Capitulo 361

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Con las idas y venidas no habían podido darle su primer comida a Roma así que ahora que estaban en casa lo iban a hacer querían empezar de a poquito para asegurarse que el cambio no sea brusco así que probarían con un pure de manzana.

Marizza se la quiso preparar así como se la hacia a Cande, y Pablo quiso encargarse de ser quien se la daba a su beba. La agarró en brazos y la sentó en su sillita de comer le acomodó el baberito y esperaron a que esté listo lo que Mari preparaba para la pequeña.

Pablo: -"vamos a esperar que mamá termine de preparar la comida si mi amorcito"-

Mientras esperaba la pequeña Roma miraba con atención esa silla donde la habían acomodado y esa cucharita rosa de osito que habían dejado a su lado.

Marizza: -"aca esta bonito la manzanita para Roma"- ella prefería hacer todo natural no me gustaba la idea de alimentos preparados para bebe porque consideraba que tenía muchos químicos.

Pablo agarro el platito y lo puso en la mesita de Roma para proceder a sentarse a su lado y agarrar esa primera cucharadita de comida –"a ver mi amorcito linda como comes"- dice dándole en la boca, la pequeña Roma miro con asombro aquella sustancia rara que papá ponía en su boca hasta que tomo el sabor hacía sonar su boquita saboreando aquello que hasta ese momento desconocía pero le gustaba

Pablo: -"te gusta mi amorcito está rico viste"- le dice a su pequeña pero como todo bebé no le bastaba probar con su boquita sino que su manita también tenia que conocer eso nuevo que le daban así que mientras comía no dudo un según en meter su manito y comenzar a golpear el plato salpicando por todos lados ese puré marrón y porque no poner en su boquita lo que había en su mano luego de una lucha de comer y descubrir tomo un poquito de agua en su mamadera para que sea más fácil.

Marizza le saco su plato que ya no tenía nada de puré y Pablo la saco de la silla y la agarró en brazos para limpiarla el pequeño detalle es que antes de alzarla se le olvidó limpiarle las manos por lo que al agarrarla la pequeña le estampó sus manitos sucias por todos lados

Pablo: -"me estás ensuciando loquita mira como dejaste a papá"- le dice mientras le quita el baberito la pequeña le sonríe balbucea agarrándolo del rostro y babiandolo al mismo tiempo que limpiaba el puré de su carita en el rostro de su papá cuando Marizza volvió de dejar el plato en la cocina no pudo evitar reírse la pequeña estaba muy entretenida con su papá que estaba todo sucio, busco unas toallitas húmedas y fue donde ellos a limpiarla un poco le quitó el babero sucio y la agarró

Marizza: -"mira cómo estás Pablo comió uno y se bañaron en comida los dos"- dice riendo –"a ver hija vamos a limpiarte así quedas bonita de nuevo y vas a dormir una siestita"- la sienta sobre la mesa y con todo cuidado la termina de limpiar mientras el rubio se limpia un poco el enchastre que tenía sobre él.

Ya limpia cambiadita y con la pancita llena no tardó en dormirse estaba de temprano levantada así que necesitaba esa siesta y para que descanse mejor la llevaron a su cuna, Pablo se cambió por ropa más cómoda y sin puré de manzana.

Pablo: -"como estás para mañana bonita"-

Marizza: -"nerviosa emocionada no se siento que en cualquier momento me quedo sin lágrimas"-

Pablo: -"yo estoy feliz y ansioso me muero por verte llegar con tu vestido al altar no te das una idea de todo lo que espere y soñé con esto mi amor"- se acerca a ella y comienza a besarla, de a poco sus besos comienzan a subir de intensidad provocando que su cuerpo responda más cuando acaria el cuerpo de su mujer y le comienza a levantar el vestido que ella aún llevaba, pero todo tuvo que quedar ahí cuando golpearon la puerta, el rubio se separó brusco de Marizza para intentar esconder la prueba de lo que ahí estaba pasando.

Rebeldes Siempre: Cuatro Caminos un Destino SEGUNDA PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora