~ Catorce ~

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Vio a dónde iba dirigida su mirada: a su chaqueta, directamente a su micrófono.
Él lo sabía.

Su mundo lleno de fantasías formado hace tan solo unos segundos se transformó a tan sólo un susurro del aire que respiraba.

¿Cómo es que sabía? ¿Quién se lo dijo? ¿Se me habrá visto por una orilla? Es imposible...el micrófono estaba bastante centrado para evitar exactamente eso. Entonces, de nuevo, ¿cómo supo que tenía un micrófono aquí? Y si sabía de esto es porque sabe más cosas. Joder, joder, joder, necesito pedir refuerzos ya.
Pensó con rapidez Horacio, entrando en pánico.

—¿A qué se refiere, Volkov? S-si estamos solos.—las manos le comenzaban a temblar ligeramente, pues todas las reacciones ante el miedo le llegaron de golpe.

—¿De verdad me quiere ver la cara de tonto, Horacio?—suspiró y le dio otra calada a su cigarro.—Ya le conté muchas cosas privadas que nadie sabe...y...quería ver si tenía alguna reacción ante todo mi pasado, pero ya me es bastante incómodo fingir que no me di cuenta que lleva un micrófono en la zona del pectoral derecho, queriendo estar centrado para evitar ser visto. Ahora ya muchas personas saben mi pasado y es vergonzoso.—el de la cresta estaba en shock, no teniendo palabras para poder defenderse ni para poner una excusa. Estaba acorralado en una habitación donde la puerta estaba disponible para abrirse pero se sentía atrapado y sin salida.—Y esto va para los que están escuchando: no le haré nada a Horacio, pueden llegar a pasar por él y por Gustabo en treinta minutos y ambos estarán intactos. No tengo intenciones en lo absoluto de hacerles daño.—se puso de pie para caminar a la barra.—Ahora por favor quíteselo, Horacio, quisiera hablar con usted. No le diré que confíe en mí, sólo que espero escuche lo que tengo que decir.—se sirvió más vino mientras apagaba el cigarro en el cenicero.

No sabía qué hacer, no podía comunicarse directamente con sus superiores y había sido atrapado con las manos en la masa. Sentía un hormigueo recorrer sus extremidades, mostrándole la adrenalina que corría por su cuerpo para prepararlo para escapar si fuese necesario.

Volkov se sirvió de su vino favorito, dándole la espalda a Horacio para darle tiempo de tomar una decisión sin meter directa presión, siendo paciente con él.

¿Qué pasa si me quiere hacer daño y no tengo como comunicarme de que necesito ayuda? ¿Me dará clemencia si quiero retirarme de aquí? ¿Puedo huir?...¿quiero huir?...no...no quiero. Volkov me está dando la oportunidad de poner las cartas sobre la mesa. Saber verdades y conocer sus secretos, sin que nadie se meta en esto. También desde un principio sabía que llevaba un micrófono y aún así me dijo todas esas cosas privadas. Tiene un pasado muy horrible pero con eso no juega nadie, con la muerte de familiares no jugaría, no podría hacerlo. Le vi la cara llena de tristeza y nostalgia cuando mencionó a su familia, es imposible que alguien con esa mirada tan devastada y rota pudiese estar mintiendo. Además de que desde hace rato estoy solo con él y no pareció querer hacerme daño en ningún momento. Si quisiera ya me hubiera matado, ayer, hoy y la vez que vine a su casa como Dan. Tiene el poder y no lo usa. No va a hacerme daño. De igual manera tengo un arma equipada. Me puedo defender.
Aceptó.
Se quitó el micrófono y la chaqueta, dejando ambas cosas en el centro de la cama.

—Listo.—dijo mientras lo acomodaba.—No podrán escucharnos hablar. Lo cubriré para que no se escuchen nuestras voces...pero si grito se escuchará de inmediato, se lo advierto.—Viktor volteó con una pequeña sonrisa agradecida.

—Muchas gracias, Horacio. No lo voy a decepcionar.—se volvió a sentar en el sillón.

—¿Desde cuando fue que te enteraste que tenía un micrófono?—tomó su copa de nuevo.

—Hace buen rato, me di cuenta por las posiciones en las que se sentaba, quería dejar libre la zona del pecho en la chaqueta para tener mejor audio y que no se escuchara el movimiento que hacía al moverse o acomodarse. Además de que se acomodaba bastante obvio para que el micrófono escuchara claramente mi voz.—bebió tranquilo.

The Law  - Volkacio -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora