AUSTIN
-¿Y cuánto dices que te vas?- inquirió mi padre, mientras terminaba de poner una lavadora.
-Un par de días, tres como mucho.- suspiré.
-Siempre me cayó muy bien esta chica. La recuerdo muy educada, cuando salías con ella.
Rodé los ojos.
-Nunca salí con ella.- le corregí.
-Bueno, pero ya me entiendes. Erais muy cercanos. ¿Por qué ha venido ahora?
-Ya te he dicho que me la encontré de repente. Me pilló de improvisto, dice que ha venido de visita porque tenía unos días y lo echaba de menos.
-Podrías avisarme antes si metes a una chica a dormir a casa, que ahora vives con tu padre.- alzó las cejas.
-¡Si te he dicho que me la he encontrado hoy! Joder, papá, no me lo esperaba. La ofrecí dormir aquí porque dudo que alguien más lo hiciera. Además, no te preocupes, será solo esta noche. Mañana nos vamos para Los Ángeles.
-Si sabes que no tengo problema, hijo. Dudo que esta chica moleste, dile que puede quedarse las noches que quiera. Pero no hagáis mucho ruido en la cama, que tengo que madrugar.
Le fulminé con la mirada.
-Papá.
Se encogió de hombros, divertido.
-No me mires así, que soy tu padre y te conozco.
Oí el sonido de la puerta abriéndose y chisté a mi padre, que seguía riéndose y murmurando cosas que no me apetecía oír. La llegada de Allison había sido totalmente inesperada. Hacía años que no sabía nada de ella, y honestamente, me había sorprendido que se presentara así sin más.
Sus padres tenían dinero y siempre había sido muy...¿generosa? Así que no me extrañaba lo de los días en Los Ángeles. Por lo que había podido ver, Ashley y Kate también se habían quedado un poco descolocadas, cosa que me pareció normal. Mark estaba encantado. No sé por qué, pero siempre veneró a esa chica. Nunca me dijo nada, pero creo que estuvo colgado por ella un tiempo.
A mí nunca me gustó demasiado, ya ni siquiera me acuerdo de por qué formaba parte del grupo de amigos, aunque la recuerdo desde siempre ya que íbamos juntos a clase. A Sarah tampoco le caía bien, y Peter se mostraba indiferente con ella. Se marchó del pueblo un año antes de acabar el instituto y no volvimos a saber de ella.
Hasta ese momento, claro.
La puerta se terminó de abrir y Allison entró con sus maletas, y una enorme sonrisa en la cara. Las dejó en el recibidor y fue directamente a saludar a mi padre, como si tuviera muchísima confianza con él. Mi padre, siendo también bastante efusivo, le devolvió el abrazo con una sonrisa.
-¡Hola, señor Adams! Está usted genial, como si no hubieran pasado los años.- exclamó la pelirroja.
-Pues entonces no me trates de usted, por favor.- murmuró mi padre, entre risas.- Ponte cómoda, Allison. Estás en tu casa. Es un placer volver a verte.
-Gracias por dejar que me quede aquí esta noche. Estaba un poco asustada de haberme precipitado y acabar durmiendo en la calle, pero ya veo que los Adams seguís aquí sustentando el pueblo.- esbozó otra sonrisa.
Yo miraba la escena un poco perdido, honestamente.
-¿Y su mujer?- le preguntó a mi padre. Al parecer no era el único que estaba perdido.
Papá se apresuró a aclarárselo.
-Nos divorciamos. Helen vive en San Francisco ahora.- explicó.

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INDELEBLE
أدب المراهقين[SEGUNDA PARTE DE "INEFABLE", COMPLETA EN MI PERFIL] Ashley Cooper cree haber recompuesto su vida tras el apasionante y a la vez doloroso verano anterior. Por eso mismo, decide que después de unos intensos nueve meses en Nueva York, viajará a Calif...