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Día 15: Daddy.

—No podría.

—Ve sin cuidado. Yo cuidaré de tu casa —dice Thor con un asentimiento de cabeza, desde su lugar frente a la computadora.

Laufey suelta una carcajada divertida.

—Eso no me tranquiliza —objeta con sorna —. No después de lo del 98.

Thor hace un bufido avergonzado. El suceso lo dejó marcado de por vida, pero, en su defensa, él aún era un adolescente.

—Yo sólo recuerdo que tú eras el adulto y aún así no hiciste nada para evitarlo.

Laufey suelta otra carcajada, esta vez Thor se le une. Ambos mantienen una estrecha relación amistosa desde hace años: Laufey acobijó bajo su ala a Thor cuando estuvo desamparado. Incluso, aunque Thor tuviese casi la misma edad que el único hijo de Laufey, el viejo hombre lo trataba como si Thor tuviese la misma madurez que él.

—Bien, me voy. Contrólate a ti mismo, viejo.

Thor tararea mientras retoma sus asuntos de trabajo. Correos, hojas de Excel llenas de datos, conferencias; tonta basura administrativa que comenzaba a marearlo. Sólo obtiene un respiro cuando alguien toca el timbre. Levanta la mirada hacia la pantalla del circuito cerrado de la mansión, hay un chico parado tontamente allá fuera.

—¡Yo atiendo! —escucha la voz de Loki desde el piso de arriba. Thor suelta un bufido, volviendo a lo suyo.

El maldito novio de Loki tendrá una maravillosa noche, Thor podría apostar. Pero, el problemas es que Laufey dejó a Thor al mando. El rubio respeta profundamente las reglas del hogar de Laufey, por lo que no habrá salidas después de las once, lo siento mucho, Loki.

—Entra, iré por mis cosas y luego nos vamos —dice el pelinegro con una enorme sonrisa al abrir la puerta y dar paso al hombre de afuera.

Thor finge estar interesado en la información de su computador, así que ignora al joven cuando este se acomoda en el sillón blanco de enfrente. El chico parece muy nervioso con su presencia, como si Thor estuviera ahí para darle un castigo o un buen regaño por mala conducta.

—Loki no irá a ninguna parte —Thor habla, manteniendo la mirada fija en el teclado del ordenador —. Será mejor que te marches.

El muchacho traga saliva en seco, Thor se aguanta la risa. Puede ser un dolor en el culo cuando se lo propone.

—Yo... Solamente iremos por un-

—¿Te pedí que me convencieras de cambiar de opinión? —lo corta Thor, mirando al hombre con su mejor cara de pocos amigos —. Loki no saldrá de esta casa. No me importa si ganó la maldita candidatura de la nación, él no sale. Punto.

El chico se pone pálido y asiente automáticamente frente a la orden.

—Entendido. Lo siento... yo...

—Estoy listo —dice Loki yendo hasta el sillón, mirando de su novio al amigo de su padre —. ¿Qué ocurre? —pregunta con el ceño fruncido.

—No hay salidas durante la noche. Reglas de tu padre.

Loki gira los ojos hacia atrás y suelta un suspiro.

—Él no está en casa ahora.

—Pero yo sí —objeta Thor, levantándose de su asiento y caminando lentamente hasta la pareja. Nota que el cuerpo de Loki tiembla ligeramente —. Y mientras Laufey, o yo, estemos aquí, obedecerás las reglas Loki.

Loki desvía su verde mirada, poniendo un imperceptible puchero. El lindo hombre está enfurruñado. Thor tiene algunas ideas para hacerlo un Loki feliz y sonrojado. Pero no delante del novio.

⟨⟨ ThorkInktober 2021 ⟩⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora