que la línia contestara.

Xxx: buenos días, en que puedo ayudar- la voz femenina y sería contesto.

Mori: hola, requiero los servicios de su doctor especialista en transfusión sanguínea, ahora- dijo también con seriedad.

Xxx: quien se cree, para llamar a solicitar de esa manera- decía prepotente del otro lado de la línia.

Mori: oh! Perdón!- dijo más relajado- soy el jefe de la Port mafia, Mori Ougai- su tono era imponente y autoritario.

De mi, Para ti (dazai x reader) [III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora