El Pacto 【Tomokazu】

Capítulo 13

El cielo estaba oscuro al igual que las vestimentas de toda aquella familia mientras paseaban por aquel lugar que parecía un bosque, cenizas eran lanzadas y llevadas por el viento mientras eran vistas por los ojos tristes acompañados de lágrimas. Un pequeño Kazuha lloraba abrazando a su madre, no podía creer que su abuelo ya no estuviera allí con ellos, no hacia siquiera un día desde que se fue y todos estaban perdidos, el pilar de la familia y el guerrero mas fuerte se había ido ¿Qué pasaría ahora? No lo sabían.

Un gato se acariciaba contra las piernas de Kazuha intentando calmarlo pero ni eso servía, lo agradecía pero no se sentía mejor, no se podía sentir mejor.

Los días siguientes fueron un duelo para toda la familia, los primeros en superarlo fueron los adultos pues eran quienes entendían mejor el significado de la muerte y quienes debían seguir adelante para poder enfrentar los peligros que venían, era difícil pero no se podían quedar tristes todo el día. Todo esto era diferente para Kazuha, el perder a su abuelo era un golpe duro pues no solo era la primera muerte que vivía, su abuelo siempre le estuvo enseñando y haciéndolo reír, su relación era muy cercana y de un día para otro se fue.

Tomo miraba a Kazuha decaído, le gustaría decir que no entendía la razón pero no era del todo cierto pues él mismo estaba en esa posición por culpa de la muerte, pero también había aprendido mucho sobre esta y no podía dejar que Kazuha siguiera triste, necesitaba seguir con su plan y ese escenario solo lo retrasaba.

- Kazuha, está bien, recuerda que está en un mejor lugar donde no siente dolor, quizás esté viviendo una feliz vida ahora - las palabras de Tomo eran una falsa dulce para calmar al niño.

- Y sí... - Kazuha no sabía que decir, ya había hablado con Tomo sobre la muerte pero su pecho se sentía pesado y sus ojos picaban cada que pensaba en su abuelo.

- Se que estás triste, pero no puedes estarlo por toda la vida, tu abuelo quería que vivieras feliz con tu familia, que fueras adulto y te casaras algún día o simplemente viajar, lo que te haga mas feliz, pero no estar acostado todo el día llorando - Tomo hizo una pausa mientras acariciaba el cabello de Kazuha - Seguro te está cuidando y no le gusta verte así, le gustaría que recordaras los buenos momentos que tuvieron juntos y aprendas de ellos. - Las mentiras enlazadas con las verdades eran casi imperceptibles pues casi todo lo que decía Tomo era cierto, de seguro al anciano no le hubiera gustado ver a su familia, y menos a su nieto, llorar su pérdida.

Kazuha entendía sus palabras pero no podía dejar de pensar en la tristeza, era menor que al inicio pero aun dolía, mientras se perdía en sus pensamientos siente como su mano es tirada y lo obliga a salir de su cuarto hasta llegar al salón donde estaba su madre tomando una taza de té.

- Habla con tus padres, distraete un rato - Tomo dijo esas palabras antes de desaparecer, en el momento que desapareció la madre de Kazuha notó la presencia de este.

- Kazuha... Saliste, ¿estás bien? - Dijo con la voz quebrada mientras se acercaba a su hijo quien apenas había salido de su cuarto durante esos días.

Kazuha asintió mientras abrazaba a su madre quien lo llevó adentro y fue a prepararle un vaso con leche caliente para que se relajara un rato.

Madre e hijo empezaron a hablar sobre el suceso, era doloroso recordarlo pero debían superarlo.

- Kazuha, no te preocupes, está en un lugar mejor ahora, alejado del dolor... - dijo la última frase casi en un susuro recordando el horrible estado de su padre, una parte de ella agradecía la muerte pues todo el dolor que debía haber sentido al fin se fue.

- Lo se... - en verdad Kazuha lo sabía, era lo que todos le dijeron pero su mente y corazón iban por separados.

- No será fácil pero lo superaremos, creeme - dijo mientras apoyaba la cabeza de su hijo contra ella lo que hizo que Kazuha se calmara algo mientras tomaba su leche, la mujer lo miraba con una sonrisa triste pues sabía que esos días de paz estaban por acabarse, la muerte de su padre les dio tiempo pero este no sería eterno, pronto ella también debía prepararse para luchar.