Capítulo XII.

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(Narra Jesús)

Me acerqué a Dani en cuanto le vi.

-He oído que Babi está aquí, ¿dónde?-Pregunté, buscándola con la mirada.

-No lo sé.-Me contestó.

-Sí que lo sabes Dani, mientes fatal.

-Bueno pues se ha ido por ahí y ahora no sé dónde está.

-Voy a buscarla.

Me separé de Dani y me dirigí a Samu, que estába en la barra

-¿Has visto a Babi? -Pregunté a Samu.

-¿Por qué?-Me contestó.

-Necesito hablar con ella, ¿la has visto o no?

-¿Sobre qué?

-¿Y a tí qué?

-Soy su novio, me importa.-Dijo remolón. Había bebido de más y estába un poco ido.

-¿Qué?- Mezclé el sentimiento de tristeza con el de enfado.- ¡Mierda!

-¿Qué pasa?¿Te molesta?

-¡Sí! ¡joder yo la quiero!

-¿Qué? -Preguntó Samu.

Ido por la ira, Samu pretendió pegarme un muñetazo. Yo lo esquivé. A continuación lo volvió a intentar, esta vez dándome en la barriga.

Dani entré para separarnos. Yo le aparté de un suave empujón y sin pensármelo le dí un puñetazo en la cara a Samu.

Frente a este acto, todos les rodearon pretendiendo ver una pelea.

Samu le respondió con un empujón e intentó darme otro puñetazo en la cara, pero lo volví a esquivar.

Entre todas las personas, Babi se hizo hueco a codazos y se interpuso entre Samu y yo.

-¿Qué mierda hacéis? -Dijo Babi poniendo cada una de sus manos en el pecho de los dos.-¿A caso sois imbéciles?

-Te quiero Babi.-Dijo Samu a Babi, intentando abrazarla. Ella le empujó.

-¡Estás borracho! -Diji Babi mirándole de mala manera.-Y tú... -dijo mirándome.- Debería darte vergüenza. -Añadió negando con la cabeza y lléndose de aquella multitud de gente.

Yo corrí tras Babi para disculparme por todo.

Salió de la discoteca a la calle, sola. Yo la cogí del hombro y la volví hacia mí.

-Babi... -Estába llorando, con todo el rimel corrido por las mejillas y la mano. Aquellas mejillas sonrojadas que tanto amaba, ahora estában llenas de lágrimas.

-¡Apártate de mi! -Dijo secándose las lágrimas y ardiendo en rabia. -¡No me toques Jesús.- Tenía la voz quebrada.

-Lo siento, me dijo que era tu novio y no lo aguanté.-Dije intentando detenerla.

-¡¿Y tú puedes tener novia y yo no?! -Dijo gritándome, no paraba de llorar.

-¿Qué dices? Yo no tengo novia Babi, no puedo.

-¡No me mientas! -Gritó sin fuerzas.

-Babi tranquilizate.- Le agarré de las manos.

-Jesús, suéltame por favor...-Dijo sin ganas, casi a susurro.

Se deshizo de mis manos y se fué andando hacia un banco, donde se sentó sola.

La primera vez que veo a Babi en casi cuatro meses y acabamos peleando.

Quise ir a disculparme por todo, pero Dani se me adelantó. Le miré receloso, ¿qué tenía que decile? Esperé a que acabasen de hablar, y tras 15 minutos después Dani se fué de su lado y entró al local dándole antes un beso en la mano a Babi.

Cuando Dani entró, me acerqué rápidamente a Babi y me senté junto a ella. Miró para otro lado, intentand evitar mi mirada. Yo la miré fijamente.

Me llegaron a doles todos esos días que llevaba sin verla. Estába más alta, más delgada y muchísimo más guapa. ¿Cómo pudo haber cambiado tanto en cuatro meses?

-Te he echado mucho de menos Babi.

-No.-Volvió la mirada a sus manos, temblorosas.

-¿No?

-Si me hubieses echado de menos no te hubieses ido sin despedirte. Me dejaste como si no tu hubiese importado.

Me quedé parado. Tenía toda la razón, fuí un estúpido.

-Volviste Jesús, volviste y antes de volver ya habías encontrado a otra.-Me miró a los ojos. Estába llorando y aproximé mi mano a su mejilla para secarle la lágrima que la recorría. Ella me apartó el brazo antes de que la tocara.

-Fuí un estúpido.

-Lo fuiste.

-Y lo siento.

Sacó de su bolso un papel de propaganda. Me cogió la mano y me lo puso en ella. Me cerró los puños provocando que este se arrugase, a continuación lo cogió y lo estiró.

-¿Está igual que antes?

-No.

-Yo tampoco.

Se levantó del banco y se dirigió a la parada de taxis de la cera de enfrente.

Mientras pasaba por el paso de peatones...

Cinco votos y sigo.

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