Más de lo que imaginas.

Capítulo XIV.

(Narra Babi)

La sonrisa más bonita del mundo se posó ante mi.

En ese momento se me olvidó por completo la razón por la que estaba enfadada con Jesús, aunque la verdad es que nunca lo tube claro.

Me acarició la cara y apretó los labios haciendo que se tranformases en una líneas perfecta. Se le notaba a la legua que moría por besarme. Yo también, para qué voy a engañar.

-Lo siento.-Dijo con un tono de voz muy ronco. -Te quiero, te quiero, te quiero.-Dijo bajando el tono de voz hasta llegar a un mínimo susurro que me erizó la piel.

-Yo también Jesús, más de lo que imaginas.-Unió sus labios con los míos muy tímidamente. Echaba de menos esos dulces labios rozando la comisura de mis labios.

Con sus manos acarició mi pelo y lo colocó tras mi oreja. En ese momento sentía que moría. Se separó de mis labios y me miró con dulzura. Con tal dulzura que me sonrojé.

-¿Recuerdas cuando en el barco te dije que pensaba salir contigo aquí, a ver cómo el sol se reflejaba en el agua?

Recordé cuando me dijo que me quería.

*Flashback*

-Jesús, dejaré de verte en 13 días y sé que harás como que esto no ha pasado, me duele pero no podemos llegar a más.

-Babi eres idiota, ¿sabes que eres la único chica por la que he sentido algo? Si hasta me he imaginado cómo va a ser todo cuando desembarquemos: iré a verte los Miércoles, Jueves, Domingo y algún que otro Sábado. -Sonrió.- Irémos al Guadalquivir a ver lo bonito que queda el sol reflejado en el agua, luego te llevaré de la mano por todas las calles de Sevilla, para que todos vean el monumento con el que salgo y en cada paso de cebra te diré lo bonito que te quedan esos pantalones, acompañado siempre de un beso.

*Fin del Flashback*

-Lo recuerdo como si fuese ayer.-Le contesté esbozando una media sonrisa.

-¿Recuerdas todo lo que te dije? - Insisitió.

-Sabes perfectamente que sí. -Mi media sonrisa se trasformó en una completa y feliz sonrisa.

-Pues lo cumpliré. - Me agarró de la mano y tiró de mi hacia unos bancos que había al lado del río.

Nos sentamos y mientras el sol iluminaba el agua, su mirada iluminaba la mía.

Nuestra mirada estaba impregnada de deseo. Eran cuatro meses sin esos ojos cafés que tanto amaba.

-Dios, te amo tanto. -Confesé.

-Babi eres... has sido... joder, ¿sabes que las personas sólo nos enamoramos una vez? Las demás veces solo intentamos volver a tener ese sentimiento, pero es imposible.

-¿Y conmigo intentas volver a senirlo o soy la primera? -Preguné dejando ver una sonrisa traviesa e involuntariamente mordiéndome el labio inferior sabiendo lo que eso provoca en él.

-¿Hace falta responder a eso? !Está claro que intento volver a sentirlo! -Dijo riéndose a carcajadas mientras sus ojos se hacían pequeños debido a su gran risa.

-¡Oh, Jesús Oviedo te acabas de meter con alguien que no debes! -Rio a carcajadas mientras una pequeña mirada malhumorada escapa de mi, obviamente una mirada falsa.

-¿Y qué me vas a hacer? -Preguntó Jesús con tono desafiante.

-¿Estás preparado? -Pregunto mientras una media sonrisa se forma en mis labios. -¡Guerra de cosquillas! -Grito dando paso a que Jesús se me adelante con las cosquillas en mi bartiga. Me retuerzo por las cosquillas hasta caer de culo en el suelo.

-¡Hostia! ¿Estás bien? -Pregunta Jesús preocupado.

-No, dios me duele muchísimo. -Le miento y sonrió pícaramente sin que él se de cuenta ya que tengo el pelo en la cara y la cabeza mirando al suelo.

-Lo siento Babi, dejame que te ayude. - Se sienta en el suelo, a mi lado, intentando quitar el pelo de mis ojos,

-¡Venganza! -Grito y rápidamente me muevo acabando sobre él y haciéndole cosquillas.

-¡Eso no vale! -Se queja entre carcajadas.

[...]

Nos encontramos con uno de los amigos de Jesús: Sebas. Iba con su novia Natalia. Eran muy simpáticos y nos invitaron a su casa para cenar.

Cuando llegamos, Natalia y yo hicimos un par de pizzas y los chicos hablaban de tonterías suyas.

Comimos y nos tumbamos a ver una película los cuatro. After Heart se llamaba.

Me senté al lado de Jesús y en una de esas escenas de tensión va el tonto y me muerde el hombro, lo que provocó que pegase un chillido que se escuchó hasta Toledo.

Cuando acabó la película...

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