No Deberías Amarme "PinSon"

Capítulo 20

Narra Del:

Sigo sin creer que Sammy me robara un beso, si su paciente no hubiera llegado, no sé si nos pudiéramos detener. Decidí irme por el bienestar de la doctora más hermosa que he visto en mi vida y ahora que sé que no tiene asistente, quisiera aplicar para trabajar con ella.

Estos días me la pasé muy divertida y entretenida al lado de Sammy, hasta que fuimos a su departamento y por fin sacamos todo nuestro deseo. Estoy parada en la terraza de su hogar, pensando en mi hermano y lo que estará disfrutando ahora, cuando ella me abraza por la espalda.

- ¿Por qué no estás en la cama? ¿Aún estás preocupada por Saint?

- Honestamente sí, desde hace cuatro días que no sé nada de él.

- Del, tienes que pensar más en mí y en lo qué pasó anoche.

- ¿Ah sí? ¿Y qué pasó anoche? ¡Es que se me olvidó!

- ¡Ven conmigo! ¡Te lo recordaré!

🔞🔞🔞⚠️Advertencia⚠️🔞🔞🔞

Deposita besos húmedos desde mi hombro hasta mi cuello, luego me da vuelta y me arrebata un beso asfixiante. Lentamente empiezo a empujarla para llegar a la cama, donde le quité su baby doll, el más sexy que he visto en mi vida y el momento empieza a calentarse.

Sammy me arranca la ropa en un momento de desesperación, me arroja sobre la cama y me da otro beso en mi pelvis. Subió a mi ombligo donde me mordió levemente, siguió su camino y se detuvo en mis senos, los cuales apretaba y lamía a su antojo para darme placer.

- Aahhh... Sammy... - Se separa de mi cuerpo y dice:

- Dime la verdad: ¿tus padres descubrieron que eres "Deliciosa" y por eso te llamas Del?

- ¡Sammy! - Susurré su nombre con timidez escondiendo mi rostro bajo mis manos.

- Solo estoy diciendo la verdad.

Me besa de nuevo y desesperada gimo en su boca cuando sus dedos se deslizaron con delicadeza a mi zona más sensible. Podía sentir como su mano hacía que me mojara cada vez más y más, incluso me vi en la necesidad de hacer lo mismo; así que la quité de encima.

- ¿Alguien quiere jugar hoy?

- Bueno, después de lo que me hiciste anoche, claro que quiero jugar Sammy.

- Tú también me hiciste muchas cosas anoche.

- ¡Por supuesto, porque eres mía! - Me mira por un momento y luego dice:

- Y tú también eres mía...

Mis dedos índice y medio, los metí en mi boca para mojarlos bien mientras ella se comía con ansias mi seno izquierdo. Cuando estuvieron listos, la separé de ahí para besar sus labios con ahínco y meter mis dedos en esa área que los presionaba, se calentaba y se mojaba como nunca imaginé.

- Del... Mmmmm...

- Grita mi nombre Sammy, quiero escucharte...

Sus gemidos son melodías para mis oídos y ahora que lo pienso, jamás imaginé estar así con ella, pero la quiero solo para mí. Entonces me posiciono en medio de las piernas de Sammy abriéndolas lo más que puedo, ella me mira con la cara roja de la excitación y yo solo empiezo a rozarme con ella.

Abre su boca para poder regular su respiración y yo meto mi dedo pulgar ahí, lo que hace que lo chupe como si de un dulce se tratara. Pronto me detengo para besar esos labios rojos e inflamados que me saben a gloria, y ella aprovecha para meter sus dedos en mí.