4.

96 6 7
                                    

ASHLEY

hola! este capítulo me gusta mucho, si lo leéis decirme qué os parece! un beso :)

Jugaba nerviosa con una goma de pelo en mi regazo, sentada en un banco del paseo marítimo. Había quedado allí con Kate, para luego ir a comer, y me estaba preguntando si me dejaría plantada.

Sabía que Kate no haría eso, pero yo ya no daba por sentado nada de nadie.

Sonreí al ladear la cabeza y verla caminando hacia dónde estaba yo. Ella también sonrió y se emocionó al instante, agitando la mano en el aire a modo de saludo. Me levanté del banco y fui hacia ella. Formó una O con la boca, mirándome sorprendida. Al segundo después, me estrechó entre sus brazos y yo se lo devolví. 

-¡Estás guapísima! Y muy cambiada.- exclamó.

Ella también estaba algo cambiada. Había transformado su familiar pelo corto en una melena del mismo color que le llegaba por el pecho. Estaba muy guapa. Su sonrisa me reconfortó mucho. 

-Tú también, pero estás guapísima. 

Se sonrojó levemente y me hizo un gesto para que empezáramos a andar por el paseo. Era mediodía, pero no hacía demasiado calor. 

-¿Qué tal tu vida en Nueva York? Estoy segura de que genial. 

-Bien, supongo. Muy diferente, pero también muy increíble. ¿Y tú? ¿Dónde has estudiado?

-En la universidad de Chicago.- la miré, perpleja. Estaba segura de que ella estudiaría en Berkeley.- Ya, yo tampoco contaba con ello, pero así salieron las cosas. Me dolió separarme de Mark, pero aquí estamos. 

-¿Mark ha estudiado en California? ¿Seguís juntos?

-Sí, ha estudiado en California. Y sí, seguimos juntos.- se le iluminaron los ojos al hablar de su relación.- Hemos mantenido una relación a distancia. Ha sido...duro, no te mentiré, pero ha merecido la pena. Y ahora tenemos todo el verano para nosotros.- acabó su frase con un sonoro suspiro, como si estuviera muy orgullosa de haberlo conseguido. 

Sentí un pinchazo de envidia sana al ver lo bien que les iba.

-Me alegro un montón. 

-Gracias. Mark también tenía muchas ganas de verte, así que le he dicho que se pase cuando acabemos de comer, porque ahora está en el bar de su padre. ¿Te parece bien? 

-Sí, sí claro. Yo también tengo ganas de verle. 

En verdad, las tenía. Aunque Mark fuera el mejor amigo de al que no vamos a nombrar.

-Genial, entonces. 

-¿Y Peter? 

-Vino ayer justo, como tú. Estuvo de voluntario en una ONG, y ha viajado por un montón de sitios. Y logró matricularse en una universidad para este año. 

-¡Hala! Eso es estupendo. 

-Sí, lo es. 

Se formó un raro silencio. Las dos sabíamos que no íbamos a mencionar o a hablar de las otras dos personas del grupo. No había sabido nada de ellas en nueve meses, pero tampoco había tenido intención. 

-¿Tú sabes por qué Hailey me habla así de la nada? Creía que no le caía bien. 

Se lo pensó un momento.

-No sé, la verdad. Nunca ha mencionada nada sobre que le cayeras mal. Se ha estado juntando con nosotros durante el curso, bueno, con los que han estado aquí. 

INDELEBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora