Perth es un Psicólogo que recién se graduó de la universidad, se va a celebrar con sus amigos y acaba tan borracho que despierta en un hotel sin recordar nada, ni siquiera que había llegado acompañado...
Es se convierte en una experiencia traumática...
Perth tuvo la idea de irnos, pero sabía que el doctor no lo dejaría salir, por eso decidimos escapar en mi auto. Llegamos hasta el estacionamiento casi cayéndonos, yo tuve que llevarlo casi cargado, y con la adrenalina, parece que sus piernas empezaron a funcionar como deberían hacerlo.
- ¡Corre Saint! ¿Dónde está tu auto? - Yo no podía dejar de reír.
- ¡Por allá! Ten las llaves.
Seguimos corriendo hasta llegar a mi auto, nos cambiamos de ropa ahí, parecíamos dos ladrones que habían robado sus propias cosas y era el delito más grave que hubiéramos cometido, pero saliendo del estacionamiento tuve que deshacerme de mi curiosidad.
- ¿Adónde vamos tigre?
- A la selva, Jajajaja. - Suelta una risita malvada que me pone nervioso.
- Estoy hablando en serio, dime. O te convenzo a besos.
- Uy, me siento tentado a no decírtelo.
- Perth Tanapon, no estoy jugando. - Dije en un tono más serio.
- Quiero ir a la playa contigo Saint, ¿podemos?
Por supuesto que dije que sí, me enloquezco solo de pensar que al fin tendremos tiempo solo para nosotros. Sin amigos, sin doctores ni hospital, incluso me atrevo a decir, que nos vamos sin aquel pasado doloroso; y como él mismo dijo, fuimos a la playa.
🔞🔞🔞⚠️Advertencia⚠️🔞🔞🔞
Llegamos a un precioso hotel, donde él pidió la mejor souite de pareja que tuvieran y pagó en efectivo para una semana. Inmediatamente, me agarra de la mano llevándome con fuerza hasta la habitación, me arrojó sobre la cama y se lanzó sobre mí, besándome de forma casi salvaje.
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Me deleitaba con sus labios tan sabrosos, que ahora me vienen encima los dos meses sin él, haciéndome desear más. La manera en que rozaba nuestros y su lengua invadiendo mi boca, hacía que me faltara el aire, que por alguna razón loca, me daba mucho placer.
- Perth... - Apenas susurré su nombre cuando besó mi cuello.
- Te extrañé demasiado Saint... Escuché tu historia, aunque ya me perdonaste, vuelvo a pedirte perdón.
- Pero...
Me calló con otro beso salvaje, me hace entender que no podré resistirme a él cada vez que me bese de esta forma. Necesito que vayamos más allá de los besos, quiero me arranque la ropa y me haga suyo de una vez, que demostremos que nos pertenecemos con gritos de pasión.
- No puedo creer que te lastimé, y me alegra haber borrado tu dolor; yo también te amo y voy a demostrártelo ahora.
