Rebeldes Siempre: Cuatro Caminos un Destino SEGUNDA PARTE

Capitulo 312

Pablo: -"porque haces esto no la vez mírala mira a esa bebé es tu nieta Sergio tu sangre tu primera nieta y lejos de disfrutarla haces esto, mírala cuánto se parece a mí a ese bebé que era feliz con su papá y su mamá te acordás"-

Sergio: -"callate Pablo"- le grita y sus matones vuelven a pegarle

Pablo: -"no me voy a callar aunque me pegues Sergio te estoy diciendo la verdad Roma es muy parecida a mi a ese bebé que estaba orgulloso de ser tu hijo que veía en su papá un héroe y vos sabés que es así por eso querés callarme"-

Las palabras de Pablo sumados al llanto de la pequeña beba lo comenzaban a aturdir sentía algo que hace décadas no sentía y no podía explicar.

Sergio mira a la enfermera y le dice –"dasela y que la calle no quiero escucharla"-

Marizza se levanta enseguida del suelo y se acerca a la enfermera para acortar la distancia y agarrar a su beba –"hola mi amor hola mi bonita soy mamá shh shh tranquila que estás con mamá"- le dice a la pequeñita Mientras la acurrucaba junto a su pecho ya no habría forma que se la vuelvan a sacar.

En ese momento se escuchan vehículos de la policía acercarse a lo lejos al lugar Y manda a su gente a tratar de impedir que lleguen a él pero solo eran dos y la enfermera que cuidaba a Roma así que sería bastante imposible, salen y dejan a Pablo ahí retorciéndose por los golpes en el estómago que había recibido.

Sergio: -"vayan e impidan que entre como puede ser que no me hallan avisado que venían ineptos"-

Marizza: -"que paso Sergio esta vez se te fue de las manos todo"-

Sergio: -"no no me van a agarrar no otra vez dame a esa bebe"- dice agarrando un arma que tenía guardada –"es mi boleto de salida"-

Marizza: -"no no te la voy a dar es mi hija y para sacarmela de nuevo vas a tener que matarme te lo aseguro"-

Sin pensarlo Sergio apunto el arma a Marizza y disparo sin darse cuenta que a pesar de estar sin aire por los golpes Pablo se levantaría del lugar donde estaba y se atravesaría en el trayecto entre Marizza y la bala, que impactaria de lleno en él atravesando a la altura del pulmón dejándolo en el suelo no solo perdiendo sangre por la herida sino también por la boca y dejándolo tendido en el piso.

Marizza corrio hacia él con un brazo sujetaba a la beba y con otra presionaba la herida del rubio mientras lo recostaba en sus piernas –"Pablo aguanta por favor amor, Sergio que hiciste heriste a tu hijo"-

Sergio tiro el arma era cierto que estaba odiado con Pablo y con esa chica pero no como para matar a su propio hijo, se acercó a él y se arrodilló a su lado mientras decía –"no yo no quería"-

Marizza: -"sos una basura Sergio, mira lo que hiciste retuviste a tu nieta y ahora le disparaste a tu hijo"-

Sergio: -"no no era a él era a vos vos tenías que morir pero él"-

Marizza: -"el me defendió como yo siempre lo defendí a el sabes que es eso es amor no se si lo conoces o mejor dicho si lo recordas"- dice llorando

Pablo trato de abrir los ojos como pudo entre el dolor y la sangre que salía por su boca levanto como pudo su mano al rostro de la pelíroja –"no llores mi amor va a estar todo bien cuida a nuestra beba y no te olvides que te amo"-

Marizza: -"no Pablo no hagas eso no te despidas porque vas a estar bien"-

En eso su mano cae y queda inconsciente.

Marizza: -"Pablo mi amor no nos hagas esto por favor reacciona abrí esos ojitos hermosos que tenés, que hiciste Sergio"-

Sergio veía a esa chica casi sin fuerzas protegiendo a su beba y estando al lado del hombre que amaba al que había defendido todos estos años aún de él mismo, volvió a mirar a Roma y vio que lo que Pablo le había dicho era cierto esos ojitos de Roma eran los mismo de Pablo esa misma mirada inocente, inofensiva y llena de amor e ilusiones que el echo a perder con su odio y su avaricia, que lo había echo llegar al límite de atentar contra la vida de su hijo el cual había puesto su vida para defender a la mujer que amaba y a su pequeña hija.