Capítulo 2

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- ¿Quieres volver a casa?

El pequeño Kazuha escucho una voz desconocida, pero no veía a nadie, pues, a pesar de no estar todo oscuro, las luces de las velas era muy débil como para ver algo con claridad.

Tras eso asintió, pero parecía que no lo había visto, era normal por la cantidad de luz, así que solo se limitó a soltar un pequeño "sí".

La voz río un poco - Bien, puedo llevarte a tu casa - Kazuha se alegró al escuchar eso, pues ya empezaba a tener frío, aunque la mayor parte del miedo se había ido - Pero no puedo hacerlo gratis, aunque me gustara, no es así como funciona mi poder.

- ¿Poder? ¿Eres un dios? - dijo con un todo curioso, a lo que aquella deidad río.

- Mh... Podría decirse que parecido, pues mi poder solo se activa con pactos - aquella palabra era desconocida para el chico, lo que, debido al silencio, la voz notó - un pacto es como un trato, pero uno que no se puede romper.

Kazuha creía entender, pues, según él, solo debía ofrecer algo a aquel "dios", pero por mucho que pensara no sabría que querría, así que decidió preguntárselo.

- mh... Veamos... ¿Qué tal tú?

Kazuha se veía confundido, no entendía a que se refería con él.

- Parece que no lo entiendes... Pero esta bien, solo debes aceptar

- No - no se podía ver, pero la cara del demonio estaba confundida, pues pensó que podría engañar fácil a un niño, pero se lo había negado.

- ¿Por que no? No es un mal trato, te llevo a casa junto a tus padres, lejos de este bosque, a cambio solo debes entregarte.

- No, no se que significa eso, ¿y si hay trampa?

Un suspiro se hizo presente, la voz pensaba " ¿acaso ese era el mismo chico asustado que había llegado?" normalmente los jóvenes así eran mas fáciles de engañar, pues aceptaban cualquier trato cuando tenían miedo, pero parecía que no sería así.

- Bien, entonces, ¿Qué tal si cumplo cualquiera de tus deseos? Así si deseas que no te lastime a ti o a alguien no lo haré, porque es parte del pacto.

Kazuha lo pensó, eso sonaba mejor, aunque aun no sabía lo de entregarse, pero pensándolo, quizás era porque aquella voz buscaba un amigo, pues el lugar era bastante solitario, por eso dijo que lo quería, pues necesitaba a un amigo, lo que le parecía bien.

- ¡Vale!

No se podía ver, pero la voz estaba feliz, ya lo había convencido.

- Bien, ahora recitaré el contrato, es corto, solo debes decir que aceptas y te llevare a casa, aparte de eso, cumpliré los deseos que tengas, siempre y cuando quieras que estos sean cumplidos.

Kazuha asentía, esperando a que la voz se hiciera presente de nuevo.

- Cumpliré todos tus deseos a cambio de tu cuerpo y alma ¿aceptas?

- Acepto

El demonio sonrió, pues con esas simples palabras el pacto fue sellado, lo que se confirmo cuando por el cuerpo del pequeño empezó a recorrer una gran descarga electro que lo dejo inconsciente.

Aquel mortal paso a ser una simple propiedad de aquel demonio sin siquiera saberlo.

Las sombras del lugar empezaron a tomar forma, tomando la de un chico, la versión humana de aquella voz, de aquel ser... De aquel demonio el cual se lamentaba un poco, pues no pensaba que la descarga dejaría inconsciente al chico, su plan simplemente era transformar la mitad de su alma en un gato igual que hizo para atraerlo, pero esta vez llevándolo de regreso a su casa, pero ahora estaba allí desmallado.

El Pacto 【Tomokazu】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora