Capítulo 10: "No voy a perder mi tiempo"

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OurLittleInfinity (sí, me mataste con tu user. Bajo la misma estrella, *se largaba a llorar como una boluda*) Me pediste que te dedique el capítulo, te lo dediqué. Soy re buena gente, amáme. (?

¡AWW MIS PERRAS PREFERIDAS! LLEGAMOS A LOS 1.6 MIL LEÍDOS (QUE PAJA PONER MIL SEISCIENTOS, SE QUEDA 1.6) UH LAS AMO BEYBYS AHR. 

SON LO MÁS, BUE CHAU, TENGO QUE ESCRIBIR EL CAPÍTULO X-X

—Vámonos.

Caminé hacia él, pero éste último me lo impedió.

—Tú te vas por el otro lado, Kavelynn—Hasta la manera que pronunciaba mi nombre lograba que mi corazón de un vuelco—. ¿Me estás escuchando?—preguntó con algo de fastidio. Asentí varias veces, volviendo a la realidad—. ¿Ah, sí? Bueno, repíteme lo que te he dicho.

—Dijiste que yo me voy por el otro lado...—susurré. Un dolor me recorrió el pie—. Maldito pie chueco que duele...—susurré aún más bajo. Él soltó un suspiro.

—¡No te tomas nada en serio!—me regañó.

—¡Mira quién habla!—ataqué. Él pasó su mano por su cabello, soltando un suspiro de fastidio en el proceso.

—No voy a perder mi tiempo peleando contigo, Kavelynn.

—Y yo tampoco voy a perder mi tiempo contigo, Álexander—respondí con cierto dolor al pronunciar su nombre. Malditas palabras que me hacen mierda.

Él me ignoró por completo. 

Su mirada escaneó cada posible salida; desde ventanas, puertas hasta cada agujero, cerrojo y espacio de la habitación. ¿Y yo? Bueno, estaba observando como una idiota los abdominales que se le formaban a través de la camisa. Hasta juro que estaba babeando. Sin embargo, mientras contaba cada cuadradito que tenía su abdomen, él me descubrió. Bueno, algo así.

—Kavelynn. Kavelynn. ¡Kavelynn! ¡Kavelynn! Kavelynn, Kavelynn. ¡KAVELYNN!—Gritó/exclamó un millón de veces.

Levanté la mirada confundida.

—¿Uh?—pregunté algo extrañada, mientras me rascaba la nuca.

—Concéntrate.

—¿En qué? ¿En tus abdominales?—Aún seguía confundida.

Él evitó sonreír.

—No importa—habló unos segundos después—. Ahora ven aquí.

—¿Para... para qué?—Él arqueó una ceja.

—Tienes que ayudarme—dijo con tono obvio. 

Asentí varias veces, sintiendo que un color rojo carmesí se expandía por mi rostro.

—Ah sí, sí, sí. Te ayudaré, te ayudaré—respondí repitiendo las palabras.

Él me observó algo confundido, pero luego se centró más en lo que se suponía que estaba haciendo. Y no tuve más opción que ayudarlo. 

(...)

Comencé a patear la puerta sucesivamente, sintiendo que mi deditos del pie ardían como el infierno. Maldito Álex.

Pues, ustedes se preguntarán: ¿Y qué habrá echo esa perra? Bueno, perro. ¡No! Ese idiota y fornido que me encerró en un cuarto de limpieza cuando se percató de que lo único que hacía era observar sus abdominales.

Muy bien formados de hecho.

Esto me sacaba de quicio de manera rápida y sencilla. Sin embargo, hace minutos había escuchado como se iba de aquí. Eso hizo que mi furia subiera a tal punto que quería romper todo.

—¡Ábreme!—exclamé, pateando la puerta nuevamente. Un dolor se expandió por mi dedo gordo—. ¡Mi dedito!—Me senté en el suelo y comencé a quitarme las zapatillas, que olían muy mal. Hice un gesto de asco, pero seguí quitándomela—. ¡Mi dedito!—repetí cuando apenas ví mi dedo gordo de color violeta—. Maldito seas, Álexander.

Me puse de pie nuevamente; en cambio, tomé el pomo de la puerta, con muchísimo temor, y mágicamente la puerta se abrió. Me había pasado como 30 minutos aquí, ¿y la jodida puerta estaba abierta?

Salí de la habitación algo confundida, sin siquiera entender en donde mierda estaba. Y como si ayudara más, estaba todo a oscuras. Sin embargo, este lugar me parecía muy conocido. 

Busqué las escaleras, y cuando las encontré, las bajé con el mayor cuidado del mundo. Pero tú y yo sabíamos que iba a salir mal. Pisé un escalón mal y caí de trasero a las escaleras. Intenté ponerme de pie, pero lo único que logré fue que mi trasero descendiera otro escalón más. Esto se tornó divertido. Acabé bajando los escalones con mi trasero.

 Cuando las escaleras terminaron, caí en una alfombra corta. 

Esperen... 

Observé la alfombra y luego subí la mirada. Hice lo mismo por varios segundos hasta que me percaté de que estaba en mi casa. 

Me puse de pie, esta vez lográndolo, y me dirigí donde tendría que estar la cocina. Pero algo me lo impedió.

Todas las luces se prendieron y bastantes personas familiares me observaron con globos y chucherías en sus manos. Pero eso no fue lo que me sorprendió.

Una de esas personas me estaba besando.

n/a: Perdón x tardarme, la escuela...

¿Ya tienen una sospecha de quién es esa persona que besó a Kavelynn? 

En el siguiente capítulo les dejo una imágen de Álex y, si ustedes quieren, pueden dejarme chicos que ustedes quisieran que fueran Álex en la historia. ¡Pero por inbox!

P.D: Por ahora nadie. :x

Mom Is Cool. (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora