Flechazo - || BakuDeku Medieval A.U ||

⊱「⁵𝔏𝔞 𝔄𝔩𝔡𝔢𝔞 𝔇𝔯𝔞𝔨𝔦」⊰

La Aldea Draki.

Omnisciente:

Tras de nuevo un largo caminar, recogiendo extravagantes frutos, hojas y flores que hallaban en el camino, disfrutaban de la presencia de uno del otro.

En un momento se detuvieron a descansar un poco, Izuku revisó en su bolso si traía algo de comer, halló dos trozos de pan de nuez.

— Katsuki, ¿Quieres? — ofreciéndole el pan al contrario —

— Mmh... Esta bien. — tomó aquel trozo de pan y empezó a comerlo —

Izuku, sonriendo empezó a comer mientras miraba un poco a su alrededor, su mirada clavó a un árbol con unas hojas del color otoñal.

— Mira Katsuki, esa parte del bosque parece de la estación otoñal — se había levantado a ver —

En ese momento, El mayor se tensó bastante y se levantó a toda prisa poniéndose frente al menor deteniéndolo.

— No puedes avanzar. — habló en un tono autoritario y frío de repente. —

— ¿He? ¿Por qué no? — arqueó una ceja confundido ante ese repentino cambio de actitud —

Katsuki no sabía como responder, pues detrás de esos árboles se encontraba su Aldea, no se había dado cuenta que estaban cerca.

Izuku seguía en espera de la respuesta, se cruzó de brazos cambiando a una expresión una un poco serio, sin quitar la curiosidad que traía.

El cenizo lo pensó bien, llevaban tiempo siendo amigos y sabría que el peli-verde guardaría ese secreto. Miró aquellos ojos verdes y suspiró rendido.

— ¿Y bien? — insistió el menor —

— Tras estos árboles... Está mi Aldea. — miró con seriedad al pecoso —

Aquello sorprendió a Izuku, su curiosidad creció, pues quería conocer mucho más a Katsuki, durante esos años que pasaron juntos, poco o nada sabía de él.

— ¿Podríamos explorar? — sonrió como niño pequeño, con una tierna mirada de insistencia —

— No creo que sea buena idea. — miró a un lado, pues le preocupaba a que algo le sucede por los que se hallaban en ese lugar —

— Por Favoor — lo miró de una forma bastante tierna que hizo aparecer un pequeño sonrojo al oji-rubí  —

— Agh... Bien. — terminó rendido, pues no podía resistirse ante esas miradas tiernas que le otorgaba el menor —

Empezaron a adentrarse a aquel curioso bosque otoñal, vivas hojas color naranjas, rojas, amarillas, marrones y emitían un pequeño destello.