El Pacto 【Tomokazu】

Capítulo 14

Kazuha estaba junto a su padre en el patio de casa preparando una mochila, el padre de Kazuha le había dicho a este que le enseñaría a sobrevivir fuera pues era algo que todos debían saber por si se llegaban a perder, sería como un juego y a Kazuha le gustaba además de que podría pasar mas tiempo con su padre.

- Bien Kazuha, recuerda que primero practicaremos con cosas que tenemos a la mano, cuando aprendas pasaremos a la naturaleza - vio como su hijo asentía - pues bien, lo primero es tener las prioridades claras, comer, beber y dormir son necesidades básicas, mientras las cumplas podrás sobrevivir.

- ¿Respirar no es necesario? - Preguntó Kazuha en su inocencia.

- Pues... - el adulto no sabía que responder - es importante, pero nos centraremos en lo que no podemos hacer de forma automática.

- ¿Y si me ahogo o el aire es tóxico?

- ... - el adulto sin duda se había quedado sin palabras, ¿Quién le había enseñando eso a su hijo? No sabía si era un genio o un idiota - bien, eso serán mas a futuro, solo procura nunca ahogarte, se que sabes nadar - respondió al fin el adulto.

El padre de Kazuha sacó de la casa unas colchas y las tiró en el suelo.

- Sin duda tu madre me matará mañana - dijo mientras veía las colchas en el suelo, se iban a manchar - pero bueno, esta vez pasaremos la noche aquí, estamos cerca de casa pero intenta no entrar, ya dormiste una noche fuera así que no debería serte tan difícil - dijo mientras recordaba la noche que encontraron a Kazuha en la puerta de la casa - durante unos días será así, vamos a aprovechar que no hay frío ya, si te enfermas iremos dentro, si sientes otra molestia me dices.

Kazuha asintió, el resto del día el adulto le enseñó a Kazuha diferentes formas de conseguir agua potable dando como preferencia usar la de los ríos que la del mar además del consejo que solo usara esos trucos en caso de extrema emergencia pues era mejor comprar y llevar su propia agua. Era un tema que parecía simple pero se extendió todo el día hasta ser de noche donde tanto padre como hijo se durmieron a las afueras.

Esto se repitió durante varios días, Kazuha iba aprendiendo de su padre formas de sobrevivir por su cuenta, entre ellas cazar, encender un fuego, saber que frutos y hongos eran comestibles, entre otros muchos consejos los cuales iban aplicando. Todas estas enseñanzas Kazuha las veía como un juego entre padre e hijo, le parecía divertido pasar tiempo con su padre y las enseñanzas le parecían divertidas, pero para el adulto todo era muy diferente.

Aquel hombre estaba entrenando a Kazuha para que pudiera sobrevivir sin ellos si la guerra estallaba, su suegro sacrificó su propia vida para darles mas tiempo, este era incierto y debían aprovecharlo al máximo, cualquier día podría ser el último.

Aquellos días de entrenamiento se transformaron en semanas, las semanas en meses y los meses en estaciones indicando el paso de los años tranquilos que vivieron, estos años dieron frutos pues no solo Kazuha aprendió a sobrevivir por su cuenta, si no que también su manejo de la katana mejoró gracias a Tomo, no era ni la sombra de lo que era antes pero aun tenia un largo camino por recorrer.

En ese momento Tomo y Kazuha estaban en el bosque cerca del templo, Kazuha estaba con los ojos vendados mientras sostenía una Katana en sus manos, a su alrededor a diferentes distancias había rollos de tatamis con pequeños cascabeles y una franja roja en en medio, no sabia donde estaban pero tenia que cortarlos por aquella franja con la ayuda del viento y los cascabeles, ese día no hacia mucho viento así que era una tarea complicada.

Mientras Kazuha se concentraba en su tarea Tomo lo observaba, miraba su postura con la Katana, había mejorado bastante y cada vez sus movimientos eran mas parecidos a los del pasado, tal y como quería. En su rostro se formo una sonrisa mientras lo veía y recordaba la vez que vio a su antiguo amor haciendo ese entrenamiento. Movimientos veloces y precisos, sonido casi inexistente que te hacia preguntar si acaso solo fue el viento o la imaginación, todo eso acompañado con unos pasos que parecían un baile y una larga cabellera que se movía con el viento.