Capítulo 17: Risa falsa y preguntas.

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4020 leídos, satán ayúdame que me muero de paro cardíaco. DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS, JURO QUE LAS/OS AMO♥ AY DIO' MÍO, mejor seguiré esta felicidad extrema en la n/a (nota de autora) al final del capítulo.

Cuando noté sus niveles de nerviosismo y la manera tan atrevida en la que me comportaba, me decidí por hacer algo: morir de la risa. Y eso hice, causando una mirada extrañada de parte de Dallas. 

—¿Qué...?—comenzó, pero sus palabras quedaron en el aire. Seguí riendo, ignorándolo por completo—. ¿Por qué te ríes?

—¡Porque era una broma!—mentí. 

Se sonrojó violentamente, para luego pasar una de sus manos por su cabello. Parecía que iba a decir algo, pero cuando abría su boca para hablar la cerraba al instante. Igualmente, mi risa aún seguía estando presente, hasta que se produjo un silencio demasiado incómodo. 

No le diré que todo lo que le había hecho era real, y no una broma, ya que yo quedaría en plena vergüenza por mi comportamiento. Y no señor, era mejor dejarlo así.

—¿Qué hacemos ahora?—pregunté, notando sus ojos azules clavados en los míos.

—No lo sé—contestó.

—Estás coloradísimo—comenté, haciendo que se sonrojara aún más. 

—No... no existe esa palabra—sonreí.

—Ahora sí existe, bueno... si quieres puedes seguir besándome...

—No—interrumpió. Me quedé sorprendida por su respuesta. Abrí la boca para hablar, pero él continuó—: No quiero ser más tu amigo... con derecho a roce, no más. Ni tampoco el chico que lo hizo con su mejor amiga. Pero no te confundas, no significa que quiero terminar esto, quiero ir por más.

—¿A qué te refieres?—cuestioné. Sentía un dolor en el pecho, peor cuando dijo "quiero ir por más" el alivio y la confusión me albergó.

—Sé que no es el momento correcto para pedirte esto, pero es a-ahora o nunca—soltó un suspiro nervioso, para luego clavar sus ojos en los míos—. Kavelynn Kelestine Kaplan..., ¿quieres tener una cita conmigo?

Empecé a chillar como un cerdo, colocando mis manos en mi rostro y gritando como fans al ver al mismísimo Edward Cullen.

—¡Oh, Yisus! Creo que moriré de un ataque cardíaco...—tomé una larga bocanada de aire, y acto seguido grité—: ¡CLARO QUE SÍ!

Me lancé encima de él, logrando que ambos cayéramos al suelo.

—Carajo, tranquilízate—pidió, intentando ponerse de pie. Pero gracias a mi costal de papas, o sea mi cuerpo, no pudo ni siquiera moverse—. Por favor, sal de encima mío—comencé a reírme como foca retrasada, ignorando lo que acababa de decir—. Kavelynn.

Asentí varias veces, controlando mis risas y a la vez corriéndome de encima de él. Su rostro estaba rojo, tanto que podía confundirlo con un tomate. Reí por ese pensamiento.

—Estás loca—afirmó, limpiando la parte trasera de su pantalón.

—¡Pero tú me amas igual!—exclamé, incorporándome de repente.

Si antes estaba rojo, ahora parecía un maldito volcán en erupción. Tenía una especie de sonrisa nerviosa en su rostro. Era divertido, pero preferí no reírme en su cara, ya que seguro lo rojo de nerviosismo pasaría a ser de furia. 

Se rascó la nuca, clavando sus ojos en mí.

—¿No me amas?—cuestioné.

—¿A-amarte? Sí, sí, obviamente te amo, pero n-no lo sé... me dio un ataque de... nerviosismo.

—Okay, ¿cuándo será la maravillosa, increíble y perfecta cita?—sonrió.

—¿Este sábado, quizá? Y por la noche.

—¿Dónde será?—pregunté, sintiendo las mariposas volar por mi estómago.

—Es sorpresa—respondió—. Cambiando de te...—se interrumpió cuando estornudé. 

—Disculpa, ahora puedes seguir...

—Bien. Cambiando de tema, ¿quieres que te lleve a...—volví a estornudar y acto seguido a pedirle disculpas—.  ¿Quieres que te lleve a tu casa? 

—¿Uh?—rasqué mi nariz irritada por el resfriado que me estaba agarrando, y también por la cantidad de veces que me había sorbido la nariz en el día—. Sí, sí, llévame.

(...)

Abrí la puerta de mi casa lentamente, saludando con la mano a Dallas, que ya se estaba yendo. Necesitaba una ducha urgentemente, o algo de perfume, ya que mi olor era asqueroso. No iba a saludar a mi madre de esa manera, así que preferí escabullirme hasta el aseo para darme una larga ducha.

Cuando por fin llegué, me di cuenta de lo hermoso que era el lugar. Mi madre se había gastado miles de dolares para tener un baño como el de las revistas, y eso me ayudaba mucho. 

El baño consistía de una ducha escocesa rodeada por vidrios, un gran lavamanos color negro de mármol, que tenía un rectángulo en el medio, en el que estaba el lavabo. También había un gran espejo contra la pared de piedra, que era increíblemente moderna, y un par de luces de pie color marrón y beige en cada lado del lavamanos. El piso color crema era bastante resbaloso, y eso hizo que cuando apenas diera un par de pasos, caiga de trasero al suelo. 

El gran ruido de la caída se inundó en toda la casa, y eso logró que mi madre corriera como una loca hacia donde me encontraba.

—¡Kavelynn!—exclamó, ayudándome a ponerme de pie—. ¿Dónde has estado?

—En muchas partes—contesté, sobando mi trasero lastimado.

—¿Pero no te has drogado, no?—reí.

—¡No!—exclamé, soltando una carcajada—. He estado con Dallas—evité decirle que también había estado con Alex.

—¿Y? ¿Qué ha pasado entre tú y él? Cuéntame.

—¿Puedo ducharme?—señalé la ducha y a mi misma.

—Oh sí, sí, pero cuando sales me cuentas todo—me hizo una seña de que me estaba vigilando, y luego se fue del aseo.

—¡Ah, madre!—se giró—. ¡Tráeme ropa!—exclamé, y ella asintió, volviendo a retomar su camino.



—¿Vas a contarme?—cuestionó cuando me vio pasar frente a ella. Tiré la toalla al cesto de ropa, para luego sentarme frente a ella.

—Bien, todo empezó cuando en el medio de la lluvia visualicé la casa de Dallas...—y acabé contándole todo lo que no quería decirle, dándome cuenta que de alguna manera, mi vida estaba mejorando notablemente.


n/a: JOJOJOJOJO ah, juro que cuando vi "4k" en los leídos casi me pego tres tiros en la frente, agonizo y comienzo a gritar como una desesperada. WOOOOOOOOOOW, nunca pensé llegar a tanta gente setzy que lee esto. ♥-♥ 

En serio, muchas gracias a todos y todas, y juro que intentaré ser más puntual, pero como he explicado (bueno, no sé si lo he explicado aquí), la única manera en la que puedo escribir es en la casa de mi abuela, ya que en mi casa la computadora es pésima en lo que es funcionamiento, y en mi celular me incomoda escribir. Ya saben, es horrible tener que escribir capítulos por el celular, bueno, para mí.

Y vuelvo a repetirlo, y también a cambiar de tema, ¡muchas gracias!

- A.







Mom Is Cool. (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora