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Día 05: Oficina.

El señor Laufeyson es el jefe más gruñón de la empresa. Es el típico hombre cara de culo que tiene un ceño fruncido para cualquier empleado veinticuatro-siete. Aquel tipo de jefe que menosprecia tu trabajo, se vomita en él y al final te da la mitad del tiempo original para que lo corrijas. Sí, a ese nivel está el señor Laufeyson.

Pero no es tan mala persona ante los siempre brillantes ojos de Thor. Sí, tal vez a Thor le gusta el señor Laufeyson, pero eso no distorsiona la realidad.

Como Thor ve las cosas, su jefe es sólo un enorme oso malhumorado por tener una espina enterrada en la pata. Y lamentablemente nadie le ha ayudado a sacarse eso que tanto le molesta, pero para eso está Thor. Él le echaría una mano con su problemita si se lo permite. En realidad, ya tiene una lista de cosas que pueden sacar de su miseria al señor Laufeyson.

—Odinson, necesito que me facilite los documentos del contrato que se firmó la semana pasada con las estadísticas de bolsa y mercados. Tiene cinco —el sonido del altavoz saca de su lujuriosa ensoñación al rubio.

Carraspea antes de obedecer la orden.

—En seguida, señor.

Thor corre hacia el archivero y desentierra todos los folders que guardan la información del contrato. La mayoría contienen política y acuerdos burocráticos inservibles, por lo que tiene que seleccionar hoja por hoja, entre una montaña de ellas, para sacar aquellas que agrupen lo que su jefe le solicitó.

Corre de regreso a la oficina para entregarle las documentos a su hermoso jefe.

—Aquí tiene, señor Laufeyson —dice Thor, con una enorme sonrisa que hace rabiar a su pelinegro jefe.

—Gracias. No se olvide de preparar todo lo necesario para mi siguiente reunión —pide, hundiendo las narices entre todos sus archivos nuevamente.

Thor se lame los labios mientras sus ojos vagan por el cuerpo enfundado en un traje hecho a la medida de su jefe.

—¿Todo, señor? —vuelve a preguntar.

Loki gruñe ante las tontas palabras del rubio, enojado por tener que repetirse.

—Fui lo bastante claro, Odinson. Aliste todo —responde sin quitar su vista de los papeles.

—De acuerdo —responde con entusiasmo.

Thor no piensa desperdiciar esta oportunidad, quién sabe hasta cuándo se le vuelva a presentar. Por lo que felizmente se pone de rodillas y con movimientos precisos que aprovechan la distracción de su buen jefe junto a su maña y rapidez, es que Thor desabotona los pantalones del pelinegro y se los baja con todo y calzoncillos.

Loki pega un brinco ante la impresión, pero Thor no desperdicia ni un solo momento, y se mete el pene flácido de Loki a la boca. Chupando lentamente, saboreando el sabor de la limpia polla de su jefe. Y, oh, por dios, el señor Laufeyson sabe a gloria. Thor gime cuando la punta del pene de Loki toca su campanilla, el sonido retumba en el cuerpo venoso de la suave verga de su jefe. 

Thor siente que la polla del pelinegro comienza a cobrar vida, llenándose de sangre con cada movimiento de lengua que él hace. El rubio no quiere detenerse aún, pues teme que el señor Laufeyson lo eche de ahí, completamente cachondo y necesitado. Al menos esa era su preocupación, hasta...

—¡Maldición! —jadea con un suspiro su jefe.

La queja del hombre provoca que Thor gane confianza y se anime a mirar directo a las preciosas esmeraldas que Loki tiene por ojos. Lo que ve ahí es una hambrienta necesidad que casi ahoga a Thor, sin embargo, también lo incita a ir por más. Mojando uno de sus dedos con su saliva busca la entrada del pelinegro, sin dejar de succionar la erección del maravilloso Loki. Inserta el dígito suavemente, con cuidado de no lastimar a su jefe.

Loki se arquea contra el respaldo de su silla, gozando de las sensaciones que el dedo y la experta boca de Thor le provocan en su cuerpo. Sus manos se sostienen del cabello recogido del rubio mientras se deja llevar a través del viaje. Thor gruñe cuando, al fin, su jefe se decide por participar y empuja sus caderas contra su garganta. El rubio aprovecha el entusiasmo y mete dos dedos en el culo de Loki, sin miramientos ni preparación.

—¡Ah! —gime satisfecho el pelinegro.

Cuando los largos dedos de Thor comienzan a deslizarse fácilmente hasta el nudillo dentro de su jefe, él se retira un poco para quitarle los estorbosos pantalones y levanta sin mucho esfuerzo a Loki, colocándolo contra la pared de la ventana. Las poderosas piernas de su jefe se ciñen fuertemente alrededor de él, cuando Thor inserta toda su erección dentro.

Thor toma las delicadas manos de Loki, sosteniéndolas con las suyas, sobre la cabeza pelinegra. Ambas frentes se tocan; cada jadeo y cada respiración se mezclan entre sí. Las ansiosas caderas de Loki se mueven con las de Thor al mismo tiempo. Thor cava su entrada hasta lo más profundo de su hermoso jefe, mientras con una mano lo sostiene del trasero.

—Oh, joder. Así, maldita sea, así —escucha a Loki gemir en voz alta. Su jefe se vuelve loco, su rostro contraído en una mezcla de lujuria y malhumor.

—¿Así? ¿Así le gusta, señor Laufeyson?

Loki mira a los brillantes zafiros que se presentan voraces y sonríe de medio lado.

—Sigue en ello, Odinson. Me encanta —contesta antes de lamer los labios entreabiertos de Thor en un sólo movimiento. Y ahora es el turno del rubio de volverse loco.

Pone ambas manos sobre el culo pálido y lo aprieta con fuerza, empujándolo hacia arriba. Cambia de ángulo para empujar dentro de Loki con vigor otra vez, más profundo, hasta que la espalda de su sexy jefe golpea la ventana detrás de sí mismo. Thor lo embiste con golpes cortos y duros contra la ventana a un ritmo constante. Jadean y gimen juntos, maldiciendo y susurrando con cada penetración.

Loki mira directamente a sus ojos eléctricos, de azul tormentoso que arden con hambre. Hambre de Loki. Las manos del pelinegro se aferran a los anchos hombros de Odinson con más ímpetu. Le resulta tan sexy que Thor lo levante suavemente con sus poderosas manos.

—Ah, señor Laufeyson —jadea Thor, sobre sus labios, besándolos una y otra vez. Cada beso más devastador que el anterior.

Las piernas de Loki comienzan a temblar en sus manos firmes. Thor lo toma como una advertencia y se mueve más rápido, bombeando contra el caliente agujero con más energía, lo que provoca una deliciosa fricción contra el miembro de Loki entre ambos cuerpos. En cuanto su jefe está a un segundo de correrse, Thor lo siente.

—Córrase, córrase para mí, señor Laufeyson —suplica Thor.

El rubio quiere sentir el hoyo de su jefe apretándose a su alrededor. Sentir lo músculos calientes, palpitando y contrayéndose, alrededor de su falo. El éxtasis atraviesa al buen Laufeyson, aferrado al torso de Thor, gritando y temblando en sus brazos. Thor le sigue poco después. Llenando el agujero glotón del pelinegro, mientras deja escapar unos gemidos ligeramente más fuertes que los de Loki. La cabeza de Thor cae sobre su hombro, todo su cuerpo lo aprieta contra la ventana.

La sangre palpita en sus oídos mientras Thor lo baja y se aleja ligeramente de él. Manteniéndolo cerca de él, Loki puede sentir el corazón del rubio latiendo desenfrenado en su pecho. Thor se inclina y Loki le abre sus labios, preparándose para un beso más. Los labios de Thor son tibios y audaces, incluso delicados, mientras le roba el aliento a Loki.

—Listo —concluye, luego de separarse de su jefe —. Todo listo para su próxima reunión de las cuatro.

Loki se ríe, libre y sinceramente, por primera vez ante alguien de su personal. Thor lo mira completamente desconcertado.

—Buen trabajo.

Loki nunca, en serio nunca, felicita a sus empleados.

⟨⟨ ThorkInktober 2021 ⟩⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora