No Deberías Amarme "PinSon"

Capítulo 16

Narra Saint:

Mi tigre, no te imaginas todo lo que hice para encontrarte ese día, se supone que no tenías citas y que pasaríamos el día juntos. Pero, llamé a Sammy en caso de que sí hubieras ido, ella tampoco sabía nada mi amor y me fui a buscar a Mean que me dijo que llevaría a comer a Plan.

- ¡Quiero ir! Por favor...

Los de seguridad del edificio le dijeron a Plan que habías dado la orden de no darle a nadie información sobre ti. Así que decidió volver y por más que le supliqué que me llevara, no quiso, fue por eso qué decidí seguirlo desde lejos para encontrar una manera de entrar.

Vi a un joven con un ramo de flores, parecía empleado para entregarlas solamente, aproveché eso, me acerqué a él y le pague para que fuera yo quien entrara en su lugar; me dio el piso y número de entrega, fui a dejar las flores y salí corriendo a tu departamento.

Los de seguridad me descubrieron, intentaron atraparme, si no fuera porque vi a Sammy, no sabría adónde haber ido. Plan me salvó de ellos, pero estaba desesperado por verte, quería saber que estabas bien y verte desmoronado en la ducha, fue como si clavaran un puñal en mi corazón.

Fue mi culpa que estuvieras así, por eso hice todo lo que estuvo en mis manos para que te sintieras mejor. Tu cuerpo estaba rojo ese día, temía que te hubieras quemado por la cantidad de agua caliente que te había caído; por suerte, eso se quitó con las horas.

- ¿Cómo te dejaron subir los de seguridad?

- Me las ingenié mi tigre... ¡Más vale que no vuelvas a asustarme así!

- Creo que no soy una buena persona... Y lo más triste de todo...

Ese día, cubrí tu boca, te dije que no me importaba lo que habías hecho, pero no sabía que no me recordabas, Plan me lo dijo. Perth, él me dijo que estabas sufriendo, que nadie sabía la razón y que posiblemente, ni siquiera tú, esas palabras me dejaron helado de la sorpresa.

Tenía que confirmarlo, quería que me dijeras que no me recordabas, pero también deseaba que siguieras amándome al saber la verdad. Cuando despertaste, me contaste todo, como te sentías con aquella noche que atormentaba tu vida y me dijiste que irías a prisión si yo te lo pedía.

Mi cuerpo estaba ahí contigo mi amor, pero mi mente viajó de regreso en los años y traté de recordar mi verdadero enojo. Entonces lo descubrí, mi odio no era contra ti, sino contra mí; estaba furioso porque "te robaste lo que le pertenecía a Mew".

Pero, ¿qué pasaría si en realidad nunca le perteneció? ¿Qué hubiese pasado si me hubiera entregado a él y por asares del destino tú y yo nos conociéramos en otras circunstancias? ¿Y si me hubiera enamorado de ti, entonces qué te daría? ¿Qué pasaría si realmente no amé a Mew y tu llegada a mi vida solo fue para abrir mis ojos?

No te imaginas la cantidad de preguntas que pasaron por mi mente en ese momento y mi corazón anhelaba saber que se sentía que tú me amaras. Esa fue la única razón por la cual me entregué a ti esa tarde en tu cama, porque me enamoré del hombre que se robó lo que por destino ya era suyo.

Aún puedo sentir tus labios y caricias recorriendo mi cuerpo, haciéndome tuyo con tanto amor y deseo. Y lo curioso es, que cada vez que me besabas o acariciabas, una parte de aquel recuerdo doloroso desaparecía, hasta que dejó de existir.

La decisión de contártelo todo, fue solo porque quería que lo supieras por mi boca y que no te sintieras engañado por mí. Pero te fuiste y no me dejaste hablar aunque te dije que te amo, igual me dejaste solo en mi departamento y media hora más tarde, me llamaron del hospital.

