Flechazo - || BakuDeku Medieval A.U ||

⊱「²⁴ 𝔙𝔢𝔯𝔡𝔞𝔡𝔢𝔰 - 𝔖𝔥𝔬𝔱𝔬」⊰

Verdades 2/3 - Shoto

Omnisciente

En la habitación del gran castillo de Deoya, se encontraba cierto bicolor en su escritorio escribiendo unos datos en una libreta.

Pensaba en aquellos ojos color esmeralda, en aquellas mejillas pecosa y esa fina piel de porcelana.... Soltó un suspiro sabiendo que no hallaría a alguien como él.

Cerró su libreta, dejó la pluma con la que escribía a un lado y se levantó de su sitio, salió de su aposento y caminó por los largos pasillos hasta la escalera.

Al pasar por la sala de Tronos, una voz dulce lo llamó por lo que se detuvo a mirar, quien lo llamaba era la Reina Inko. Con una expresión neutra fue hacia ella, hizo una reverencia cuanto estuvo frente suyo.

— ¿Si, Majestad? — habló en un tono serio —

— Príncipe Shoto, he organizado un almuerzo para usted y mi hijo, ¿Podría mandarle ese pequeño aviso a Izuku? — sonrió dulcemente la peli-verde —

— Con todo respeto Majestad, sé lo que usted intenta hacer... Así que cortesmente le digo que no acepto tal invitación porque el Príncipe Izuku ya tiene a alguien que lo ha cortejado — habló con el mismo tono seguro de sus palabras, pudo notar como aquella sonrisa de la Reina se torció en una mueca —

— Oh... Hablas de aquel monstruo que ha hechizado a mi hijo. — se notaba bastante que no le agradaba para nada aquel Draki —

— No es un monstruo, pese a su comportamiento e instintos se lo hace ver así, — comentó neutralmente, supo que lo intentó asesinar pero todo lo decía para que Izuku tenga libertad en estar con quien ama — pero en frente de su hijo es alguien que no duda en protegerlo de los peligros.

Inko hizo una mueca frunciendo el ceño, no quería que su primogénito esté con una bestia como Katsuki. Estaba por dar otras razones pero el bicolor la calló.

— Usted dice querer ver a su hijo feliz, pues su felicidad es allá afuera y no en esta jaula de realeza. Si ama algo debes dejarlo ir, si ves que es feliz déjelo serlo. — Aquellas palabras salieron sin pensar, hizo una reverencia y se fue de allí dejando a la Reina con las palabras en la boca —

Shoto salió del castillo, decidió dar un paseo por el pueblo para poder distraerse de todo lo que ha sucedido hace unos momentos.

Se fijó como los niños jugaban, las niñas reían y los jóvenes hacían un arduo trabajo para ayudar a sus familias. Siempre quiso saber que se sentiría ser un pueblerino y no un Príncipe.

Se sentó en una banca cerca de la fuente, así admirar lo bello que es el pueblo, a diferencia del suyo que viven en temor por culpa de su padre. Pero ha decidido cambiar y trata de confiar en aquellas palabras.