ASHLEY
Tardé en reaccionar, ya que esperaba que en cualquier momento negara lo que acababa de decir, cayendo en la cuenta de que no debía quedarme y que lo había dicho por un impulso.
Pero no fue así. No lo retiró. Austin me miraba expectante, con la mirada encendida y el pelo revuelto. Y...¿Cómo se hacía eso de respirar?
-Está bien. -dije finalmente.
¿TE HAS VUELTO COMPLETAMENTE LOCA?
Probablemente, conciencia. Probablemente. Era como si mi mente pensara una cosa, y mi boca dijera lo contrario. ¡Había perdido el control de mis pensamientos, y de mi voz! ¿Quién era la impostora que estaba diciendo cosas que yo no quería?
Tal vez sí las quieras.
¡No! ¡Claro que no! Hasta prefería dormir en la habitación de Elle.
Una vez más, mi boca volvió a hablar, esta vez haciendo un poco más de caso a mi mente, ó sea, al sentido común.
-¿Tienes algún colchón en el que pueda dormir? - pregunté, todavía de pie parada como una idiota.
-No. Duerme tú en mi cama. Pondré unas mantas de estas gordas y me echaré yo al suelo. No te preocupes, Ash.
Juro que se me subió lo que viene siendo, hasta el desayuno, hasta la garganta. Por los malditos nervios. ¿Se puede saber por qué estaba nerviosa?
-¿Estás de coña? Para eso me voy al sofá. Tú duermes en tu cama.
-Eres mi invitada.- argumentó.
-Y es tu casa. Nunca entendí eso de que a los invitados se les da todo lo mejor. ¿Y los anfitriones qué? - me reí de una manera totalmente absurda, y sin motivo alguno.
-Pues tienes razón.- se unió a mi risa, cosa que me calmó un poco. - Pero no. De eso nada.
Pues así no íbamos a llegar a ninguna parte. Y con la tontería, sería más de madrugada. Aunque no tenía sueño.
-Podemos dormir los dos en la cama. - ofreció, y los ojos casi se me salen de las órbitas. - Hay espacio de sobra para que ni nos toquemos. Que me muevo mucho.
-Me acuerdo, sí. - comenté divertida.
¡Mierda! ¿Por qué dije eso? Acababa de quedar fatal, pero a ver, a lo importante. Debía, EVIDENTEMENTE Y CON TOTAL SEGURIDAD, rechazar su NADA ATRACTIVA oferta.
¿Verdad? Claramente.
-No creo que sea buena idea. Es más, - al parecer recapacité de una maldita vez. - no sé qué hago aquí. Es tarde.
-Ashley, somos ya adultos. ¿Enserio crees que va a pasar algo?
¿Enserio lo creía? No, ni se me había ocurrido.
Te conozco...
¡Mentira!
-Está bien. - fui hacia su cama. Él se apartó a un lado, poniéndose bocarriba y dejándome espacio suficiente. Me tapé con una manta y adopté la misma postura. Nos separaba el espacio suficiente como para no tocarnos en toda la noche si no nos movíamos mucho. Aunque tampoco pensaba pegar ojo. La tensión era claramente palpable.
-¿Apago la luz? - asentí. -
Nos sumimos en la oscuridad de nuevo. Los dos mirábamos al techo, tapados hasta arriba, y con los ojos abiertos. Me costaría mucho cerrarlos. Era incapaz de ni siquiera intentar dormir con Austin al lado en aquellas circunstancias.

ESTÁS LEYENDO
INDELEBLE
Teen Fiction[SEGUNDA PARTE DE "INEFABLE", COMPLETA EN MI PERFIL] Ashley Cooper cree haber recompuesto su vida tras el apasionante y a la vez doloroso verano anterior. Por eso mismo, decide que después de unos intensos nueve meses en Nueva York, viajará a Calif...