døсе

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Día 12: BDSM.

Loki está dentro como un Dom, más un aprendiz, en realidad. Sin embargo y a pesar del tiempo que tiene como un principiante, él aún no ha tenido verdaderos avances en sus escenas. Simplemente son... abominables y desastrosas, no en el buen sentido.

Recientemente, si Loki quiere realizar una sesión de cupping o un fisting, entonces Loki se encuentra a sí mismo requiriendo ayuda —auxilio, mejor dicho— a cualquier otro Dom para que ejecute la técnica correcta y concluya la escena por él. Incluso ocurre con las sesiones de bondage. Él sabe hacer que un Sum disfrute del bondage, pero siempre, de una u otra forma, Loki termina auto-saboteándose. Y por Dios, hasta un principiante menos disciplinado que Loki sabría cómo hacer un buen nudo.

—Está bien si no me corro, Señor. En realidad, la vara no tiene tanto impacto en mí —miente la preciosa mujer, intentando justificar que Loki no sepa usar correctamente esa cosa.

Loki se muerde los labios y asiente secamente. Sí, este es su límite: que su orgullo se vea destrozado. Como disculpa a la Sum, Loki enciende el vibrador a su máximo nivel y se prepara para realizarle sexo oral. Gracias al cielo, las mujeres tienen su punto de placer a la vista, por lo que no será un problema gigante hacer que ella se chorree en su cara.

Los gritos de placer salen de los labios hinchados de Sigyn y Loki jadea en busca de aire mientras tiene su cara enterrada en la goteante vulva. Lame toda la zona erógena alrededor del clítoris y con el vibrador estimula las paredes húmedas de su vagina, Sigyn grita cuando su orgasmo la golpea. Loki la deja libre después de su sesión protocolaria de consuelo y cuidados, sintiéndose exhausto por su propio aprendizaje truncado.

Tal vez sea hora de retirarse.

—O tal vez no.

Loki mira al hombre que se sienta a su lado en el sillón e inmediatamente traga grueso.

—Maestro Odinson...

Thor le sonríe con amabilidad y mucho, mucho... algo indescriptible.

—¿Cómo sigue el eterno Aprendiz de Dom?

Loki hace una mueca resignada, casi triste.

—Como desde un principio, al parecer.

—¿Tan mal? —dice Thor en tono de broma, pero Loki no quiere reírse de su propia realidad.

—Oh, en serio así de mal —repone el rubio al ver la expresión de Loki. El pelinegro asiente con la cabeza y se dispone a marcharse del sitio.

No necesita que luego de otra noche fallida, el dueño del club y el Dom más codiciado y respetado por todos los integrantes de la comunidad lo ponga en su mira. Loki no podría con tal humillación.

—Loki —llama Thor con voz suave —. Venga aquí, por favor.

Un escalofrío recorre a Loki de punta a punta, pero controla sus espasmos antes de que Thor los note.

—¿Qué ocurre, Maestro? —pregunta el pelinegro desde su puesto, sin obedecer la orden del hombre.

Thor lo mira con una ceja elevada.

—Me gustaría que viniera a sentarse junto a mí y charlemos sobre sus últimas sesiones.

Loki quiere negarse, pues no está seguro de poder hablar sobre eso sin llorar de frustración. Sin embargo, la voz y el mensaje de Thor no salen en tono de amonestación ni reproche. El Dom no juzgará su falta de técnica o de esfuerzo, eso seguro.

—Yo... Realmente tengo que irme. Debo terminar unos asuntos antes de la medianoche...

Thor se levanta del sofá y camina hasta donde está Loki parado, invadiendo su espacio personal como es costumbre cada que los dos hablan. Loki se lame los labios resecos y pone su verde mirada sobre los hermosos ojos azules del Dom.

⟨⟨ ThorkInktober 2021 ⟩⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora