Capítulo 27

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Narra Saint:

Me llevaron al hospital de emergencia después de tirar un vaso con agua por el fuerte dolor de la primera contracción. Entendí que mi hermosa bebé estaba lista para que la conociéramos, pero no había nadie en casa, Mean había salido a comprar un pequeño refrigerio para mí.

Intenté caminar a la puerta para llamar a alguno de mis vecinos; sin embargo, una segunda contracción me tira de rodillas en el piso. Fue tan fuerte que me sacó las lágrimas y en ese momento entró Mean y me sentí sumamente feliz de verlo.

- ¡Saint! ¿Qué pasó? - Se arrodilla frente a mí y trata de levantarme.

- Con... Contracciones... ¡Estoy en labor de parto Mean!

Siento una tercera contracción tan dolorosa que no me ayudó a levantarme, así que Mean me tomó en brazos y me sacó corriendo del departamento. Trató de localizar a Perth; pero no le contestó, posiblemente esté en terapia ahora, por eso optó por llamarle a Plan, para que él le llamara.

- Hola amorcito, ¿estás bien?

- Plan, llama a Perth, Del y Sammy, diles que Saint entró en labor de parto; ¡nos vemos en el hospital!

- Le avisaré también a la mamá de Perth y a la de Saint.

- Gracias Plan.

Minutos después, Plan llamó de nuevo para avisar que logró contactar a todos menos a Perth y no pienso dar a luz sin Mi Tigre presente. Llegando al hospital, los médicos me pusieron en una camilla y rápidamente me llevaron a la sala de partos.

Sentía como si mi cuerpo se partiera en dos, mis caderas dolían demasiado y el médico empezó a desesperarse porque Perth no llegaba y si no empezaba, mi parto podría complicarse, así que dolido por su trabajo, acepté que iniciaran antes de arriesgar otra vez a mi bebé.

La lágrimas rodaban por mis mejillas, el doctor me decía que pujara, pero sentía que mi alma dejaría mi cuerpo cualquier momento. Después de tanto impulso, dijeron que ya lograban ver su cabecita y en ese instante, entró Perth gritando mi nombre, me sentí tan feliz de verlo.

- ¡Creí que no lograrías estar aquí! - Dije con lágrimas cuando lo vi y él también empezó a llorar.

- No mi dragón... ¡Por nada del mundo me perdería el nacimiento de mi hija!

Deposita un beso en mi frente, agarró mi mano derecha y yo presioné la suya mientras hice un impulso aún más largo que los anteriores. El médico dijo que prácticamente mi bebé ya estaba afuera y con un último impulso, ella terminó de salir.

Pude escuchar su pequeño llanto, pero me llenaba de felicidad escucharla llorar y al mismo tiempo me sentía muy agotado. Algunas enfermeras que estaban ahí, con unos paños empezaron a limpiar el cuerpo diminuto de mi preciosa princesa, luego me la entregaron y yo recordé algo importante.

- Perth, ¿qué nombre escogiste para nuestra bebé? - Él me mira atónito y me pregunta.

- ¿Cómo sabes que escogí un nombre para ella?

- ¡Mi papá me lo dijo!

- ¿Tu papá? ¡Creí que él...!

- ¿Había fallecido? ¡Así es!

Entonces con calma empiezo a explicarle a Perth todo lo qué pasó mientras estuve en cirugía por la lesión. Y si hay algo que amo de él, es su facilidad para escucharme sin juzgarme; también le conté que al final me había dicho que le encantaba el nombre que Perth escogió para nuestra bebé.

No Deberías Amarme "PinSon"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora