Elizabeth Genovese había conocido el lujo antes. Ella había entendido lo que significaba sentarse de manera derecha y correcta mientras tomaba el té de la manera apropiada para una señorita; y sí, había una forma correcta de tomar té. Elizabeth se había reído con sus amigas y discutió los posibles matrimonios mientras paseaba por los terrenos de sus hogares, tenía diecinueve años y nunca había visto un mundo diferente. Eso fue hasta que comenzaron las palizas, por supuesto.
Brandon Genovese no era un hombre con quien jugar y Katherine Genovese lo sabía cuándo se casó con él, al comienzo cuando solo tenía 15 años eso le había cautivado; el ver como todos se callaban al momento que él entraba en una habitación. A ella le fascinó que esté le enseñara a usar las armas con facilidad, pero que al mismo tiempo a ella la trataba con una gentileza que no tenía para más nadie. Katherine había visto cómo su marido se reía de sus víctimas cuando les ponía una bala entre ceja y caja para después dibujarles una sonrisa con su elegante navaja, por solo mirar de mala manera en dirección a ella. Su protección y obsesión dirigida hacia ella, fue algo que la cautivó. Katherine nunca negaría es que se enamoró de lo bueno y de lo malo de Brandon Genovese, de su gentileza con quienes amaba y su crueldad con quienes no. Años después ella le había proporcionado dos hijos, un niño y una niña, solo mejorando la vida de ambos, ahora llena de lujos, pero no olvidando del barrio que salieron. ¿Cuándo comenzó el problema? Con la guerra, una guerra que, con dinero, ninguno de los hombres de su casa tendría que haber ido, pero el orgullo masculino pudo más con ellos. Brandon se alejó del lecho conyugal en más de una ocasión, pero empeoró poco después, estaba abiertamente deshonrando a su esposa en las cenas. Tomó a las putas en su regazo y las dejó besarlo y acarícialo cuando Katherine se quedó de pie en el fondo, con la cabeza en alto y su mirada fija en todo menos en su marido.
La primera vez que Elizabeth había visto a su padre actuar de esa manera, ella observó con horror mientras su hermano observaba con tranquilidad, frunció el ceño y su mente se preguntaba qué estaba pasando, esa noche nunca la olvidaría, porque fue una fiesta que hizo su familia ante el compromiso del hijo de los Ceccarelli, el cual fue el segundo pretendiente que Elizabeth tuvo que ver casarse con otra mujer. Fue esa noche fría de enero que con la ilusión rota y preguntase si era como su hermano le había dicho que ningún hombre quería tenerla como esposa, cuando Katherine se enfrentó a su marido, el cual no lo pensó dos veces y la golpeó brutalmente.
Elizabeth había estado caminando en el piso de arriba, caminando de regreso a su habitación cuando miró hacia abajo y notó a su madre y su padre gritándose el uno al otro, su padre reclamándole sobre la educación de Elizabeth y como esto le había afectado la unión de los Genoveses con los Ceccarelli. Elizabeth se había escondido en las sombras junto a la pared, su mirada centrada en la escena que se desarrollaba, sintiendo la culpa invadirla. El joven Ceccarelli le había mencionado que ella era demasiado inocente para un hombre como el, y a ella se le había quebrado el corazón en solo pensar la cara de decepción que sus padres pondrían. Elizabeth luchó por contener un grito ahogado cuando la fuerza de la bofetada de su padre hizo eco en los pasillos de mármol, para después agarrarla del cabello y tirarla contra el suelo.
ESTÁS LEYENDO
Peaky Blinders [Thomas Shelby]
FanfictionElizabeth Genovese había conocido el lujo antes. Ella había entendido lo que significaba sentarse derecho y correcto mientras tomaba el té de la manera correcta; y sí, había una forma correcta de tomar té. Elizabeth se había reído con sus amigas y d...