⟨⟨ ThorkInktober 2021 ⟩⟩

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Día 01: Primera vez.

Loki mira estupefacto al Gran Maestro, sin poder procesar sus palabras. Le pide amablemente que vuelva a decir lo que acaba de escuchar, sólo para salir de su incredulidad.

—Querido, creo que es hora de utilizar el Comodoro. Por favor, avisa a todos nuestros huéspedes de honor e invita a... ¿Cómo era su nombre?... Ah, claro, Chispitas. Invita a Chispitas en esta ocasión, el guerrero ha demostrado ser bastante bueno en lo suyo —repite el hombre peliblanco.

—Ah, imagínate, Topaz, tener a dos Campeones a mi disposición. —La mujer escolta asiente y responde al comentario.

Loki asiente ante la orden y se marcha del salón en pos de informar a todo el mundo. Tiene que fingir ser obediente, no quiere ser electrocutado por uno de sus Discos de Obediencia o, peor aún, ejecutado como lo son todos.

Por otro lado, Loki no está contento con que su hermano participe en ese tipo de fiestas. No cuando el Gran Maestro festeja con una orgía descomunal entre todos los presentes dentro de su nave de ocio. Loki no quiere ver follar a Thor con cualquier otra persona, mientras él mismo también participa en la celebración.

Su estúpido enamoramiento secreto no lo dejaría de atormentar por el resto de su longeva vida.

Avisa a cada uno de los huéspedes con los que el Gran Maestro cuenta para todas las celebraciones que organiza. Varios de ellos le sonríen con lujuria y le ofrecen su compañía durante la fiesta, pero Loki declina las ofertas con toda la elocuencia que posee. No quiere que algún imbécil arme un revuelo ante el Gran Maestro por recibir alguna palabra filosa de Loki.

Cuando llega hasta la habitación de lujo que ahora ocupa su hermano, se detiene unos instantes para tomar una profunda respiración antes de llamar a la puerta. Thor permite el paso desde el interior, Loki no quiere entrar ahí, pero de todos modos lo hace.

—¿Cómo va todo, Segundo Campeón? —pregunta sarcástico el pelinegro.

Inmediatamente se atraganta ante la vista del torso desnudo y mojado de Thor. El rubio está refrescando su piel con el agua de un cuenco, tal vez en busca de calmar el escozor de las heridas. En Saakar, hasta un dios puede sangrar. Loki pierde la batalla y comienza a comerse con la mirada a su hermano. Jodidamente el pelo corto le sienta mejor.

—Córtalo, Loki —responde tajante, aún sin mirar al pelinegro. Loki se percata de que últimamente ya no hay sonrisas brillantes en los labios de su siempre enérgico hermano. Algo en su interior se retuerce de culpa.

Loki se plantea hacer las paces con su hermano. Lejos de Asgard y Midgard, nadie tiene una referencia de Loki; no tiene que ser embustero ni hiriente, si no quiere serlo.

—Lo siento, Thor —declara, exponiendo toda la honestidad en esas palabras —. Sé que es duro que una persona se sienta con la suficiente autoridad para arrebatarte la identidad, tu propia vida en sí. Créeme, conozco muy bien ese sentimiento —confiesa con la mirada sobre el cuenco de agua frente a Thor —. Sólo puedo aconsejarte una cosa: resiste. Tenemos que ser fuertes, estoicos y soportar un poco más. No todo...

Loki se calla abruptamente al percibir con su magia que el Gran Maestro está mandando espías para monitorear su interacción. Sonríe tristemente. Sí, él mismo sabe lo que se siente ser reducido a los deseos de alguien más.

—El Gran Maestro te invita a su celebración de esta noche. Está deseoso de que asistas, ya que eres uno de sus Campeones —informa Loki, sin mirar a la cara a su hermano.

Da la media vuelta para marcharse del lugar, no le dará el placer al hombre canoso de escuchar cómo Loki abre sus sentimientos con Thor.

—Loki —pronuncia su hermano, con un tinte de preocupación bañando su voz.