§îете

535 31 3
                                    

Día 07: Manipulación Emocional.

Thor lo espera sentado en una de las sillas del comedor. Sus manos están frías y la espalda le duele por la posición que ha mantenido durante las últimas horas. Thor ya está cansado de llorar, no sabe si maldecir a su esposo o rezar por él.

Sabe que Loki volverá a casa tarde por la madrugada, con las marcas de otra persona en su cuerpo y la ropa desaliñada, como es costumbre. No importa que hoy sea su aniversario. En realidad, no importa si están en una relación, para Loki no pesa el título de «esposo». A veces Thor incluso se pregunta si alguna vez Loki mostró interés o entusiasmo por su unión.

—¿Dónde estás, Loki? —pregunta al vacío del cuarto, mirando fijamente la pantalla de su celular que marca la hora.

El tiempo transcurre como un río caudaloso, sin miramientos ni clemencia a la desdicha del rubio. Desorientando a Thor al ver que Loki entra a su casa con los primeros rayos de luz del día. El pelinegro lo mira desde la puerta con los ojos abiertos, pero sin sorpresa, más un gesto sarcástico. Thor sabe lo que esa mirada significa, ¿de verdad aún tienes esperanza? Y Thor conoce la maldita respuesta, la sabe y le duele saberla.

—Feliz aniversario, cariño —susurra Thor, enterrando su rostro entre sus manos después. Relajándose un poco de su fatídica noche al sobarse la cara.

—Cierto —comenta Loki, como si le hubieran dicho que hoy haría mal clima. Su respuesta no es un Lo olvidé, sino un insensible No me lo recuerdes, el cual lastima a Thor aún más.

—¿Cómo está Fandral? —Thor quiere sacar a flote el incómodo tema de sus infidelidades. A lo mejor, Loki tenga un poco de decencia al avergonzarse.

Pero la cuestión es que Loki nunca se arrepiente de lo que hace. En ningún ámbito o contexto.

—No lo he visto en estos días, pero si querías referirte a mi actual compañera de cama, Sigyn está mejor que nunca. Gracias por preguntar —responde él, quitándose los zapatos y su abrigo —. Le daré tus saludos la próxima vez que la vea.

Thor se lame los labios, reprimiendo su incontrolable llanto. Está harto de ser el único de sufre con todo esto. Hay momentos, como este, en que quiere dejar ir a Loki y arrancarse ya los clavos de su penar, sin embargo sus ojos se mueren sin mirar otra vez los verdes ojos de su esposo.

E irremediablemente su terco cariño vuelve a esperar a que Loki llegue con la aurora. Sin importar que todo el interior de Thor sea destrozado y maltratado. Loki es realmente adictivo y demasiado letal que mantiene a Thor tan enviciado.

—Te tengo miedo, Loki —confiesa.

Loki lo mira fijamente, sin emoción alguna en el rostro que delate sus pensamientos.

—No te atormentes preguntándote dónde estoy o quién calienta mi lecho, Thor. No tiene caso que lo hagas, porque ambos sabemos que no importa. De cualquier manera, siempre volveré a tu lado y a tu cama —contesta el pelinegro, caminando hacia el comedor y parándose a un lado de Thor.

—¡Ya no juegues con mi honra, Loki! Si tus caricias deben ser mías, de nadie más —ruega con dolor, sus lágrimas brotan una tras otra, incesantes fuera de sus ojos.

Loki sisea para tranquilizar el llanto menguante del rubio. Lo sostiene entre sus finos brazos y le deja besitos esparcidos por toda su cabeza. No puede disculparse por algo que no lamenta, ni justificarse por sus actos hechos a conciencia, así que únicamente se asegura de consolar a su sensible esposo.

—Ven, Thor. Vamos arriba —sugiere Loki, ayudando a Thor con suaves movimientos.

Ambos suben las escaleras del pasillo hasta llegar a su alcoba, donde Loki desnuda a su esposo y lo mete en las sábanas de su cama, luego él mismo se deshace de su ropa y acompaña a Thor. El Dios del Trueno se queda sin aliento al mirar el cuerpo de su esposo. Definitivamente Loki es hermoso.

⟨⟨ ThorkInktober 2021 ⟩⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora