⟨⟨ ThorkInktober 2021 ⟩⟩

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Día 11: Jötun.

Thor siempre sabe dónde hallar a Loki cuando él no está en el palacio a la hora de la cena, por eso su madre siempre le pide que traiga a su hermano de regreso a casa. Ella no hace preguntas, de hecho hace bastante tiempo dejó de hacerlas para la tranquilidad mental de Thor.

Por su parte, al Padre de Todo nunca le acongojó el paradero de su hijo menor. Argumentaba ante su familia que Loki era ya un adulto y que, siempre y cuando no generara problemas fatales, estaba de sobra saber qué hacía o dónde.

Por supuesto que Frigga siempre se miraba escandalizada por la ausente preocupación de Odín, pero no objetaba nada, sólo miraba de vuelta a Thor y con un asentimiento de cabeza le indicaba que fuera en pos del Dios del Engaño.

Thor siempre monta su corcel negro y se marcha con los estruendosos trotes del animal de fondo. El rubio se sabe de memoria el camino: primero, debe ir derecho a través del bosque, luego toma la segunda desviación de la izquierda hacia la pradera, luego de cruzar el arroyo y dos manantiales de agua dulce toma el estrecho sendero boscoso.

Thor siempre se desnuda antes de entrar a la pequeña choza que está en medio de la nada; donde reside su hermano en esta temporada del año. Hace frío, mucho frío dentro, sin embargo él puede resistirlo. Loki siempre parece esperar su llegada para cubrirse entero de una ilusión mágica azul.

El Dios del Engaño se disfraza de Jötun cada vez que esto ocurre. Thor nunca lo ha podido entender, pero tiene miedo de preguntar.

Thor desconoce que es temporada de celo en Gigantes de Hielo.

—Ven aquí —dice la impasible voz de su hermano. Thor nunca puede decirle que no.

El ambiente es tan sereno que incluso su propia torpeza le resulta grotesca, así que se acerca hasta Loki, con calma, lentamente. Los largos brazos azules de su hermano le acarician el pecho y sus hombros con suavidad, relajando a Thor bajo su frío toque. El falo de Loki siempre está erguido, con tonos violetas y carmesí rodeando toda su erección que le causan mareos a Thor.

—¿Quieres hacerlo? —pregunta Loki, como cada vez.

Thor parpadea al olfatear la deliciosa esencia que el cuerpo entero de su hermano desprende. No puede decir que no, en realidad, no quiere. Descubre que realmente su cuerpo desea, necesita a Loki.

—Sí —responde.

Loki pega sus bocas. Thor sólo puede permanecer allí, intentando corresponder mientras que Loki toma, toma, y toma todo lo que quiere, un beso sin restricciones, brutal, lleno de una necesidad ardiente. Convierte las rodillas de Thor en gelatina. Loki muerde su labio posesivamente, obligándolo a gemir, a inclinarse más cerca, a pedir más. Su sangre late mientras que Loki devora su boca con besos hambrientos, ásperos, y aún no puede creer completamente que esto está sucediendo. Pero en cambio, Thor enrosca los dedos en su cabello y mete la lengua hasta la mitad de su garganta, besándolo brutalmente, su deseo inconfundible mientras que atrae las caderas de Loki contra su dura polla.

—Te amo —Thor dice con voz ronca, mordisqueando a lo largo de la mandíbula de Loki, acariciando sus manos por la espalda de Loki y metiéndolas luego para agarrar sus nalgas. —Me fascinas. —Dice, empujando a su hermano hacia la pequeña cama.

Thor se atormenta por la conciencia de sus actos, porque no está bien que le haga esto a Loki, a su hermano menor. Pero de momento, con el aroma y el cuerpo de Loki debajo de él, no es capaz de preocuparse por ello. Lo quiere, lo ansía, lo anhela... lo anhela tanto que desea meterse dentro de él o meter a Loki dentro de sí mismo, pegarlo a sí mismo.