Peaky Blinders [Thomas Shelby]

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Esto es 6 meses después de lo sucedido en el capítulo anterior. Sucede al transcurso del  último capítulo de la primera temporada de la serie
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Katherine puede ver el dolor de su hija cuando la ve por primera vez desde que la llevaron a los cuartos subterráneos, el impulso le gana y sale corriendo hacia su hija a abrazarla y agradece que Brandon no la detiene. La pequeña Beth se derrumba al sentir a su madre después de tanto tiempo, la abraza con fuerza y llora desconsoladamente.

—Ya estamos juntas mi niña.

—Espero ambas hayan aprendido algo de esto, porque no voy a tolerar otra falta de respeto de nadie aquí. ¿È stato capito?* —Brandon habla alzando la voz para llamar la atención de su familia.

Elizabeth alzo la mirada del hombro de su mamá y asiente mirando a su padre para después posar la mirada en su hermano encontrándolo con un morado en su mejilla derecha haciendo que ella sienta algo de alegría.

—Derian.

Brandon hace una seña y comienza a hablar en italiano con Dante y otro de sus hombres antes de irse de la casa mientras Derian se retira con evidente enojo seguido por Nikolai.

Katherine llevo a su hija hasta el cuarto que anteriormente le pertenecía a la misma, tenían mucho que hablar con sutileza porque ahora siempre tendrían a algún guardia con ellas, cerró la puerta en la cara de los dos hombres que le sirven a su esposo y tranco la puerta.

—¿Como te sientes? —Dice poniendo su mano sobre el vientre ahora vacío de su hija, ella sabía que su esposo había ordenado sacarle el feto, ella no estaba particularmente en contra del aborto siempre y cuando fuera decisión de la mujer que lleva el ser dentro de ella.

— Lo arrancaron de mi mamá, Olenna me mantuvo dormida durante semanas para no sentir el dolor —Beth sollozo, quizás ella no sabía que estaba embarazada pero eso no quita la ilusión que le hizo sabes que tenía un niño o niña que era producto del amor que ella sentía por Thomas, era lo único que le quedaba de su vida de libertad. — Me arrancaron todo.

Katherine abrazo a su hija y le acarició suavemente la espalda queriendo darle consuelo.

Elizabeth nunca se había sentido tan miserable como en casa. Se había quejado de Bristol y Birmingham, pero cambiaría felizmente la mansión en la que estaba encerrada por esas calles nuevamente. Cambiaría cualquier cosa por estar de vuelta con Thomas pero esta vez junto a su madre. Estaba tan asustada como un ratón pero no dejaría de buscar la manera de salir de esta jaula.

—Tenemos que escribirle a Thomas, el podría sacar...

—Nunca, nunca hagas que tu vida dependa de que un hombre te salve hija, la vida no es un cuento de hadas como haz de saber ya. —Le interrumpe Kath deseando quitarle ese velo que ella misma le había puesto a su dulce niña.