Narra Saint:Mi amor, ya pasaron catorce días, comprendo que debes estar muy cansado y que tu cuerpo debe doler mucho. Pero, te extraño, me haces tanta falta, por favor vuelve conmigo, seguiré hablando contigo, hasta el día en que tus ojos se abran y me mires de nuevo.
Mira, admito que fue voluntariamente contigo a ese hotel, estabas muy borracho, apenas tenías conciencia o eso creía yo. El personal te conocía muy bien, yo solo oculté mi rostro de todos ellos para que cuando estuvieras en tus cinco sentidos, no pudieran describirme.
Entrando a la habitación, te llevé directo a la ducha, así cuando despertaras no te sentirías incómodo, luego tus dientes y finalmente a secar tu cabello. Te levantaste solo, pero aún te veías muy ebrio, sin pensarlo dos veces me besaste y creo mi error más grande fue corresponderte.
De alguna forma, tus labios me hacían sentir sometido a ti, pero estaba seguro de que no quería hacerlo, no en ese momento. Traté de separarte de mí en repetidas ocasiones, y lo único que logré, fue que me arrojaras en la cama, en ese instante te supliqué que no.
- No nos conocemos, por favor no lo hagas.
- Me debes muchos besos...
- ¡Estás borracho! No sabes lo que estás diciendo.
- Lo sé perfectamente... ¡Ven aquí!
- ¡NO POR FAVOR NO!
Te golpeé, pero agarraste mi corbata y la tuya para amarrar mis manos, grité como no tienes idea, pero nadie vino a ayudarme. Te convertiste en dueño de mi cuerpo por la fuerza, no pude hacer nada para detenerte; aunque lo que en realidad me dolió, es que fuiste tú y no Mew.
Lloré en silencio mientras lo hacías, de mi boca no salió ni una sola palabra, y cuando terminaste, me soltaste. Caíste acostado a un lado de la cama, te quedaste completamente dormido, traté de levantarme para escapar de ti, pero de mis caderas hacia abajo, todo me dolía y me descubriste.
- No te vayas, por favor, no me dejes solo.
- ¿Dejarte solo? ¿Te sientes solo? - Me dio mucha curiosidad.
- No tengo a nadie, Plan terminó conmigo, a Yacht le gusta James y Sammy es como mi hermana.
Me sentí triste en ese momento, porque parecía que tú comprendías cómo me sentía y lo único que me dio risa, es que estabas hablando conmigo, pero seguías dormido; no sé lo qué pasó en ese instante, solo tuve el impulso de abrazarte y así lo hice.
- No te conozco y te pido perdón por haberte lastimado, nunca había actuado así en mi vida.
- ¿Así es como pides perdón? - Me enojé mucho contigo.
- Solo sé que mi corazón te escogió, creo que me enamoré de ti en cuestión de segundos.
- ¿Por qué estás diciéndome esto?
- Porque para mí esto no fue solo sexo, y confía en mí cuando te digo que yo soy tuyo...
Agarré algunos pañuelos para limpiar nuestras mejillas, los dos estábamos llorando, estaba tan dolido contigo. Sabía que estaba abrazándote, pero aún así te odié por robarte mi virginidad; yo, me había reservado para él, para Mew y llegaste tú solo para arrebatármela.
No pude dormir, no estaba seguro si era por el dolor de mis caderas, por el ardor en mí o si porque aún estaba contigo. Así que me levanté temprano, me puse mi ropa, que por cierto estaba rota y revisé la tuya para sacarte algo de dinero para llegar a casa.
Ahí fue donde descubrí tu nombre, tenías una tarjeta de presentación en tu billetera que decía que eres psicólogo. Me llevé la tarjeta, agarré lo necesario para un taxi y después salí de ahí tratando de ser muy sigiloso, hasta que la mucama me encontró en el pasillo.
- ¿Se va tan temprano? ¿Cómo está el joven Tanapon? - Llevaba tu gorra puesta y alteré mi voz.
- Ya es tarde para mí; y él está muy cansado.
- Lo vi muy borracho anoche, ¿seguro que está bien?
- Solo llévele un caldo para desayunar, con unas aspirinas, eso le caerá bien.
- ¿Desde cuándo se conocen? - Ella inclinó su cabeza para ver mi rostro.
- No hace mucho, ¿Dónde pido un desayuno para mí? - Dije ocultándome aún más.
- En la cafetería; recuerde pagar o pedir que lo carguen a la habitación del joven.
- Muchas gracias por su ayuda, adiós.
Si mis piernas no hubiesen estado temblorosas, juro que habría salido corriendo de ese lugar, solo quería olvidarlo todo. Llegué a mi casa, me sentía tan miserable, yo había dado pie a esa violación, jamás debí corresponder tus besos, pero ni siquiera Mew me había besado como tú.
Fui directo a la ducha, pasé más de una hora ahí adentro, deseaba que el agua borrara todo rastro tuyo sobre mi piel. Me puse ropa limpia; pero al salir de la ducha, mi hermana estaba junto a mi cama, revisando mi ropa muy sorprendida.
- Saint, ¿por qué tu ropa está rota? Y ¿qué tienes en los ojos? ¿Has estado llorando? ¿Qué pasó anoche?
- Del, ayudé a un joven anoche y lo llevé a un hotel.
- ¿Y tu ropa fue desgarrada por accidente?
Entonces viene a mi mente todo lo que había sentido mientras me forzaste a ser tuyo y caigo de rodillas en el piso llorando. Mi hermana corre hacia mí abrazándome con fuerza, yo no podía expresar nada, solo dejé que mis ojos sacaran lo que mi boca no quería.
- ¿Qué sucede Saint? ¿Qué pasa hermanito? ¡Habla conmigo te lo suplico! - Ella también estaba llorando sin saber nada.
- ¡Abusó de mí Del! ¡Tomó mi cuerpo por la fuerza!
Mi hermana se quedó muda, ella que siempre sabía que decir ante cualquier situación, parecía no tener palabras. Solo se quedó conmigo consolándome, hasta que todo se puso oscuro, cuando desperté, Mean estaba ahí, con un termómetro y un paño con un tazón de agua.
- ¿Mean? ¿Qué haces aquí?
- Tu hermana me llamó... Te desmayaste y te dio fiebre.
- ¿Ella... Te dijo qué...? - Él me miró enfadado.
- Sí Saint, me lo dijo; tú sabes que no hay secretos entre nosotros.
- Quisiera borrar lo que ha pasado en mi vida en estos últimos días. Todo era perfecto para mí, ¿en qué momento mi vida se puso tan miserable?
- Toma esto...
Me dio un medicamento para disminuir la temperatura y quitar el dolor, pero fue como una droga que me durmió de nuevo. No sabía cuánto tiempo había pasado, solo que mi cuerpo dolía menos, que mi fiebre disminuyó y que mi hermana se quedó dormida a mi lado.
- Del, despierta. - Abre sus ojos y de pronto me miró sorprendida.
- ¡Saint! - Tocó mi rostro y partes de mi cuerpo. - Ya estás mejor, ¡no vuelvas a asustarme así! - ¡Me abrazó!
- ¿Mean ya se fue?
- No, se quedó a dormir en mi habitación, para estar al pendiente de ti.
- ¡Me quiero morir Del! ¡Ya no quiero sentir más dolor!
- No me digas eso, eres mi hermano, no puedo perderte a ti también.
Para mi hermana, esos fueron momentos terribles; pasaban cuidándome día y noche para que no intentara suicidarme; fue así durante casi cinco meses, pasé todo ese tiempo lidiando con tu recuerdo mi tigre, que como escuchas, era muy cruel para mí.
*Perth: ¡Vete a casa Saint! ¡Porque aunque tú me hayas perdonado, yo jamás podría perdonarme por todo el dolor que te causé!...*
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No Deberías Amarme "PinSon"
FanfictionPerth es un Psicólogo que recién se graduó de la universidad, se va a celebrar con sus amigos y acaba tan borracho que despierta en un hotel sin recordar nada, ni siquiera que había llegado acompañado... Es se convierte en una experiencia traumática...