Eso es todo lo que tenía que contarte, sé que dijiste que no debería amarte; pero aunque pudiera devolver este sentimiento, no lo haría. Así que más vale que despiertes mi tigre, porque yo de este hospital no me iré sin ti y tampoco permitiré que me saques de tu vida.

Narra Perth:

Estoy en esa oscuridad, cuando escuché a mi dragón decírmelo todo y ahora entiendo que nadie ha amado tanto como él me ama. Nuevamente lloro, pero esta vez siento sus dedos pasearse por mi rostro, mi cuello y mi pecho, es algo no había sentido desde que estoy aquí.

Rápidamente entiendo que él me está llamando, y que mi mente está luchando por volver a su lado, para amarlo. Cierro mis ojos, empiezo a concentrarme en esa luz con su voz y pronto siento como si estuviera levitando, voy de regreso con Saint.

Apenas voy entrando cuando siento mi cuerpo doler como jamás lo había sentido, lo que indica que ahora sí estoy consiente. Mi brazo izquierdo duele tanto que no logro tener el control sobre él, mis piernas están adormecidas, pero puedo sentirlas, así que no deben estar mal.

Poco a poco logré abrir mis ojos y lo primero que veo es a mi Saint sobre mi pecho, llorando porque estaba en coma. Con mi mano derecha, que logro sentir perfectamente, la extiendo sobre su rostro, haciendo que abra sus ojos y se dé cuenta de que ya desperté.

- ¡Mi amor, Mi tigre! - Con dificultad logré decir:

- Seremos tú y yo para siempre mi Dragón.

- Te amo Perth. - Me dice envuelto en lágrimas.

- Yo también te amo Saint... ¡Por favor perdóname...! - Pone sus dedos sobre mi boca.

- Shh... Mi amor, hace mucho tiempo que te perdoné.

Se inclina hacia mí, para darme un beso tan suave, lleno de tanto amor que me saca las lágrimas de nuevo. Al abrir mis ojos, enfoqué mejor y me doy cuenta de que está pálido, con ojeras; además, está más delgado que la última vez que lo vi.

Pero cuando iba a decirle algo sobre eso, sale corriendo a la puerta para gritarle al médico que ya estoy despierto. Pronto veo a dos médicos con tres enfermeros entrar en la habitación y mientras me hacían algunas revisiones de rutina, Saint cayó desmayado al pie de la cama.

- ¡Llévenlo a otra habitación! Lo atenderemos allá...

- ¡No! ¡No se lo lleven! - Intenté levantarme de la cama.

- No se levante, usted no está bien aún.

- Y estaré peor si se lo llevan; él fue quien me mantuvo con vida, así que exijo que no se lo lleven. - El médico me miró sorprendido.

- Usted y su novio son tal para cuál, con razón están así... - Se dirige a los enfermeros. - Instalen otra cama en esta habitación, lo atenderé aquí mismo.

- ¿Mi novio Doctor? - Realmente, no recuerdo haberle pedido a Saint que fuera mi novio.

- Así dijo él cuando llegó al hospital y usted no dejó de llamarlo y pedirle perdón antes y mientras estaba en cirugía... No sé qué pasó entre ustedes; pero sugiero que lo resuelvan antes de que uno acabe muerto.

- No diga eso, todo fue mi culpa; lo lastimé y luego lo dejé ir. Si lo hubiera escuchado, esto no habría pasado... Dígame, ¿qué tiene? ¿Por qué se desmayó? - Se va a revisarlo.

- No es nada grave, es un leve caso de deshidratación, además que no ha dormido bien por estar a su lado, desde hace dos meses y medio.

- Entonces, ¿está bien?

- No se preocupe, le pondré una bolsa de suero y no lo despierte hasta que su mente y su cuerpo hayan descansado lo necesario.

- Muchas gracias Doctor.

- Ahora voy con usted...

Bueno, después de estar dos meses y medio en coma, creo que es necesario que revisen mi cuerpo, para salir de aquí con mi Saint lo más pronto posible...